Gran venta de garage a beneficio de la Biblioteca Popular Infantil, que busca reunir fondos para pagar su deuda de alquiler

La presidenta de la Biblioteca Popular Infantil, Gladys Meyer, dio detalles de la actividad que proponen a los vecinos de Coronel Suárez, con el objetivo de solventar el mantenimiento de la institución.
Primeramente, la entrevistada afirmó que, en lo que a socios respecta, “el movimiento es espectacular”. Aseguró que están teniendo mucho público que se acerca, consulta, retira libros y regresan: “No bajamos de 25 a treinta personas por día” marcó, indicando que, si bien no es lo que sucedía antes de la pandemia, “por lo menos hay movida”.
Consultada Gladys Meyer sobre cómo se desarrollará la venta de garage, anticipó que no habrá ropa “porque consideramos que hay otras instituciones que se dedican pura y exclusivamente a la ropa y nos pareció que no era adecuado. Hay que tratar de no pisar a los otros”.
Sí se encontrarán elementos de cocina, para la construcción, frentes de placard, salamandras, adornos, vajilla, entre otras cosas como televisores, muebles y equipos de música.
“Será de lo más variado” describió Meyer, agregando que se realizará en la avenida Conturbi 618 porque les prestaron una casa vacía, lo que representa una facilidad mayor a realizarla en instalaciones de la Biblioteca: “Consideramos que era mucha movida y había que sacar muchas cosas de la Biblioteca” dijo Meyer, apuntando a que buscan auspiciar de puente entre aquel que donó elementos que ya no usaba y quien pueda necesitarlos”. Será los días 5 y 6 de noviembre, de 10 a 18 horas.
Pese a eso, aclaró que el objetivo esencial es recaudar fondos para suprimir la deuda de alquiler que tienen para con el Rotary Club Coronel Suárez: “Vivimos en dificultad” afirmó, agregando que se hicieron cargo de una deuda que no les corresponde: “Fue un poco por vergüenza, un poco nobleza obliga, porque estamos en una institución que no ha cuestionado nunca nada, pero así como nosotros no pudimos realizar actividades por la pandemia, no pudieron ellos tampoco, y estuvimos más que preocupados porque iban a suspender las becas por no tener el dinero”.
Aseguró Meyer que se sintieron avergonzados por esa situación, motivo que llevó a que hagan extensivo el CBU para que los vecinos colaboren con donaciones de dinero para la Bibliotequita. A partir de eso, muchos fueron quienes se sumaron a ayudar y pudieron solucionar algunas cosas.
“La deuda es de 174 mil pesos que, para un Municipio bien administrado, es nada” resaltó la Presidenta de la institución, destacando que, gracias a todas esas actividades llevadas adelante, pudieron pagar hasta agosto de este año, aunque ahora están en cero pesos: “Decidimos hacer un llamado a la comunidad para ver si podemos reunir, aunque sea, para septiembre” dijo.
Lo que cuestionó Meyer fue “¿por qué una Biblioteca tiene que pagar luz, gas y alquiler cuando está haciendo tareas al servicio de la comunidad, haciendo tareas que desligan al Estado de ciertas responsabilidades?”. En ese punto fue que sostuvo que “el Estado es el que debería acompañar en su función a las instituciones”.
Consultada Gladys Meyer sobre si tuvieron algún tipo de contacto o respuesta de funcionarios políticos sobre lo que al alquiler respecta, ella recordó que, cuando se mudaron del espacio del Mercado de las Artes -hoy Sala Bicentenario- se había comprometido -el Estado- a pagar el alquiler: “Consulté con la parte legal de la CONABIP para saber qué hacer” confió Gladys Meyer, agregando que le dijeron que no debe hacerse cargo de un alquiler la Biblioteca. De ese modo, como el acuerdo lo hizo el Municipio con el Rotary, quien debe hacerse cargo es el propio Municipio local.