19/11/2019HISTORIA

El porqué del feriado del lunes: mañana miércoles se conmemora el Día de la Soberanía Nacional.

El acontecimiento que se recuerda y homenajea, ocurrió el 20 de noviembre de 1845, en un lugar del Río de la Plata, conocido como La vuelta de Obligado.

Barcos ingleses y franceses que venían bloqueando desde hacía unos años ese curso de agua, y que pretendían poder navegar libremente los ríos interiores como el Paraná, para comerciar, sin ningún tipo de control

Se ataron barcazas con fuertes cadenas de hierro, para impedir el paso de los barcos, en uno de los extremos, un bergantín. Se dispusieron barcazas incendiarias para ser lanzadas río abajo contra la flota invasora. Desde la costa, cuatro baterías, con viejos cañones para disparar a la poderosa flota enemiga. Dispuestos en tierra 500 infantes para la defensa del territorio.

Para el final del día y en combates que se libraron incluso cuerpo a cuerpo, la batalla estaría perdida. Luego vendría una victoria diplomática. Los barcos ingleses y franceses debieron permanecer más de un mes por reparaciones en el lugar y aunque lograron remontar el río, la victoria vino por vía la vía diplomática: se firmó un tratado, mediante el cual los ingleses reconocían la soberanía argentina sobre sus ríos interiores.

Francia demoró en acordar pero finalmente lo hizo.

Gobernaba el país Juan Manuel de Rosas, como gobernador de Buenos Aires y representante para el exterior de las provincias unidas en Confederación.

Consultada la profesora Gladys Meyer de Pérez, sobre esta fecha histórica, dijo que “se recuerda en este día la famosa intervención de Inglaterra en Francia, contra el Río de la Plata, bajo el poder de Rosas, en ese momento. Buenos Aires está cercado y Rosas ordena hacer frente al avance de la flota enemiga, en la Vuelta de Obligado, en un recodo que tiene el río. Si bien es cierto que logran pasar, lo que demuestra es la valentía de los criollos de aquella época, que, a pesar de estar luchando contra una gran potencia, hacen frente y demuestran que el Río de la Plata se puede defender de las grandes potencias del mundo. En ese momento Inglaterra es la potencia mundial más fuerte, acompañada por Francia”.

Detrás de esta historia, la economía: los intereses de una potencia en comerciar sin trabas, imponiendo sus productos.

“Inglaterra no es ninguna improvisada. Desde 1801 hasta prácticamente 1860, los británicos tuvieron una red de comercio muy importante en el interior de nuestro territorio. Era una red muy importante que mantenía informado a Inglaterra de todo lo que ocurría en el interior de nuestro territorio a la Foreing Office. Ellos sabían qué se estaba hablando en el interior de las casas, la necesidad de revolución y de independizarse de España. Todo eso estaba muy claro. Como eran comerciantes británicos la gente aquellos que querían separarse de España hablaban con libertad porque entendían que quien estaba con ellos sabía lo que ellos querían. Cuando Adolfo Saldías escribe “Historia de la Confederación Argentina, se encuentra con que la única documentación veraz que puede tener la tiene Manuelita, la hija de Rosas que no está en el país. Le escribe, la va a entrevista y ella le entrega un baúl con documentos que Rosas se lleva cuando se marcha”.

“Rosas decía que lo iban a culpar de cosas que no hizo, por eso, se llevó ciertos documentos. A Adolfo Saldías, eso le sirve para hacer un revisionismo histórico con respecto a Rosas, muy importante. Cuando él va a Inglaterra, pide autorización de revisar en los archivos británicos para hacer la historia de Rosas. Se lo prestan!. Lo puede hacer. Y ahí descubre todo lo que Gran Bretaña sabía y nosotros no. Inglaterra sabía que se iba a producir en cualquier momento un detonante para marcar la independencia de Argentina y de otros países”.

Sobre la figura de Rosas, amado y odiado en igual medida, la profesora Gladys Meyer, propuso compararlo con la actualidad.

“Nosotros somos dualistas; o sos o no sos; no hay término medio en este país. Con los años que tengo veo que somos un país de fanáticos. Lo que estamos viviendo es un resultado de la época de Rosas: o sos rosista o sos antirosista, el término medio parece ser que no existe en nuestro país”.

Por esta acción de defensa del territorio, San Martín le regala su sable corvo a Rosas. “Porque defiende la soberanía. Yo en esto no estoy de acuerdo con las críticas que se le hacen, San Martín hizo lo que consideró adecuado. En ese momento, era alguien que se merecía tener un recuerdo a algo importante de él, por el sólo hecho de haber defendido la soberanía. En esos años no había la comunicación que hay ahora. San Martín recibía información a largo plazo y con distintas opiniones. La realidad no se sabía. Hoy día, regalar algo a algún político, habría que pensarlo varias veces. Yo no sé si hubiese sabido San Martín que Rosas puso las Islas Malvinas como parte de pago de la deuda externa, no sé si se le hubiera dado el sabe. Los rosistas se olvidan siempre de hablar de ese teme. Como todo político fanático, las cosas malas no las ven.

Rosas hizo una oferta para salvar la deuda externa entregando las Islas Malvinas. De eso, nunca se acuerda la gente los profesores de historia. Eso también es parte de la historia y hay que decirla. Con eso se baja el fanatismo. La realidad, es que son seres humanos que gobiernas.

Pensó que tal vez las Islas Malvinas no servían para nada. ¿Pero Inglaterra no es tonta, y qué hace? Dice para qué vamos a aceptarla como parte de pago si ya las tenemos. Entonces, se niega. ¿Qué hubiera pasado si lo aceptaba? Estaban reconociendo que lo usurpaba. Sin embargo, no lo hicieron. No lo aceptaron, porque ya las tenían en su poder, porque las habían usurpado.