31/08/2020JUDICIAL

Un suarense condenado por abusar de su nieta postiza y una amiga de la pequeña.

El acusado recibió 10 años de cárcel. Los hechos se registraron en Coronel Suárez, entre 2016 y 2018, y fueron denunciados cuando una de las niñas logró romper el silencio frente a su madre.

El apoyo incondicional de sus madres y la decisión de llegar hasta las últimas consecuencias determinó que un hombre fuera condenado, en las últimas horas, a una pena de 10 años de cárcel, acusado de abusar sexualmente de dos nenas, una de las cuales forma parte de su familia.

La sentencia, dictada en un debate abreviado por el juez Hugo Adrián De Rosa, del Tribunal en lo Criminal N° 1, recayó en una persona de 62 años que fue detenida a fines de 2019 en una vivienda de nuestra ciudad.

Previamente, la fiscalía y la defensa, con la aceptación del procesado, habían acordado la calificación legal de los hechos y el monto de la sanción.

Una de las víctimas es nietastra del acusado y relató que sufrió los abusos entre 2016 y 2018.

Describió que comenzaron cuando contaba con apenas 7 años de edad y se extendieron hasta los 10.

Mediante el sistema de Cámara Gesell relató que los episodios sucedieron en reiteradas ocasiones y en dos viviendas de aquella ciudad.

Explicó que ocurrían cuando se quedaba a dormir en la casa de su abuela y que el imputado -no se lo identifica para preservar a las víctimas- aprovechaba las ocasiones en las que se quedaban a solas para manosearla y someterla a otras prácticas sexuales.

También refirió que ella le manifestaba su desagrado por lo que pasaba, pero que él (por el condenado) no le hacía caso y continuaba.

De la misma forma, comentó que el hombre le decía que no debía contarle a nadie lo que sucedía.

Esta trama de abusos quedó expuesta en octubre de 2018, cuando el procesado manoseó a una amiga de su nietastra.

La excusa de las fotos

Esa menor declaró que estaba en la casa de la otra niña cuando el acusado la condujo a la cocina, con la excusa de mostrarle algunas fotos, y la sometió.

La madre de la niña dijo que ese día notó extraña a su hija y que a lo largo de la semana exhibió un comportamiento raro: no salía de su habitación y casi no concurría a lo de su amiga.

Recordó que estaban viendo televisión juntas y que en determinado momento la nena le manifestó que tenía algo que contarle, tras lo cual le describió lo sucedido esa jornada y un episodio sufrido con anterioridad.

La mujer, rápidamente, se puso en contacto con la madre de la otra chica para contarle lo que había pasado y esta le preguntó de inmediato a su hija, descubriendo que también había sido abusada por su padrastro.

En consecuencia, ambas mujeres decidieron realizar la denuncia penal y el hecho comenzó a ser investigado por la fiscal Marina Lara.

Relatos creíbles

Las psicólogas que entrevistaron a las nenas señalaron que ambas contaron los hechos de manera espontánea y que no advirtieron en sus testimonios indicios de fabulación o presiones externas.

Respecto de la nietastra del acusado, indicaron que observaron sentimientos de culpa y tristeza asociados a lo ocurrido.

También describieron que la revelación de los abusos le permitió dejar atrás comportamientos agresivos y conductas obsesivas en relación al aseo corporal.

“Valorada la prueba, no quedan dudas de que el autor del hecho es el imputado. Las declaraciones efectuadas por las víctimas me resultaron creíbles, encontrando sustento en su validación con las pericias psicológicas”, señaló el juez en el fallo.

Por todo ello, el doctor De Rosa encontró culpable al procesado de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, reiterado y agravado por estar a cargo de la guarda de la víctima; y abuso sexual simple (dos hechos) y le impuso la pena de 10 años de prisión.

Fuente: La Nueva.