“Tengo la certeza absoluta de que todos los que están acá portan la angustia de vivir en una sociedad que consagra la impunidad”
Éstas fueron algunas de las manifestaciones en la marcha silenciosa que pidió justicia por don Tomás Schwab. Hablaron sus hijos: Irene, María Laura, Gabriel y Alcira, en diferentes momentos de la marcha que en silencio, se constituyó en reclamo por un hecho muy grave que no tiene culpables, según la determinación de la justicia, en el fallo que brindó hace unos días atrás el juicio por jurados, en los Tribunales de Bahía Blanca.
“Somos muchos, mucha gente buena; tenemos que poder con esta sociedad que se está acostumbrando a que el delito y la injusticia sea cosa de todos los días” dijo Irene Schwab. Agregó que la caminata hasta el cementerio, la colocación de una ofrenda de flores, la oración que se iba a producir frente a donde están los restos de Tomás Schwab, eran para que “este crimen lo recordemos como algo injusto y que no nos acostumbremos a esto”. Agradeciendo a todos los que concurrieron y acompañaron a toda la familia.
Otro de los hijos que habló en la marcha del domingo, fue María Laura Schwab. Lo hizo en el cementerio de la primera colonia alemana. Con toda la congoja en su voz, dijo que confiaba en la justicia de Dios: “Cuesta entender lo que papá padeció hace dos años y el revés que tuvimos de la justicia hace unos días. Pero en medio del dolor, nosotros que tenemos fe, que tenemos la esperanza todavía en una instancia superior, donde no haya ni jurados, ni abogados, ni mentiras: la Justicia Divina, de la que nadie va a poder escapar, que es irrevocable, definitiva y dura para toda la eternidad”. Dijo que con esa esperanza, siguen adelante, guiados por el ejemplo y los valores que les dejaron sus padres, “rezando en cada misa porque papá pueda estar descansando en paz, junto a mamá, en los brazos misericordiosos de nuestro Dios”.
Gabriel habló de su padre, de su bonhomía: “Sé que muchos de los que están acá hoy, lo están porque reconocieron en mi padre un hombre de bien. Lo agradezco. Muchos también estarán porque nos quieren acompañar a nosotros en este doloroso momento. Tengo la certeza absoluta de todos los que están acá portan la angustia de vivir en una sociedad que consagra la impunidad. A todos, muchas gracias por estar”.
Luego de la oración conducida por el diácono Diego Areán, y que haya sido colocada una ofrenda de flores en la tumba de don Tomás Schwab, Alcira, otra de sus hijos, se dirigió a todos, cerrando la marcha y la ceremonia. Dijo que resultaba a toda la familia, ver a tanta gente, acompañándolos. “Es tan conmovedor, como fue conmocionante el resultado del juicio el viernes pasado”. Agradeció a todos, el acompañamiento; también a los medios, que les permitieron expresarse y “descargar un poco nuestro dolor y nuestra indignación”. También agradeció a “todos los conocidos, desconocidos, vecinos, amigos que tuvieron una expresión de apoyo para con nosotros”.
Manifestó entender, que todos los que los acompañaron en la marcha, “se ponen de un lado: del lado de la justicia y de un hombre que con su vida, la honró, que es nuestro padre”. Dijo esperar que su padre repose en paz, “porque justicia, no tiene. Fue un hombre que vivió con principios y esos, nos los legó a nosotros”. Agregó que al caminar en silencio, escuchando sólo el ruido de los pasos de todos y cada uno, “se me ocurrió pensar que nosotros como hijos, y sus nietos, tenemos que seguir sus pasos. Los pasos de nuestros padres, de quienes nos precedieron. De quienes vinieron a forjar la colonia, buscando un lugar mejor. Y lamentablemente, ahora vemos que ese lugar, ya no es el mejor”.
Alcira Schwab, cerró diciendo que la muerte de su padre, es, “injusta en todo sentido. Porque era una persona anciana, tenía su energía, su vitalidad, pero estaba indefenso. Y alguien, lo atacó cruelmente. Y realmente, no merecía la muerte que tuvo. Merecía terminar su vida en paz, rodeado de sus nietos, compartiendo con ellos, como hacía, charlando, compartiendo mates, encuentros. No era esta la forma para que se vaya mi padre, ni nadie. Nadie merece esta forma de morir”.
Repudió a la justicia, “que no hizo justicia por nuestro padre”, expresó Alcira Schwab. “No es posible que no se hayan podido juntar 12 personas justas, para emitir un veredicto y que nos salve a todos del desamparo de la inseguridad que vivimos cuando papá falleció. Y del desamparo de la justicia, ahora, cuando emitió este fallo”.
Enfatizó que la sociedad, no está preparada para impartir justicia: “Si jueces, doctores, cometen actos de injusticia, cómo, gente común, integrante de un jurado, no le va a suceder lo mismo. No tenemos que entregar un acto de tanto valor y de tanto peso, en lo colectivo y en lo individual, en manos de todos nosotros que no sabemos. La realidad es esa, no estamos preparados, no tenemos una formación jurídica, para resolver en este tipo de cuestiones”.
Alcira Schwab, cerró sus palabras, considerando “que no se hizo justicia. Y en lo personal me gustaría creer que todos los que estamos acá nos importa la justicia y no vamos a claudicar, y que cada vez que se cometa un acto de injusticia no vamos a permanecer impávidos, sino que vamos a acompañar, para que no se repitan otros actos de injusticia”.