06/08/2021HISTORIA

Llevamos el nombre de uno de los libertadores de América, un valeroso e inteligente militar de los albores de la patria

Es en la década del 80, cuando se oficializó, por decreto, algo que ya estaba establecido por costumbre y tradición entre los suarenses: el día de Coronel Suárez, se festejaba en la fecha donde se conmemoraba la Batalla de Junín y se celebra a su héroe, cuyo nombre portamos los suarenses.

La profesora de Historia Nancy Schwindt explica que el Coronel Isidoro Suárez es “uno de los nombres olvidados como grandes libertadores de esas campañas increíbles, que nos libraron del dominio español”, por lo cual, “es un orgullo pertenecer a una ciudad que lleva uno de los nombres de estos héroes”.  

Suárez había nacido en 1799 en Buenos Aires, y falleció en 1846 en Uruguay. Fue militar argentino y formó parte “de ese glorioso Ejército de los Andes, creado por San Martín, para comenzar la campaña libertadora en nombre de la entonces Provincias Unidas del Río de La Plata”.  

Suárez es uno “de los hacedores de esa imponente proeza que fue el cruce de los Andes. Junto a San Martín, en 1817, desarrolla las batallas que culminan con la liberación de Chile”, luego se embarcan hacia Perú.  

En una de las batallas en territorio chileno, el entonces teniente Isidoro Suárez “logra apresar a Marcó del Pont, que era el jefe del ejército español, por lo que recibe un ascenso y el agradecimiento de San Martín”, explica la docente consultada.  

En Perú participa de varias batallas, “incluso recibe por las victorias logradas el ascenso a Teniente Coronel”. Pero, sobre todo, se lo recuerda “por la histórica Batalla de Junín”.  

Hay que tomar en cuenta que para 1822 “todo el ejército conformado por argentinos y chilenos pasó a estar al mando de Simón Bolívar, quien sucede a San Martín en la campaña libertadora. A las órdenes de Bolívar se produce la que es la anteúltima batalla definitiva –la última será la de Ayacucho-. En esta batalla, en la de Junín, nuestros ejércitos patriotas vencen a los realistas y paulatinamente ya consolidan el fin del dominio español en América”.  

Cómo fue la batalla de Junín.

Fue un combate de corto tiempo, el 6 de agosto de 1824, “realizado en un cañadón”, explica la profesora Nancy Schwindt. “Era un lugar fangoso, entre cerros. Un lugar sumamente complejo para desarrollar un combate”. 

El ejército patriota “tenía dos alas centrales, que eran las comandadas por los futuros coroneles Olavarría y Necochea. Las fracciones comandadas por ambos se enfrentan a las tropas españolas. Por superioridad numérica, perdían la batalla. Iban siendo vencidos, a tal punto, que tanto Olavarría como Necochea resolvieron retirarse y abandonar -frente al hecho de la derrota- ese cañadón.

“Estaban siendo seguidos por la caballería española. Pero, en un recodo, estaban las tropas comandadas por Isidoro Suárez, ocultas. Es en ese momento donde el Coronel Suárez, estratégicamente, espera el paso de las tropas libertarias americanas, y que detrás pasen las tropas españolas”.  

En la continuidad del relato de esta rápida y definitoria batalla, la profesora Schwindt cuenta que “en ese momento, de manera abrupta, desoyendo la orden de retirada y esperando el momento estratégico, las tropas comandadas por Suárez atacan a una caballería española que no supo qué pasaba y cómo hacer para enfrentar en un espacio tan estrecho a un ejército que venía desde la retaguardia”. Es así que, “inmediatamente, los soldados que estaban en retirada y perseguidos vuelven y contratacan”.  

Sin lugar a dudas, “el héroe de la Batalla de Junín es el Coronel Isidoro Suárez. Con la decisión de no participar de entrada en la batalla, de esperar en un recodo oculto, de utilizar el factor sorpresa, en un momento en que el ejército español estaba totalmente desprevenido. Por eso lo llamamos el Héroe de Junín. Además, fue uno de los grandes que acompañó a San Martín, sin él esta batalla hubiera estado perdida y la ansiada independencia no se hubiese consolidado en el campo militar hasta mucho tiempo después”. Por todo esto es que “es un orgullo que nuestra ciudad lleve el nombre del Coronel Isidoro Suárez”.  

Más adelante, y ya de regreso en el país, Isidoro Suárez continuó como militar al servicio de la patria. Es así que participa en la guerra con el Brasil. Pero en el año 1830, junto con Olavarría, deciden radicarse en Uruguay, por diferencias fundamentales con quien entonces era la figura política más fuerte de la Argentina: Juan Manuel de Rosas.  

Ambos, amigos entrañables, fallecen en ese país. En el año 1879, “durante la presidencia de Avellaneda, los cuerpos de ambos son repatriados. Están en el cementerio de la Recoleta, cada uno en el mausoleo familiar. Cada 6 de agosto los Húsares de Junín, sucesores de Suárez, le hacen una guardia de honor. 

“El Coronel Isidoro Suárez fue muy respetado en el ámbito militar. Incluso hay crónicas en todo lo que son los diarios de las batallas. Una, de las que más asombra, es la Batalla de Junín. Fue la inteligencia y la capacidad de Suárez lo que conduce al triunfo. Así que es muy respetado dentro de los mandos militares y de los cuerpos de soldados”. Por eso, cada 6 de agosto, los Húsares de Junín le rinden honores, “por la gran proeza que fue esta batalla”.