24/03/2020HISTORIA

Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia Que el coronavirus y la cuarentena establecida como medida de protección no dejen pasar por alto esta fecha.

Hoy es 24 de marzo: un día para no olvidar que en el año 1976 se inició la dictadura militar que sumó miles de muertos, desaparecidos y sumió a toda la población en un estado de terror, con secuelas directas e indirectas que seguimos sufriendo.

Luciana Feliziani vive en la localidad de Huanguelén. Es hija de un desaparecido y muerto por la dictadura militar.

Sus palabras, aún retaceando la historia personal –para evitar morbosidad, aclara- le ponen rostro a un doloroso retaso de la historia argentina reciente.

Convoca a la reflexión, a tomar parte, a no ser indiferentes. Analiza que en Coronel Suárez ciudad esta fecha pasa casi desapercibida. ¿Por qué será? Es el lugar, donde en los primeros años post dictadura, se dijo que acá no había pasado nada. ¿Uno recuerda que Daniel Abot no es un suarense que estuvo varios años preso ilegalmente, sufriendo torturas? ¿Pero además no tuvimos otros presos, y gente que se autocensuró o vivía con miedo durante esos años? ¿Acaso Huanguelén (dónde también pasaron cosas terribles), no es parte del distrito?

Como contrapartida, en Huanguelén, hay una comunidad que mantiene viva esta conmemoración. Porque si se recuerda, no se pierde la memoria, hay mejores posibilidades de no repetir la historia.

Hoy se realiza una conmemoración virtual con un video que se preparó especialmente por esta fecha.

Luciana Feliziani dice que “mi papá es muerto en dictadura. Soy una de las familiares de Huanguelén, a la que nos tocó la fibra más íntima”.

Entre lo que pudo reconstruir, lo que le contó su mamá, lo que investigó, dice que “puedo agradecer saber dónde está mi papá. A diferencia de otros, tengo un lugar físico donde ir, y sé que él está ahí, a diferencia de tantas personas desaparecidas. Que no es lo mismo”.

Su papá era peruano, estaba estudiando medicina en La Plata, junto con su mamá, que es de Huanguelén. Cuenta que se conocieron como estudiantes.

“A mi papá lo levantaron de la calle. Llegó un amigo que vio esa situación, ahí empezó la búsqueda por todos lados. En esos momentos yo tenía 9 meses.

Pongámonos en la situación de toque de queda y todo eso. mi mamá empezó la búsqueda. Un amigo de otro amigo le paso el dato de la morgue tal… hasta que lo encontraron. Fue cerca de Semana Santa de ese año, y como no iba a haber servicios, cuando lo encontraron, lo enterraron. No en una fosa común, como tantas otras personas”.

Habla de la importancia de construir la memoria colectiva del pueblo, cuando hay generaciones nuevas de jóvenes que esto no lo vivieron. Y muchos que lo vivieron, lo niegan o pretenden olvidarlo.

Al respecto, Luciana dice que “cada uno de nosotros construye le memoria día a día. más en pueblos y en ciudades chicas como las nuestras. Nosotros, en Huanguelén, junto a los familiares y amigos, hace años que hacemos el acto de conmemoración. Lo hacíamos mucho antes de que se instaurara la fecha.

Fueron años complicados, porque éramos nosotros solos. Luego se estableció la fecha como efeméride nacional. Y con el apoyo de Cultura, de la Delegación Huanguelén. A diferencia de ustedes (refiriéndose a los que vivimos en Suárez ciudad), seguimos luchando para que ese día se recuerde, y hacer memoria. En nuestros pueblos y en nuestras ciudades, no es que no pasó nada. Sí pasó, la dictadura nos atravesó a todos, en todo el país, en una u otra forma. Nosotros tenemos desaparecidos, personas que fueron exiliadas, muertos en dictadura. Tenemos de todo. Más allá de esos, la dictadura nos atravesó a todos, desde lo económico, la vida cotidiana.

“Es muy doloroso, a la familia que nos toca, la ignorancia del otro, pero bueno uno puede entender el miedo, las dudas en su momento. ¿Pero después de 44 años…? es muy doloroso la ignorancia del otro!!”.

Por eso habla sobre la importancia de “estar agradecidos de la democracia que tenemos. Yo trabajo en escuelas y te puedo asegurar que las veces que hemos ido a dar charlas, los familiares, los chicos se interesan muchísimo más que los adultos. En este contexto tan particular que la humanidad toda está viviendo –haremos un acto virtual por esta fecha-, lo positivo de todo esto es que, de lo virtual, desde las redes, va a llegar a todos. No van a ser únicamente los que nos acompañan siempre, o el que este año se animó a ir al acto. Quieras o no, desde las redes, el acto va a llegar a todos”.