Centro de Día, con un déficit que se agranda mes a mes

“El Centro de Día está como está todo este año. Muy difícil, fue un año complejo y sigue siendo complejo desde todos lados sostenerlo. No se puede hacer ningún evento, entonces es muy difícil”. 

Agrega que “hay deudas grandes que se generan. El último aumento de la cápita de los chicos fue en octubre del 2019. Entonces, también, al aumento general de las cosas, se ha ido incrementando el gasto en la institución, por lo que es más difícil”. 

La deuda se incrementa mes a mes. “Mensualmente quedamos alrededor de 200 mil pesos abajo, todos los meses. Es mucho y se sigue acumulando”. 

La deuda, explica Otegui, “no es con los empleados, que están al día, con sus sueldos al día. Se van generando en varios lugares deudas”. 

Igual dice que este año “se encara con mucho optimismo. El año pasado fue muy difícil para los chicos, que no han podido concurrir a la actividad de día. Un año al cual nosotros no pudimos ingresar nadie a la parte internación, entonces no se pueden facturar nuevos ingresos”. 

Actualmente en el hogar del Centro de Día hay entre 12 o 13 residentes. 

En tanto, en lo que refiere a las actividades de para el hogar de día, indica “Coqui” Otegui que “allí por el mes de diciembre, o primeros días de enero, se presentó el protocolo para ver si este año se podía hacer actividad. Fue aceptado. Por lo que ya se está hablando con los padres para recomenzar la actividad”. 

En el hogar, en la parte de residentes, hubo infectación con el virus Covid-19. “Fue la primera institución en la que se infectaron con este virus todos los residentes. Pero, gracias a Dios, al apoyo de los médicos y al personal que trabaja, fue muy leve en los internados, no en algunos miembros del personal, que la pasaron un poco más difícil. Esto fue terrible para todos: el personal y la Comisión. Agradezco enormemente que hayamos superado eso de la manera en que se salió”. 

De a poco se busca volver a la normalidad. “Hay que tomar precauciones. Sabemos que esta enfermedad genera defensas por un tiempo limitado, por lo que hay que seguir tomando precauciones, muchos cuidados”. 

En cuanto a los pagos de las obras sociales, dice Otegui que “IOMA viene con sus pagos un poquito lento, pero viene. Pero con una cápita muy atrasada, de acuerdo a los aumentos que hemos tenido en todo. Por eso se nos hace muy, muy difícil”. 

A la comunidad, como siempre, el agradecimiento: “a todos los que colaboran debemos decirles un ‘gracias enorme’. Si no fuera por todos los que colaboran, de manera anónima, deberíamos haber hecho algo que no quiero repetir. Porque la institución esta tiene que seguir. Sea como sea. Porque es necesaria para la población. Espero que algún día podamos encontrarle el equilibrio, desde el lado que tiene que ser, que es desde el Estado. Y que sea más leve, se pueda disfrutar más y no siempre estar corriendo y pidiendo para sostener la institución. Es una pelea anual y diaria”.