15/07/2019 • ESPECTACULOS
“Noche de Bandoneones”. Un espectáculo musical con sello y prestancia suarense.
Incomparables actuaciones del maestro Albino Lang, Javier Stroman y Julián Mansilla. El acompañamiento de la Orquesta de jóvenes y Adultos bajo la dirección general del Profesor Angel Schamberger. Melodías inolvidables, grandes clásicos que resonaron en el Concejo Deliberante colmado totalmente de público. Fue una noche donde el sonido del histórico bandoneón acaricio el alma y el corazón con la nostalgia de “Adiós Nonino”, “Milonga del Angel”, “Otoño Porteño”, “Danzarín”, “La Yumba” y hasta “La Cumparsita” entre otras obras musicales características.
Un recital que tuvo todo tipo de condimentos se ofreció en la mágica noche del sábado en la sala del Concejo Deliberante, desde el emotivo y sentimental hasta aquel que llevó a la admiración por el virtuosismo y talento de los músicos que participaron de un espectáculo único con tres bandoneones y la orquesta de Jóvenes y Adultos de la Escuela Municipal de música, todo bajo la Dirección General del Maestro Ángel Schamberger.
Condimentos que permitieron a todos cerrar los ojos y transportarse hasta los mejores escenarios de la ciudad de Buenos Aires, porque cabe resaltar que el tango no sólo es porteño, sino que permite que un descendiente de alemanes del Volga, como Albino Lang, le pueda insuflar tanta pasión y sentimiento a cada nota musical, haciéndonos creer que estamos en San Juan y Boedo o en el corazón del barrio de Flores.
Y si bien Albino Lang interpreta varios instrumentos, no caben dudas que su ‘amante’ es el bandoneón, al que acaricia hasta hacerlo gemir de gozo en cada tema.
Y está bien que así sea, porque se dice con justicia que la verdadera voz del tango es el bandoneón, tal vez por su sonoridad, quizás porque de él se desprende esa nostalgia y ese lamento que lo caracteriza, tan propio de la música ciudadana.
Así fue la conmovedora acaricia que recibió el espíritu y el alma mediante un evento artístico que contó con la gran participación de los bandoneones de Javier Stroman, suarense, hoy actuando con gran suceso en agrupaciones nacionales y en notables escenarios que lo tienen como protagonista y que además el sábado se dio el placer de actuar con el maestro dilecto.
Javier Stroman afirmó que “siempre es bueno tocar con el maestro y hacerlo con Albino para mí es un lujo”.
Stroman en la actualidad recorre varios escenarios de la ciudad de Buenos Aires, pero además es un artista internacional ya que ha tenido la oportunidad de ejecutar el bandoneón en Europa en una serie de giras que a llevado a cabo con las orquestas que integró y muchas veces como músico invitado”.
“A los europeos les llama la atención con que pasión tocamos el bandoneón y les encanta bailar el tango”, remarcó Javier Stroman quien desde hace muchos años está radicado en Buenos Aires y hace música de manera profesional quien con la perfecciones que lo caracteriza, entendemos que disfruto plenamente de “La Noche de Bandoneones” recibiendo el cálido aplauso del numeroso público que colmo la sala del Concejo Deliberante y que no ahorró respuestas reiteradas con cerrados aplausos y ovaciones.
Notable presencia además de Julián Mansilla nacido en Bahía Blanca, incursiona en la música estudiando piano y saxo en el Conservatorio de Música de su ciudad, recibiéndose de Profesor de Saxo, más la amplia trayectoria que lo ubican como una figura artística Bahiense por excelencia.
En los últimos años, motivado por el legado bandoneonístico de su abuelo, comienza a estudiar el bandoneón de manera autodidacta, y también, a través de encuentros con exponentes de su ciudad y referentes nacionales es un punto referencial de la ciudad de Bahía Blanca, vinculado familiarmente con la ciudad de Coronel Suarez constituyó el tercer eslabón para que el bandoneón rezongue como hacía años que no se lograba una actuación conjunta de tres exponente más orquesta, por lo menos 60 años, como dijo Albino en una entrevista previa que concedió a la Nueva Radio Suárez.
Y sí, como estos tres bandoneones mágicos se lucieron individualmente y en conjunto, hay que destacar la actuación de la Orquesta de jóvenes y Adultos.
Julián Mansilla en su interpretación individual ejecutó un tema de Piazzola con arreglos potentes que le pertenecen “Bando”, sumándose la agrupación de cuerdas, con violines, violas y contrabajo.
Seguidamente secundó en bandoneón a su suegro, Luis Deviagge, quién acompañado por su guitarra eléctrica, presentó una obra propia llamada “El Cañuelas” con arreglos para orquesta propios de Mansilla.
En su despedida individual, Julián Mansilla presentó “Un chamuyo en la cortada”, obra autoría de “Ossie” Scheffer, tío de Albino Lang; composición a la que no solo el propio Mansilla le hizo los arreglos orquestales, sino que además previamente debió partiturarlo observando la ejecución en bandoneón del Maestro Albino Lang.
Luego Javier Stroman interpreta Oblivion, Milonga del Angel y Otoño Porteño, un clásico de Astor Piazzolla mientras que con la platea de pie fue recibido Albino Lang quien presentó un repertorio acompañado por la orquesta con Amarraditos, Decarisimo y Danzarín para brindar los tres bandoneones un final de lujo con La Yumba, La Cumparsita y Adiós Nonino, un clásico de Piazzolla como digno broche de oro que seguramente quedara para la posteridad.
En la previa del espectáculo, ultimando detalles del ensayo final Albino explicaba que “cuando se tienen muchos años de experiencia van surgiendo cosas nuevas en la mente. Siempre y cuando los dedos respondan. Porque la mente manda una orden a los arreglos, pero los dedos también tienen que responder. Mientras eso suceda lo podemos hacer, lo aprovechamos. Queda muy lindo. Uno se convence y se siente cada vez mejor. Tocas y estás satisfecho con lo que estás haciendo”.
Ese debe haber sido el calificativo final del espectáculo del sábado, porque realmente todo responde, todo respondió y sin duda represento un lujo para la ciudad de Coronel Suarez, contar con estos exponentes, con un sello de distinción local, bajo la dirección estelar del Gran Maestro Angel Schamberger.
Y tres grandes bandoneones majestuosos Albino Lang, Javier Stroman y Julián Mansilla.
Condimentos que permitieron a todos cerrar los ojos y transportarse hasta los mejores escenarios de la ciudad de Buenos Aires, porque cabe resaltar que el tango no sólo es porteño, sino que permite que un descendiente de alemanes del Volga, como Albino Lang, le pueda insuflar tanta pasión y sentimiento a cada nota musical, haciéndonos creer que estamos en San Juan y Boedo o en el corazón del barrio de Flores.
Y si bien Albino Lang interpreta varios instrumentos, no caben dudas que su ‘amante’ es el bandoneón, al que acaricia hasta hacerlo gemir de gozo en cada tema.
Y está bien que así sea, porque se dice con justicia que la verdadera voz del tango es el bandoneón, tal vez por su sonoridad, quizás porque de él se desprende esa nostalgia y ese lamento que lo caracteriza, tan propio de la música ciudadana.
Así fue la conmovedora acaricia que recibió el espíritu y el alma mediante un evento artístico que contó con la gran participación de los bandoneones de Javier Stroman, suarense, hoy actuando con gran suceso en agrupaciones nacionales y en notables escenarios que lo tienen como protagonista y que además el sábado se dio el placer de actuar con el maestro dilecto.
Javier Stroman afirmó que “siempre es bueno tocar con el maestro y hacerlo con Albino para mí es un lujo”.
Stroman en la actualidad recorre varios escenarios de la ciudad de Buenos Aires, pero además es un artista internacional ya que ha tenido la oportunidad de ejecutar el bandoneón en Europa en una serie de giras que a llevado a cabo con las orquestas que integró y muchas veces como músico invitado”.
“A los europeos les llama la atención con que pasión tocamos el bandoneón y les encanta bailar el tango”, remarcó Javier Stroman quien desde hace muchos años está radicado en Buenos Aires y hace música de manera profesional quien con la perfecciones que lo caracteriza, entendemos que disfruto plenamente de “La Noche de Bandoneones” recibiendo el cálido aplauso del numeroso público que colmo la sala del Concejo Deliberante y que no ahorró respuestas reiteradas con cerrados aplausos y ovaciones.
Notable presencia además de Julián Mansilla nacido en Bahía Blanca, incursiona en la música estudiando piano y saxo en el Conservatorio de Música de su ciudad, recibiéndose de Profesor de Saxo, más la amplia trayectoria que lo ubican como una figura artística Bahiense por excelencia.
En los últimos años, motivado por el legado bandoneonístico de su abuelo, comienza a estudiar el bandoneón de manera autodidacta, y también, a través de encuentros con exponentes de su ciudad y referentes nacionales es un punto referencial de la ciudad de Bahía Blanca, vinculado familiarmente con la ciudad de Coronel Suarez constituyó el tercer eslabón para que el bandoneón rezongue como hacía años que no se lograba una actuación conjunta de tres exponente más orquesta, por lo menos 60 años, como dijo Albino en una entrevista previa que concedió a la Nueva Radio Suárez.
Y sí, como estos tres bandoneones mágicos se lucieron individualmente y en conjunto, hay que destacar la actuación de la Orquesta de jóvenes y Adultos.
Julián Mansilla en su interpretación individual ejecutó un tema de Piazzola con arreglos potentes que le pertenecen “Bando”, sumándose la agrupación de cuerdas, con violines, violas y contrabajo.
Seguidamente secundó en bandoneón a su suegro, Luis Deviagge, quién acompañado por su guitarra eléctrica, presentó una obra propia llamada “El Cañuelas” con arreglos para orquesta propios de Mansilla.
En su despedida individual, Julián Mansilla presentó “Un chamuyo en la cortada”, obra autoría de “Ossie” Scheffer, tío de Albino Lang; composición a la que no solo el propio Mansilla le hizo los arreglos orquestales, sino que además previamente debió partiturarlo observando la ejecución en bandoneón del Maestro Albino Lang.
Luego Javier Stroman interpreta Oblivion, Milonga del Angel y Otoño Porteño, un clásico de Astor Piazzolla mientras que con la platea de pie fue recibido Albino Lang quien presentó un repertorio acompañado por la orquesta con Amarraditos, Decarisimo y Danzarín para brindar los tres bandoneones un final de lujo con La Yumba, La Cumparsita y Adiós Nonino, un clásico de Piazzolla como digno broche de oro que seguramente quedara para la posteridad.
En la previa del espectáculo, ultimando detalles del ensayo final Albino explicaba que “cuando se tienen muchos años de experiencia van surgiendo cosas nuevas en la mente. Siempre y cuando los dedos respondan. Porque la mente manda una orden a los arreglos, pero los dedos también tienen que responder. Mientras eso suceda lo podemos hacer, lo aprovechamos. Queda muy lindo. Uno se convence y se siente cada vez mejor. Tocas y estás satisfecho con lo que estás haciendo”.
Ese debe haber sido el calificativo final del espectáculo del sábado, porque realmente todo responde, todo respondió y sin duda represento un lujo para la ciudad de Coronel Suarez, contar con estos exponentes, con un sello de distinción local, bajo la dirección estelar del Gran Maestro Angel Schamberger.
Y tres grandes bandoneones majestuosos Albino Lang, Javier Stroman y Julián Mansilla.