08/01/2022PRODUCCION

Producción apícola: un año atípico, de la mano de la disparidad en las precipitaciones

Es la calificación que le dio el productor Tony Duckwen, de amplia experiencia en el rubro, explicando que “en muchos lugares ha llovido muy bien, y en otros lugares, no tanto. Con lo cual, hay zonas puntuales, donde hay muy buena producción y en otras, donde no hay nada”.

Por otra parte, las altas temperaturas que ya se registraron en octubre, también terminó afectando la producción de miel, porque son calores a los que no estamos acostumbrados y complican. “La falta de agua, retrasa la floración”, explicó.

Para quienes anduvo mejor la producción, es para aquellos que hacen trashumancia, es decir, que trasladan sus colmenas. “Los que trasladan sus colmenas a La Pampa, han sacado en algunos lugares buena miel y en otros lugares, se ha retrasado”.

Estimativamente, en unos diez días, se comenzará a pleno con la cosecha de miel, informó el productor apícola consultado. Ya estamos trabajando, en aproximadamente un 20 %. Y la semana que viene estará la cosecha a pleno”. Por supuesto, que “siempre esperando las lluvias”, que por ahora, parece, se niegan y no aparecen en los pronósticos. Este año, analiza Duckwen, “se ha negado un poco el clima, en toda la zona”.

Explica, que, en general, en el país, “se espera una buena cosecha de miel. Porque hay zonas en el norte de Argentina, donde ha llovido mucho. Inclusive en el norte de La Pampa, Santiago del Estero, Santa Fe, Entre Ríos y San Luis, quienes ya han superado la cosecha del año pasado”.

En general, para las mieles argentinas, será un buen año. Pero, en lo que tiene que ver con la zona sudoeste de la Provincia, “está un poco falto de agua”. En cuanto a la calidad, explica que “han salido este año, mieles más oscuras”.

A este respecto, indicó que “se han abierto mercados que estaban cerrados para las mieles oscuras, como es el caso de Europa, que está comprando. En cuanto al dumping aplicado de parte de Estados Unidos a Argentina, “realmente no nos afectó mucho, porque fue absorbido por la suba del dólar y los compradores de Estados Unidos se hicieron cargo de una parte”.

Recordó que el 60 % de las mieles argentinas, se comercializan en EEUU, un 25 % en Europa y el resto queda en países del Medio Oriente y Japón. “Nuestro comprador principal es Estados Unidos; dependemos pura y exclusivamente de este país y algo de Europa”.

La provincia de Buenos Aires, es la región de mayor producción apícola, a pesar que en estos últimos años se han sumado nuevas zonas, como la trashumancia que se realiza hacia La Pampa y a lugares como Santiago del Estero, San Luis, además que se han sumado a la producción de miel, muchos apicultores en el delta del Paraná.