Entrevista al Comisario Mayor Marcelo Giusia, de Drogas Ilícitas Bahía Blanca.
En torno al allanamiento que permitió desbaratar un lugar de venta de cocaína, camuflada en una carnicería. Julián “Tato” Martínez es conocido para la justicia y en este mismo ramo donde se lo imputa ahora: “esta persona, en el 2008, estuvo purgando una condena de 1 año y ocho meses en la Cárcel de Villa Floresta, en Bahía Blanca, por un delito similar de venta de drogas. También estuvo detenido con el ciudadano que también aprehendimos, Alan López, conocido del carnicero y que se lo aprehendió porque tiene relación con la actividad que venía desarrollando”. En cuanto a las otras dos personas que también fueron aprehendidas en su momento, “no se puede brindar la identidad, por orden del juez de garantías, porque quedaron sin medidas judiciales. Directamente estaban presentes en el lugar, pero como no había ninguna imputación quedaron desligadas de esta causa. Se trata de una joven de 21 años y un masculino de 36 años, que como no se les imputó ningún delito ni se comprobó ninguna irregularidad o relación con la actividad recuperaron la libertad”.
En el interior encontraron los efectivos de Drogas Ilícitas, en un operativo con el que colaboraron también efectivos de la Policía Comunal, al mando de Martín Otero, y de Ricardo Franssen, de la Sub DDI, bochas de cocaína, 40 mil pesos en efectivo, una balanza de precisión y varios celulares.
Consultado el Comisario Mayor Marcelo Giusia, a cargo del Departamento Drogas Ilícitas con asiento en Bahía Blanca, quien estuvo al frente del operativo, explicó que “esta investigación de venta de drogas se inicia por denuncias anónimas y por denuncias de vecinos, que también fueron anónimas, que daban cuenta de la venta de cocaína en la carnicería, que el que vendía cocaína era el responsable del lugar, Julián ‘Tato’ Martínez. A partir de allí el personal de Drogas Ilícitas, que tiene asiento en Coronel Suárez, grupo de avanzada, inicia la investigación que comprende filmaciones de venta de cocaína, también declaraciones testimoniales de personas con identidad reservada, declaraciones de personas que han ido a adquirir cocaína al lugar y otras evidencias más. Reunidas todas estas pruebas dio lugar al allanamiento que hicimos el día jueves”.
El funcionario agradeció “la colaboración del personal de Coronel Suárez, al frente del Comisario Otero y el Jefe Departamental que también ayudaron a recolectar más pruebas”.
Informó que “se secuestraron varias bolsas de cocaína, una balanza de precisión, también cerca de 40 mil pesos en efectivo, teléfonos celulares que van a ser peritados. Todos esos elementos de prueba, más lo secuestrado en el allanamiento, compatible con lo que se viene investigando, realmente son pruebas muy contundentes, que son las que va a tener el fiscal en sus manos para pedir en juicio la condena de estas personas”.
Explicó el Comisario Giusia que a la mercadería secuestrada se le dice “bolsas o bochas. Es la bolsita fraccionada. Generalmente la droga se adquiere en trozos compactos y después la van moliendo, la van fraccionando, a partir de 1, 2 o 3 gramos, que es lo que después llega al consumidor. Nosotros sabíamos que no íbamos a encontrar gran cantidad de droga en el lugar, porque sabíamos que era una venta al menudeo, y que el imputado se proveía de una mínima cantidad para proveer durante varios días. Pero a veces, por más que no se secuestre gran cantidad de droga, si vos tenés las pruebas suficientes las condenas son altas. Para nosotros fue muy positivo porque pudimos concluir muy bien este procedimiento”.
En cuanto al valor del mercado, si bien difiere, explicó el Comisario que “estamos hablando que en el mercado el gramo de cocaína se está comercializando entre 200 y 300 pesos. Secuestramos alrededor de 30 gramos”.
Sobre la fundamental tarea de la recolección de pruebas informó el Jefe de Drogas Ilícitas que “antes de los allanamientos nosotros hacemos una vigilancia encubierta y firmamos ventas que nos piden los juzgados de garantía para poder después irrumpir en el domicilio. Nosotros teníamos apostado el personal encubierto y habían hecho como seis ventas antes del allanamiento el mismo día”.
Julián “Tato” Martínez es conocido para la justicia y en este mismo ramo donde se lo imputa ahora: “esta persona, en el 2008, estuvo purgando una condena de 1 año y ocho meses en la Cárcel de Villa Floresta, en Bahía Blanca, por un delito similar de venta de drogas. También estuvo detenido con el ciudadano que también aprehendimos, Alan López, conocido del carnicero y que se lo aprehendió porque tiene relación con la actividad que venía desarrollando”.
En cuanto a las otras dos personas que también fueron aprehendidas en su momento, “no se puede brindar la identidad, por orden del juez de garantías, porque quedaron sin medidas judiciales. Directamente estaban presentes en el lugar pero como no había ninguna imputación quedaron desligadas de esta causa. Se trata de una joven de 21 años y un masculino de 36 años, que como no se les imputó ningún delito ni se comprobó ninguna irregularidad o relación con la actividad recuperaron la libertad”.
Si Julián “Tato” Martínez se ocupaba de la venta al menudeo, hay un proveedor o varios por sobre él.
Al respecto el Comisario Giussi explicó que “pueden ser varios los proveedores. Lo que pasa es que cuando nosotros hacemos estos allanamientos de venta al menudeo, en esta causa está interviniendo el Dr. Jorge Diego, de la Fiscalía Bahía Blanca, y esta fiscalía se encarga de estos procedimientos, de venta al menudeo. Ya el tema de los proveedores cuando surge alguna información pasa a instancia federal”.
Consultado en torno a los antecedentes con que cuenta Martínez y las evidencias acumuladas, en este procedimiento y lo que la justicia puede resolver en consecuencia, respondió el Jefe de Drogas Ilícitas que “yo hace 13 meses que estoy a cargo de esta Delegación y en ese tiempo, entre la zona Bahía Blanca y Punta Alta, tenemos alrededor de 60 vendedores de drogas detenidos, algunos con prisión preventiva y otros ya han ido a juicio. Generalmente la pena para estos delitos son 7 años, pero como es reincidente se puede imponer una pena más alta”.