Horticultura orgánica y agroecología

Para hablar sobre el particular convocamos al Dr. en Biología Marcelo Schwerdt, que entre el 2008 y 2016 fue Director de Medio Ambiente del Municipio de Guaminí, Director –y fue quien impulsó la creación de este establecimiento educativo- del CEA (Centro de Educación Agraria), quien asesora a un grupo de productores para que realicen producción sin el uso de agroquímicos, y desde hace un año impulsor de la horticultura orgánica, buscando que Guaminí pueda proveer a sus comercios de verduras y frutas con la producción local. 

El Dr. Marcelo Schwerdt dijo a La Nuevo Radio Suárez que “contamos con una granja integral agropecuaria, que fundamos el año pasado en Guaminí. Yo venía trabajando en lo que es una ordenanza de regulación del uso de agrotóxicos y el fomento de la agroecología, ahí es donde se desarrolla el proyecto intensivo de agroecología. Empezamos a hacer trigos, cebadas, avenas, centenos, maíz, girasol, sorgo, distintas leguminosas, demostrando que era posible producir sin los agroquímicos. Nos faltaba un poco la pata de que en estos pueblos no nos siga llegando el 100 por ciento de la verdura de afuera. Parece que no era tan difícil. Era cuestión de capacitarnos, y empezar a llevar información y a estimular a los productores”. 

Expresa que muchos que tenían esta intención “estaban invisibilizados, o no contaban con tierras, o habían dejado la actividad. El año pasado formamos esta granja integral agroecológica, donde criamos patos, gansos, ponedoras, conejos, cerdos, ovejas. Y tenemos esta unidad hortícola, que con poco tiempo está dando buenos resultados, muy buenos frutos. Pero lo más enriquecedor, esto de organizar a los productores hace que, por un lado, estemos llegando a las 5 mil hectáreas de cultivo extensivo agroecológico y en horticultura, el año pasado, cuando iniciamos producíamos unas 10 toneladas de verdura, y estamos cerrando este 2020 con 100 toneladas. Sólo con organizarnos, capacitarnos y hacer más fácil la logística, para que nos lleguen desde los nylon, las cintas de riego. Estar organizados. Y proyectamos para el año que viene, con un proyecto que pudimos presentar ante Provincia, que si nos llegan todos esos materiales, que nos permitirían ampliar la cantidad de invernaderos, llegar a las 300 toneladas de verduras locales”. 

Agrega Marcelo Schwerdt que “somos alrededor de ocho productores hortícolas ahora, y necesitaríamos por lo menos diez veces más en productores y en superficie, para poder abastecer el 100 por ciento de la verdura que se consume en Guaminí. O sea que tenemos un techo totalmente alto, en el cual podemos seguir sumando productores y hectáreas en agroecología intensiva”. 

En cuanto a la agroecología extensiva, cuenta el Dr. Schwerdt que, en estos momentos, están en las 5.000 hectáreas, “cuando el Distrito de Guaminí cuenta con medio millón de hectáreas. Es decir, no representamos nada, todavía. Sí es muy importante el crecimiento, porque fue en poco tiempo. Nosotros iniciamos en el 2014 con 100 hectáreas y estamos en las 5.000. Y en horticultura arrancamos con terrenos de 100 metros cuadrados, y ahora cada productor tiene una o dos hectáreas en horticultura. Es como muy grande el ritmo al que vamos creciendo, y en todo lo que genera. Hay personas que estaban sin trabajo, y por haberlos entusiasmado hoy están sacando un muy buen sueldo con esta actividad. Que es muy sacrificada, porque hay que laburar todos los días, pero, si te gusta meter las manos en la tierra, es totalmente apasionante”. 

En cuanto a la agricultura extensiva, el Dr. Schwerdt se refirió a los números que demuestran que se puede hacer esta actividad sin el uso de agroquímicos, con similares resultados y con mayor tranquilidad para el productor, porque no se endeuda. 

“Cuando hace seis años nos propusimos el no uso de agroquímicos, lo que demostramos es que era posible y mucho más rentable. Porque se bajan los costos casi al 50%. En esta zona, donde estamos en los subhúmedo y lo semiárido, donde son más los años anormales que los normales, al bajar los costos se bajan los riesgos. Y lo que hoy se ve en la cara de los productores es esa tranquilidad de estar menos asfixiados económicamente. Y no sólo han mantenido los rendimientos, sino que, en el 2017, uno de los productores que llevaba 3 años aplicando estas estrategias tuvo una producción superior. No es nada mágico, es entender cómo funciona la naturaleza, que funciona sin lógica de competencia. Demostramos que hemos podido achicar los costos, pero, por otro lado, mejorar muchísimo la fertilidad natural de los suelos. Y al ir regenerando fertilidad, con materia orgánica en los suelos, los rendimientos no sólo no se caen, sino que inclusive hemos logrado lotes de trigo que, de un promedio de 2.800 kilos por hectárea, han llegado a los 4.300 kilos. Sin uso de fungicidas, insecticidas, ni fertilizantes”.