26/10/2021POLICIAL

A un año del homicidio en ocasión de robo, que le costó la vida a José Baier y que conmocionó a Suárez y la región

Hace un año atrás, el 25 de octubre, era un día tranquilo en Suárez. Atardecer de domingo, a eso de las 20 horas. Mientras la población despedía la jornada de descanso, dos sujetos, que habían realizado una vigilancia previa, buscaban concretar un robo, que ocasionó una muerte que se explica sólo por la violencia y el desprecio por la vida de quienes cometieron este delito.

Los acusados de este hecho, César Ezequiel Pereyra y Juan Mario Gerling Kees, esperan ahora en prisión el juicio oral, según lo dispuso el Juzgado de Garantías de Bahía Blanca, que en abril pasado, transformó en prisión preventiva la detención de estos dos sujetos. 

El hecho conmocionó a toda la población. Una muerte injusta, innecesaria, en ocasión de robo a un peón rural y acompañante de dos hermanos mayores de edad (Antonia y Pedro Publiese), propietarios del establecimiento San Luis, del cuartel XV, ubicado a la vera de la Ruta 85 a pocos kms del acceso a pueblo Santa María. Los acusados de ser autores de este hecho, se encuentran detenidos, como resultado de una profunda investigación policial que incluyó análisis de cámaras de seguridad y entrecruzamiento de señales de telefonía celular. Por este hecho, se convocó, a los pocos días de producido, a una marcha, que tuvo numerosas adhesiones, pidiendo investigación, esclarecimiento y justicia.  

José Antonio Baier tenía 58 años al momento de sufrir este hecho que le costó la vida. De los relatos de los hermanos Pugliese, surge que los delincuentes le dispararon a Beier, al momento que salió a la puerta a preguntar quién andaba, alertado porque los perros ladraban. Es en esa circunstancia, en que los dos delincuentes ingresaron a la propiedad con intención de robo, en momentos en que uno de los hermanos estaba hablando por teléfono con una tercera persona quien oyó los disparos y alertó a la policía.  

Pasaron los meses, en los que se registró una silenciosa investigación policial. El día 23 de marzo de este año, se llevaron a cabo, una serie de allanamientos simultáneos en Coronel Pringles, arrojando resultados positivos, con la detención de uno de los dos autores del hecho, un cómplice (que los había ido a buscar con su vehículo por la zona rural que linda entre Pringles y Suárez), en tanto que el otro autor, ya había sido detenido unos días antes, por otra causa que se esclareció a partir de las escuchas telefónicas que venía realizando la Sub DDI Coronel Suárez, a cargo del comisario inspector Ricardo Franssen. 

La investigación policial que resulta en allanamientos 

Para la Sub DDI de Coronel Suárez la del día 23 de marzo del 2021, fue una jornada de culminación de una profunda y concienzuda investigación que llevó horas y horas de análisis de comunicaciones de celulares, de ir sumando datos, buscando coincidencias, escuchas telefónicas y apuntar información que se iba obteniendo, para ir atando todos los cabos, con el objetivo de dar con los autores materiales del homicidio en ocasión de de robo, en el campo de los hermanos Pedro y Antonia Pugliese, en el Cuartel XV, sobre Ruta 85, a pocos kilómetros de la rotonda de ingreso a Pueblo Santa María. 

En la filmación que tomó la cámara del móvil policial, que esa noche, junto a otro vehículo de la Policía local, concurrió al domicilio de los hermanos Pugliese, se puede ver que llegan los efectivos policiales que descienden de los móviles, y advirtiendo que hay una situación de rehenes les piden que se entreguen. Uno de los sujetos responde abriendo la puerta de ingreso al domicilio y disparando un arma de fuego hacia los policías, que se encontraban protegidos por una construcción, una especie de galponcito. Pasan unos minutos y nuevamente la puerta se abre, y aparecen dos delincuentes, llevando como escudo humano a Pedro Pugliese, a quien, literalmente, tiran sobre un sillón que estaba al costado y disparan por detrás de la casa, perdiéndose en la arboleda.  

Al ingresar a la vivienda la Policía encuentra que había un herido de arma de fuego, constatándose su fallecimiento.  

Inmediatamente se desplegó un operativo cerrojo en las Rutas 85, 76 y 67, y en varios caminos vecinales. Los dos delincuentes que intervinieron en el hecho habían huido entre la arboleda que rodea la casa, y luego a campo traviesa. Literalmente, parecía que se habían evaporado.  

A partir de ahí comenzó una exhaustiva investigación policial, buscando esclarecer el hecho, y responden muchos interrogantes que los investigadores se fueron haciendo en el proceso. Entre ellos: ¿había algún cómplice que los aguardaba en algún lugar cercano? ¿Contaron con el apoyo de gente de Coronel Suárez? ¿De dónde eran los malhechores, de Suárez o de la zona?  

La línea de investigación comenzó analizando las comunicaciones de las compañías de celulares ese domingo. Diez mil llamados. Un primer rastreo y resuelven achicar la franja de investigación a las dos horas anteriores al hecho. Ahí hubo un número de celular con característica de Pringles que llamó la atención de Ricardo Franssen (titular de la Sub DDI) y su equipo. Ese mismo celular se vuelve a activar, después del hecho, cerca de las 12 de la noche, con comunicaciones cortitas, con otro celular de la misma característica: 02922. Este número que recepciona las llamadas sí tenía titular, y es una persona allegada a Gerling.  

Se hace una triangulación de las antenas que están cercanas, y se detecta que ese mismo celular fue captado por antenas telefónicas cercanas a San Eloy, Líbano y Laprida. Concluyendo que hubo una o dos personas –por las cámaras de vigilancia se detecta que se movilizaron en una camioneta Renault Duster color negra, la que a la semana del hecho fue vendida- que habrían concurrido a buscar a los dos sujetos que habían cometido el intento de asalto y homicidio en Suárez, alzándolos, a la altura de Bathurst, más o menos, utilizando caminos rurales, para evitar los sectores de control policial. Esto habría sucedido alrededor a la 1 de la madrugada del 26 de octubre.  

De la investigación policial surge que quien los busca es propietario de un taller mecánico en Coronel Pringles.  

Con toda esta información que va recopilando el equipo de investigación de la Sub DDI Coronel Suárez, se le solicita a la justicia la intervención para la escucha de seis teléfonos celulares, los que durante todo este tiempo fueron controlados en horas de mucho trabajo, por parte de los hombres de la fuerza policial, destinados a la investigación.  

La información policial, que se dio a los medios de prensa de Suárez y Pringles, publicada en nuestro Diario Digital el 15 de enero, fue para justificar la presencia de móviles y personal policial que, en esos días, habían estado haciendo investigación en el lugar, que es domicilio de los ahora imputados de la autoría del homicidio de José Baier. Y para, como se dice en la jerga policial, “mover un poco el avispero”. Porque esa noticia indicaba que la Sub DDI tenía en sus manos pistas firmes que relacionan el homicidio “con pringlenses de frondoso prontuario”, tal como decía el informe policial.  

Con esa noticia se detectaron llamadas, comunicaciones, que ratificaron la línea investigativa que se estaba llevando adelante.  

En el medio, a mediados de este mismo mes de marzo, Mario Gerling es detenido por la Policía de Tornquist, por los robos que se venían produciendo en las Rutas 76 y 33, en cercanías de la comarca serrana. Se le encontraron clavos miguelitos en su poder y otros elementos probatorios de su autoría en estos hechos. Esa detención fue posible también porque desde la Sub DDI se aportaron elementos que condujeron a esta detención, ya que Gerling era uno de los sujetos que estaba siendo vigilado.  

El 23 de marzo de este año, los allanamientos policiales fueron en Rauch 1244 y otro domicilio en la calle 43 y 19, domicilios que la Policía tiene registrado de Mario Gerling. También en Juan López 805, donde vive Cesar Ezequiel “Cuqui” Pereyra. Y en Medina 1331, taller mecánico y domicilio de la pareja, que la Policía indica en su investigación concurrieron a la zona de Bathurst a auxiliar a Gerling y Pereyra. 

La justicia tendrá que determinar si esta pareja actuó con conocimiento de la gravedad del hecho que habían cometido en Coronel Suárez. Si la respuesta que encuentra la justicia es que sí, podrían quedar sindicados como cómplices.   

En cada uno de los allanamientos se incautaron teléfonos celulares y otros elementos de importancia para la causa.  

Esos allanamientos producidos en el mes de marzo de este año, fueron el resultado de muchos meses de investigación policial. Silenciosa, realizada con mucho esfuerzo y soportando la presión social porque el hecho no estaba esclarecido.