06/10/2020HISTORIA

Malvinas. El 14 de junio de 1982.

10.00/10.30 Hrs... Aproximadamente. Por Rubén Brodsky.

Atentos como vivíamos permanentemente comenzó un nuevo día para nosotros.

Día que, por supuesto, no cambiaría respecto del anterior y del que lo antecedía y etc...

Día de mucho frío y viento a lo que se asociaba una nevisca más intensa.

Dia gris y casi oscuro, amanecía como todos los demás.

Día en que el hambre, quién se había hecho dueño de nosotros, casi había pasado al olvido, porque ellos estaban ahí nomás.

No había dormido nada durante la larga y terrible noche, lo cual no era una novedad.

Ninguno de nosotros podía hacerlo (el ataque continuo nos hacía imposible conciliar el sueño) y no recordábamos si dormimos alguna vez.

No hubo tiempo para eso.

El retrato de cada uno de nosotros era irreal.

No teníamos oportunidad de mejorarlo y ni lo pensábamos.

Sin embargo como estábamos acostumbrados a confraternizar todo nos parecía lo mismo.

Éramos iguales, un calco.

Primero fueron los aviones.

Luego los barcos.

Luego los cañones desde tierra.

Armas largas, cortas...

Lo cierto es que los ruidos de las diferentes deflagraciones estaban por doquier... Todo era útil para atacar o defender.

Todo valía.

Al principio era un jarro lleno de mate cocido y pan..

Luego el guiso caliente y, a veces también, pan y hasta una fruta.

Más tarde, el que tuvo posibilidades ligaba y la cocina de combate llegaba, un guiso tipo sopa, mate cocido solamente.. al final casi sin azúcar.

Luego todo cambió ,tanto que salteamos alguna ración, al principio.

Sobre el final salteábamos casi todo y cada uno se arreglaba como podía.

Ni detenerme a mencionar nuestra ropa, era una guerra, que pretendíamos?.

Pero llegó el 14 de Junio.

El delirio furioso en que vivíamos iba a culminar tan abruptamente que nos sorprendió.

El silencio enorme que siguió sólo se interrumpió cuando se nos avisó que LA RESISTENCIA FINAL había acabado.

Hasta me pareció que hubo algo de sol, pero creo, que me pareció.

La guerra había acabado.

Ese día se sucedieron tantas situaciones como las vividas durante todo el conflicto.

Terminamos siendo hormigas que íbamos de un lado para el otro de acuerdo a la orden y a la sucesiva contraorden, transformándose todo en un caos.

Nos habían advertido que no nos dejarían pasar material fotográfico, entre otras tantas cosas, razón por la cual escondí mi cámara entre los tambores de aeronafta de mi posición, envuelta en mucho plástico y papel  (quizás algún día vuelva y la recupere, pensé....volví y no la encontré).

En un momento nos ordenaron encolumnarnos e ir a un sector en las inmediaciones de Puerto Argentino  a dejar nuestros armamentos, nuestros cascos... eso fue tristísimo, y ahí vi que la guerra se había terminado en serio y con ello nuestras ilusiones, nuestro esfuerzo.

También nos revisaron, tuve que dejar el cinto ,mis cordones de los borceguíes y todo aquello que podría significar un arma de defensa.

Con mi cinto casi pierdo mi pantalón de combate...estaba tan flaco que se cayeron.

Finalmente volvimos a nuestras posiciones por escaso tiempo luego del cual al galpón de prisioneros de guerra.

La vuelta a la vida pensé o quizás no. Que sería de nosotros?. (estaba todo tan lejos... pero como podía suponer lo que significaba la posguerra si no tenia experiencia en eso?.)