Un año atípico para el sector: lluvias desparejas, caminos complicados y una cosecha fina que igual promete buenos rindes
En diálogo con La Nueva Radio Suárez, el ingeniero agrónomo Juan Ignacio Loos analizó el particular panorama que deja este 2025 para los productores agrícolas de la región, marcado por lluvias intensas, milimetrajes desparejos, caminos intransitables y decisiones obligadas sobre la siembra gruesa.
Loos comentó que las últimas precipitaciones volvieron a sorprender, tal como ocurrió durante todo el año. “Ninguno de los servidores preveía lo que terminó cayendo. Se hablaba de dos milímetros y en algunos lugares llovieron veinte”, explicó. La dispersión, dijo, fue la constante: mientras algunos campos recibieron lluvias abundantes, otros no superaron los cero a veinte milímetros.
Este comportamiento se repite desde principio de año. “En Huanguelén ya llevan más de 1.300 milímetros y acá superamos los 800; estamos por encima de la media histórica con un mes y medio por delante”, mencionó, señalando que aún resta transitar una etapa en la que el agua suele disminuir y la demanda atmosférica crece.
Caminos complicados y cultivos afectados por exceso hídrico
El ingeniero explicó que, en muchas zonas, el invierno fue muy difícil: campos con agua acumulada, caminos deteriorados y complicaciones permanentes para transitar, lo que afectó desde la cosecha de rueda hasta la implantación de los cultivos de fina.
A esto se suman los problemas de piso dentro de los lotes. “Muchos productores ya tuvieron que descartar la siembra de gruesa en zonas que deberían estar implantadas y nacidas, porque directamente están llenos de agua”, señaló.
La situación varía según la ubicación: en el cordón serrano, las últimas lluvias incluso fueron bienvenidas; en cambio, hacia el norte de la región “no quieren saber nada porque está todo saturado”.
Una cosecha fina con muy buen potencial, aunque con pérdidas parciales
Pese a las dificultades, Loos destacó que los cultivos de fina muestran un panorama esperanzador. “En general, están muy buenos. Si todo termina bien, las condiciones frescas y húmedas están favoreciendo el llenado de grano, lo que define el rendimiento”, comentó.
Aunque habrá pérdidas en sectores bajos, las zonas que no se vieron afectadas podrían compensar con rindes superiores a los habituales. “Apuntamos a una fina buena o muy buena. Según el productor, algunos no perdieron nada y otros hablan de un 5, 8 o 20%. Es muy dispar”, explicó.
Qué puede pasar con los precios
Sobre el mercado, el ingeniero señaló que el escenario es complejo. En el norte del país, donde la cosecha está más avanzada, los resultados superan los promedios históricos, lo que podría compensar parte de la merma en el centro bonaerense.
“Es oferta y demanda. Además de seguir los precios internacionales, la producción local siempre repercute algo sobre los valores. Veremos cómo termina el stock final cuando se coseche en todas las regiones”, observó.
Un cierre de año incierto
Loos definió el 2025 como “un año atípico” y aseguró que las preocupaciones varían según la zona y la realidad de cada productor. Aun así, se mantiene una expectativa prudente de cara al tramo final del ciclo agrícola.
“Veremos cómo nos termina sorprendiendo esta parte final del año”, concluyó.
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