“Me parece que desde muchos lados, a veces, se busca exterminar al otro, y eso no es viable”

Consultado el concejal Mauro Moccero cómo ve el panorama a nivel nacional, lo calificó como “complicado”, porque, dice, “veo que ya no nos escuchamos, muchas veces entre nosotros, los ciudadanos. Me parece que no hay que buscar exterminar al otro. Una ciudad, un país, tiene que tener diferentes corrientes, diferentes vertientes de pensamiento. Debe tener discusiones donde se pueda amalgamar y después sacar una conclusión o ir para algún lado, pero teniendo en cuenta todo el resto de la población. Me parece que desde muchos lados, a veces, se busca exterminar al otro, y eso no es viable, es contraproducente. Me parece a mí que un gobierno nuevo siempre tiene seis meses, un año, de plafón para poder hacer algunas cosas. Estoy totalmente convencido que Milei no arrancó estos problemas que tenemos actualmente, lo que sí pasó es que cada una de las medidas que tomó desde que llegó lo está agravando”.

Analizó Mauro Moccero la agresividad con la que habla el Presidente: “Me parece que eso no conduce a nada, porque después termina habiendo más discusiones entre las personas, termina habiendo más desinterés hacia la política”. 

Agregó que “casi todos los Estados que han crecido lo han hecho de la mano del Estado y del privado. Son dos cosas que van en conjunto, que deberían amalgamarse bien, y que el Estado debería estar para mejorar los negocios de los privados. Si 8% de inflación nos parecía pésimo, 20 y 25% también nos parece mal, mucho peor. Si la inflación va a bajar a costa de una tremenda recesión y que cada vez la gente consuma menos, eso es un problema mayor que tener inflación”.

Pidió un mínimo de unión y llamado a la concordia, “para buscar una solución entre todos”.

En el cierre de la entrevista trajo a colación la cuestión de la privatización de YPF pretendida por el gobierno nacional, dando cuenta que en Brasil, tanto Bolsonaro como Lula, dos extremos en el pensamiento y práctica política, la mantuvieron como empresa del Estado; en México, gobierno de derecha e izquierda, la mantuvieron, lo mismo que en Uruguay. “Esas deberían ser cuestiones que ni siquiera discutamos”.