INTA Coronel Suárez: abocados a la investigación a través de la Experimental Naredo

Así lo informó Darío Morris, quien está a cargo de la Agencia Coronel Suárez. Expresó que esta Experimental “era un campo anexo de la Estación Experimental Bordenave. En estos últimos años –la pandemia obligó a rediseñar el trabajo- se profundizó la búsqueda en la investigación, para poder transferir conocimientos y experiencias hacia los productores”.  

Indicó el Ing. Morris que el desafío es cada vez más, “estar muy preparados en la parte de investigación, armando equipos nuevos de trabajo”. En este sentido, contó que las líneas de investigación son varias y diversas. Desde manejo de alfalfas, cultivos de servicio, cultivos de cobertura, manejo del maíz con distinta densidad de siembra, reciclado de nutrientes, el cambio climático. 

“La idea nuestra es generar información local y poder transferirla a través de todas las instituciones locales”. La Experimental Naredo está, informó, “dentro de la Red Nacional de Alfalfa, donde se evalúan distintos cultivares de alfalfa, donde el productor puede fijarse en una gacetilla que se publica para conocer las últimas variedades y tomar así la decisión de qué tipo le conviene sembrar en Coronel Suárez o en la zona”. 

Otro de los trabajos de investigación se ocupa “de los cultivos de cobertura y qué impacto tienen los cultivos posteriores. Cuánta agua consumen, qué pasa con el suelo. No solamente de ver el cultivo en sí, buscando una visión sistémica del establecimiento, conocer las propiedades físicas del suelo, sus propiedades químicas. Saber si hay más materia orgánica, si se incrementa. Todo eso lo estamos viendo en estas investigaciones que desarrollamos con equipos de trabajo”. 

Se manifestó “orgulloso de la institución y de haber formado equipos interdisciplinarios. Algunos están más formados en suelo; otros más formados en la parte ambiental; otros en pasturas; otros en nutrición animal. Todos estos equipos de trabajo están dando muy buenos resultados”. 

El rol de investigación que desarrolla el INTA lo ha constituido a lo largo y a lo ancho del país en un organismo diferenciado. “El INTA es muy grande” dice el Ing. Morris. “Hay más de 300 agencias de extensión en todo el país. Si uno va a cualquier pueblo siempre hay una oficina técnica del INTA, donde los productores y la gente del pueblo y la ciudad pueden ir, informarse, conocer”. Agrega que el organismo cuenta con “una red de laboratorios que ha participado en la detección del Coronavirus, con el Instituto Malbrán; trabaja en toda la parte de vacunas con respecto a la sanidad animal, las leches funcionales… Hay todo un trabajo de investigación en el INTA, que es un organismo muy grande, con personal muy capacitado y muy formado, que esperemos no se nos vaya del país”. 

Para la transferencia de estos conocimientos que se van construyendo a partir de la investigación, informa que “se buscan distintas estrategias. Hemos visto que, con la pandemia, el hecho de no poder ir a visitar a un productor, buscamos las formas de llegar a él. A través de un grupo de WhatsApp, donde el productor está siempre atento. Uno puede transferirle de esa manera trabajos que son hechos en forma local”. También están en Instagram y en Facebook, que es otro público, otro segmento. “Lo más importante es también la parte presencial. El hecho que el productor, el horticultor, pueda ir al lugar, pueda palpar, ver, interactuar con los técnicos y con los pares. Eso no lo reemplaza ninguna red social”. 

Cerró diciendo Darío Morris que están todos muy contentos, “por los resultados y por el compromiso de la gente que trabaja en el INTA. Estoy hablando más que nada de esta Experimental (Naredo)”. Informa que también se está generando un proyecto nuevo, Servicio Integrado de Extensión, con instituciones locales (como cooperativas, escuelas, Sociedad Rural, CREA), “a través del cual todo lo que nosotros investigamos y generamos lo podamos transferir a través de estas instituciones”. Se proyecta fortalecer esta red de transferencia a partir del año que viene.