“La terminal de ómnibus es el compendio de cómo no se tiene que hacer una obra pública en el distrito”
Así lo dijo el Concejal de Cambiemos, Ing. Ricardo Salerno, en una entrevista con La Nueva Radio Suárez
Hace unos días atrás, en un comunicado, Juntos por el Cambio, bajo el título de “Evitemos que termine peor aquello que siempre estuvo mal”, hizo un recuento para refrescar la memoria en torno a todas las idas y vueltas sobre la inconclusa obra de la terminal de ómnibus de Coronel Suárez, que se iniciara en el 2009, en Gregoria Matorras y Granaderos.
“Esta obra tuvo, absolutamente, todas las causas de cómo el Estado se lavó las manos en una situación que empezó con una licitación, donde los dos oferentes que hubo no estaban con las condiciones técnicas y los antecedentes como para poder hacer semejante obra. Por lo menos como se presentaron en los papeles. Una empresa que hacía tres meses que se había creado. Y otra que no tenía antecedentes de la magnitud de una obra de este tipo. Que se adjudicó en sólo 24 horas, cuando se sabe que primero el Municipio tiene que analizar y ver si realmente todos los antecedentes y la situación económica financiera de las empresas son como realmente dicen”, dijo el Concejal.
Historió Salerno que, “una vez que empezó la obra, que en el aquel momento insumió 2 millones de dólares, con el cambio del 2009, comenzaron a haber cambios desde el punto de vista de su precio. Porque después se amplió el presupuesto por casi 350 mil dólares. Y que, como frutilla del postre, sufrió la caída de dos vigas de 15 metros por 1,50 metros de alto, que sostenían el hall central de la terminal, con la situación que gracias a Dios no hubo ningún operario que sufriera lesiones. Gracias a Dios también que se cayó en ese momento, y no cuando la terminal estaba en funcionamiento”.
Se preguntó, ¿qué pasa si en tu casa contratas un albañil y se le cae una pared? “Creo que le decís al otro día que no venga nunca más y no le pagas un peso del trabajo, porque ahí mismo está demostrado su ineficiencia y su poca sabiduría con respecto a la construcción. Acá, la Municipalidad, no solamente no hizo eso, sino que le siguió pagando a la empresa. No le hizo cumplir ninguna de las multas por los atrasos de obra. Y durante tres años, del 2012 a 2015, que no se puso ningún ladrillo, la empresa igual siguió cobrando más de 200 mil dólares, en plata de ese entonces. Y se llegó al 9 de diciembre del 2015, el año en que dejaba su anterior mandato el Intendente Moccero, donde realiza un decreto de recepción provisoria de la obra, porque se había llegado a un 66% de la misma”.
Analiza que “a todas luces, si uno observa no llega a un 66% lo realizado. Falta un costo más que importante. Lo que está hecho no hay que soslayarlo, porque es importante. Hubo partes que se tuvieron que cambiar, desde el punto de vista estructural, para que la peligrosidad de lo que había ocasionado la caída no siguiera estando. Con todo esto que estoy contando está claro que, si esta obra ahora se va a terminar, y Dios quiera que así sea, porque nadie está en contra que no tengamos una nueva terminal, lo que tenemos que lograr es que se haga como corresponde, con una licitación como corresponde. Y que, si ahora se van a gastar 2 millones al cambio oficial, unos 180 millones de nuestra moneda, podamos decir que se hace como corresponde, que están asegurados todos los cambios que se hicieron en cuanto a la estabilidad de la infraestructura, para que no siga ocurriendo lo que ocurrió”.
La obra corresponde a un proyecto del Municipio con el Estado nacional, “el convenio está firmado en el expediente por un conocido de todos, el famoso Ing. López, que tiraba los bolsos por encima del convento. Era entonces Secretario de Obras Públicas de la Nación y fue el que firmó el convenio con el Intendente Moccero, para poder conseguir esos fondos para esta obra de la terminal”.
“Una vez que se cayeron las columnas la empresa siguió cobrando. No hay en el expediente municipal ningún tipo de estudio firmado de por qué se cayó y quién fue el responsable. El proyecto que figuraba en el pliego siempre las empresas tienen que hacer un estudio para saber si el proyecto cierra desde el punto de vista estructural, y, sino tienen que hacer las objeciones para poder hacer los cambios pertinentes. Y eso nunca se hizo”.
Informa Ricardo Salerno que todo esto “está en la justicia. Lo que pasa es que en una justicia como la nuestra, que tarda cualquier cosa, que todavía no hizo una pericia contable para determinar lo que estoy contando, y que cuando son tan largos juega para los que hacen las cosas mal, y no para los que hacen las cosas bien”.
Reitera que “cualquiera que agarre los pliegos se da cuenta que los pagos se siguieron haciendo, que la empresa siguió cobrando, y que lo que se quería llegar es al 66% para poder hacer la recepción, que era lo que la empresa le exigía al Municipio, evidentemente antes que se vaya el Intendente Moccero, para poder salirse de una obra que le llevó muchas más complicaciones que alegrías”.
Consultado en cuáles son los temores que rondan, ahora que está anunciada la continuidad de la obra, indica Salerno que “lo que decimos es que se cumpla la ley, que las cosas se hagan como tienen que hacerse. Nosotros no estamos en contra de la obra. Sabemos que con ese importe le podríamos dar cloacas a todo el vecindario de Coronel Suárez que hoy no tiene cloacas. Llegaríamos a más de 350 cuadras, si esos 180 millones se invierten en cloacas. Hay que ver una cuestión de prioridades”.
¿Por qué no se avanzó en la terminación de esta obra durante el gobierno de Pachi Palacio? “Porque los fondos que podíamos recibir de nación y de provincia no eran tan importantes como para poder hacer la terminal, y se priorizó hacer obras en los barrios. Se priorizó hacer obras en los barrios por una decisión política. Hoy la decisión política del Intendente es terminar la terminal de ómnibus, porque es un problema histórico que se ocasionó en su gobierno y que ocasionó su administración, a través de sus acciones. Si bien nosotros, desde el Concejo, no nos podemos meter en las decisiones de qué obra se hace y qué no, está claro que si hoy la nación me da a mí 180 millones de pesos yo les hago cloacas a un montón de vecinos que no las tienen. Y veo cómo sigo la terminal en otro momento. Son decisiones políticas, las que no tenemos potestad para cambiar”.
“Si se va a hacer la terminal, y con la experiencia que dos millones y pico de dólares se tiraron a la basura, con una empresa que no tuvo que pagar ni un peso de multa por cómo dejó la obra, me parece, claramente, que estos dos nuevos millones de dólares que van a venir de la Nación tenemos que estar todos atentos para que no ocurra lo mismo. Para que se termina como debe ser, y que no vuelva a ocurrir lo mismo”.
Recordó que también hay obras adicionales que necesitará, “como la pavimentación de la calle hasta la Ruta 85, más la rotonda sobre la ruta, para que el acceso sea seguro y que la salida y entrada de los micros sea lógica y segura”.