18/10/2025MUNICIPIO

Cintia Fuhr y la tarea diaria de los inspectores municipales: una cuestión de conciencia más que de control

La directora del área de Inspección Municipal, Cintia Fuhr, se refirió al funcionamiento del cuerpo de inspectores y a los desafíos cotidianos que enfrentan, especialmente en lo que respecta al tránsito y a la falta de conciencia de algunos conductores.

Actualmente, el equipo cuenta con seis inspectores por la mañana y cinco por la tarde, una cifra que resulta insuficiente para cubrir todos los puntos sensibles de la ciudad. “Las tareas de inspección son muchas y coinciden en los mismos horarios críticos, como los ingresos y salidas de las escuelas. Por eso, aunque sumemos personal, es difícil tener presencia en todos los colegios a la vez”, explicó.

Fuhr admitió que los alrededores de las instituciones educativas son los lugares más problemáticos. “No hablamos de accidentes, sino de desorden. La mayoría de los conflictos se dan por la ansiedad de querer parar justo en la puerta del colegio. Son diez minutos de caos, y ni hablar si llueve. Hay gente que prefiere hacer doble fila en lugar de estacionar media cuadra más lejos”, describió.

La funcionaria destacó que la presencia de inspectores cambia notablemente la conducta de los conductores. “El día que no están, automáticamente vuelven las dobles filas y el desorden. Es una cuestión de costumbre y de conciencia. Todos sabemos que está mal, pero muchos deciden hacerlo igual”, advirtió.

En cuanto a las infracciones más frecuentes, detalló que además del mal estacionamiento en rampas o lugares señalizados para personas con discapacidad, la doble fila es hoy la más habitual. “Parece que se hubiera incorporado como maniobra permitida, y bajo ningún punto de vista lo es”, enfatizó.

Sobre el trato con los vecinos durante los controles, señaló que, si bien las discusiones disminuyeron, persiste la falta de empatía. “Antes la gente discutía más; hoy, la mayoría acepta la multa, pero no cambia el comportamiento. Y eso es lo más preocupante. No es desconocimiento de las normas, es una decisión de no cumplirlas”, afirmó.

Fuhr sostuvo que la seguridad vial depende más de la responsabilidad individual que de la sanción: “No tiene que ver con la multa, sino con entender que dejar el auto en doble fila puede obligar a un chico a pasar entre los autos. A veces decimos ‘son dos minutos’, pero en esos dos minutos generás una situación insegura para los demás”.

Por último, destacó el trabajo que se viene realizando en la señalización de ochavas y rampas, con la pintura de cordones y esquinas. “Estamos reforzando las marcas porque, aunque la norma es clara, algunos se excusan diciendo que no está pintado. No cuesta nada respetar los espacios pensados para los demás. Es una cuestión de empatía y respeto, no de desconocimiento”, concluyó Cintia Fuhr.