23/05/2020HISTORIA

A 60 años de la captura de Adolf Eichmann.

El homenaje de la sobrina nieta de Lothar Hermann, el judío alemán que vivió en Coronel Suárez y que desde el año 1954 aportó el dato fundamental para su captura.

Lo que Liliana Hermann y su marido Ariel Mereles han logrado demostrar con su investigación, su perseverancia en la búsqueda de la verdadera historia, es que muchos sabían –autoridades, hombres en el poder- que Adolf Eichmann vivía Argentina, en un barrio de Buenos Aires. 

También, y fundamentalmente, pusieron el nombre del tío abuelo de Liliana, Lothar Hermann, quien dio el dato fundamental que llevó a su captura. Y no Simón Wiesenthal, el nombrado caza nazis, que, durante muchos años, se adjudicó el haber suministrado esa información.

Lothar vivía en un principio en Buenos Aires –muy cerca de Adolf Eichmann, descubrió- y luego se vino a vivir a Coronel Suárez. Sus restos están en el Cementerio Municipal de esta localidad. 

Adolf Eichmann llegó a la Argentina vía pasaporte Cruz Roja, con el nombre de Ricardo Klement. Trabaja en los años 50 en una empresa en Tucumán. Lothar Hermann se lo cruzó a Eichmann en Olivos, en un barrio de Buenos Aires. Eran vecinos con el criminal nazi. 

Silvia, la hija de Lothar, compartía amistad con un grupito de chicos del mismo barrio, en ese grupo estaba Klaus, el hijo del criminal nazi. Se conocen, ambos, en el cine, mirando un ciclo de cine alemán. 

Un día Silvia va a invitarlo a los hermanos de Klaus Eichmann a un “asalto” (los encuentros que se hacían en los hogares). Golpea la puerta, la atiende un señor mayor, pregunta por los hermanos, le pregunta quién es y dice que es su padre, Adolf Eichmann. Es que el criminal nazi no ocultaba su identidad, con total impunidad. Es decir, todos sabían dónde estaban los nazis.

No era no encontrarlo, era no querer encontrarlo. “Y sí, porque así lo dicen las cartas de Lothar. Nadie tenía interés en venir a buscar este criminal. Él lo detalla en sus cartas. Y, por otro lado, se le ha adjudicado a mi tía un romance, durante décadas, que no fue así. Mi tía tenía 12 años, y Klaus 19. En esa época una nena de 12 años no tiene un romance. La realidad es que se tergiversó toda la historia”

En el año 1960 agentes secretos israelíes lo secuestraron en un operativo digno de película. Lo llevaron a Israel, donde fue juzgado y sentenciado a muerte. El 23 de mayo de 1960 es cuando se produce el secuestro del alemán, responsable del plan sistemático que mató a millones de personas, muchos de ellos judíos, bajo la denominación de “La solución final”.

El viernes, vía plataforma online, hubo una comunicación con los institutos de formación docente, N° 160 y N° 48 de Coronel Suárez, y autoridades locales con Liliana Hermann, rindiendo un homenaje a Lothar.

Previamente, en diálogo con La Nueva Radio Suárez, Liliana habló con La Nueva Radio Suárez.

“Se cumplen 60 años de haber llevado a Adolf Eichmann a Israel para enjuiciarlo. Es una buena oportunidad de hacerle un homenaje a Lothar, sobre todo por la falta de compromiso de los historiadores, informadores. Por otro lado, la historia fue ocultada también, por más que hubo un reconocimiento de la Primera Ministra Golda Meier en 1972. Igual, la historia de mi familia fue ocultada”.

Cuenta que, desde hace un tiempo, está trabajando para reconstruir toda la historia. “Muchos archivos en el mundo han desclasificado todo el material y cartas secretas de la labor de Lothar, en este caso que fue emblemático para el mundo y para Israel, que en ese momento era un país muy jovencito”.

Esta labor realizada por Liliana y su esposo fue para reconstruir sus orígenes, también para limpiar el nombre de Lothar, porque su familia, “en ese entonces, fue amenazada. El nombre de Lothar fue oculto, y hubo otra persona que se quedó con los honores de él. Es muy importante trabajar en la historia, para que se conozca la verdadera historia. Hubo mucha gente que nos dio información, nos ha ayudado a conseguir los archivos. Mucha gente en el mundo que aportó. Entre ellos Tuviah Friedman, que fue un judío polaco que en 1959 lanzó una solicitada en un diario alemán que se publicaba en Argentina. La persona que le administraba todo ese archivo ha guardado para la familia Hermann, durante décadas, un libro con todas las cartas de la época, enviadas desde Coronel Suárez por Lothar a Tuviah Friedman a Israel”.

Lothar comienza con las denuncias “en 1954. A la DAIA, a la Embajada de Israel en Buenos Aires, y no obtuvo ninguna respuesta. Después se contactó con el Fiscal General en Frankfort, en 1957, y tampoco tuvo respuesta. Después sí, Tuviah Friedman saca la solicitada en el diario”.

Dice Liliana Hermann que “ha costado un montón que se conozca la historia y reconocer el aporte de Lothar en el hallazgo de Adolf Eichmann. Por un lado, porque no hubo familia que salga a contradecir los dichos de ese famoso cazador de nazis, Simon Wiesenthal, que se ha quedado con los honores de Lothar. Nosotros venimos trabajando hace muchos años, y hoy en día ya Lothar es una persona conocida. Pudimos lograr que Lothar figure en el Museo del Holocausto en Buenos Aires”.