28/04/2017ESPECTACULOS

La historia de vida de Manuel Ramos, el galancito de ADDA.

El actor que interpreta al hijo de Macedo reveló el aspecto más doloroso de su pasado: “mi madre es adicta al juego y hacía de todo para conseguir plata y jugarla”. Su padre Rodrigo Ramos y otros familiares viven en Coronel Suárez y tiene el mejor de los recuerdos de él. Manuel Ramos hoy, además de cumplir con sus trabajos profesionales, cursa estudios universitarios y analiza nuevos proyectos. Un actor que encarna un personaje que ya demuestra su capacidad actoral y notable revelación en “Amar después de Amar”. La Revista Pronto acaba de publicar un extenso reportaje al actor dando cuenta de su carrera artística y su futuro promisorio.

Los fans que siguen todos los días “Amar después de amar”, la exitosa novela del prime time de Telefe, ya lo conocen.

Manuel Ramos interpreta en la ficción a Fede, el hijo de Isabel Macedo y Federico Amador.

Tiene 20 años, habla pausado y se entregó a una charla intima y reveladora, en la que describe los aspectos mas dolorosos de su vida. Pero antes se refiere con entusiasmo a su trabajo en la pantalla chica. “Fede está criado en una cajita de cristal, nunca salía de su casa y cuando se empieza a juntar con Franco Masini y Camila Mateos se inicia en la vida real. Descubre las chicas, tiene su primera vez y se despierta”, relata Manu.

-¿Dónde naciste?

- “En Rafaela y viví allí hasta los 9 años que fue cuando nos mudamos con mi mamá, Romina, a Capital. Mis viejos se separaron cuando era muy chiquito y ni tengo recuerdos de ellos juntos. Cuando estaba en quinto año pasaron situaciones familiares grosas y me fui de mi casa”.
-¿Qué pasó? ¿Tu mamá a que se dedicaba?

- “Nunca lo supe. Sí se que estafó a mucha gente con guita. Estoy peleado con ella y hace dos años y medio que no hablo con ella. Me escapé de casa, me fui a vivir con mi novia y su familia, y estuve un tiempo ahí hasta que me pude acomodar. Hace ya dos años que vivo solo y soy completamente independiente”, contó a la Revista Pronto.

- ¿Se portó mal con vos tu madre?

- “Sí, no solo conmigo, con mucha gente que me rodeaba y que conoció por mí. Siento que recién logré estar sano mentalmente cuando corté el vínculo con mi mamá. Ella estafó a mucha gente con dinero y lo peor de todo fue la manipulación que hizo. Me llamaban por teléfono y me decían de todo pero yo la defendía porque solo conocía la versión de ella. Cuando se destaparon todas las ollas y me di cuenta de que me estaba mintiendo casi me muero”, continuó Manuel.

- ¿Estamos hablando de mucha plata?

- “Mucha. El problema es que ella es muy adicta al juego y hacía de todo para conseguir plata y jugarla. Perdió todo y, lo peor de la historia, es que me perdió a mí. Más allá de cualquier problema laboral o económico, si el día de mañana tengo un hijo y no me habla sería lo peor del mundo”.

- ¿Sos hijo único?

- “Sí, ella está sola y aunque la historia es triste la pasé realmente mal. En un momento había gente que creaba blogs para bardearme, insultarme y pedirme que le devolviera la plata. Yo era menor de edad y estaba metido en ese lío. Jamás tuve nada que ver con todo eso. Me salvó haberme ido a vivir a la casa de mi novia”.

- ¿Los estafados recuperaron su dinero?

- “No tengo la menor idea. Sé que a muchas personas no les devolvió el dinero. Yo lo aclaré como pude con todos y como no podía seguir revolcándome en ese barro me abrí y me fui de mi casa. Un día subí un comunicado a ese blog en el que aclaré mi situación y nadie volvió a molestarme”.

- ¿Intentó acercarse a vos?

- “Si, hará dos años intentó acercarse, pero no se lo permití. En un momento intenté darle una oportunidad, pero no sirvió de nada.

- ¿Y tu papá?

- “Estuvo viviendo en el sur un tiempo y ahora vive en Coronel Suárez, a 600 kilómetros de Capital. Con él tengo un súper vínculo y es fundamental en mi vida. Se llama Rodrigo y es artesano, hace cosas increíbles con madera y también labura en un lugar donde se fabrican cajas. Se casó con Andrea y me dio una hermana que se llama Mía”.

- ¿De chiquito lo veías a tu papá?

- “Siempre. Si bien me crié con mi mamá, mi papá estaba en Rafaela también y a mis 7 años se mudó a Esquel. Estábamos lejos pero jamás perdimos el contacto, y cuando crecí, con todo lo que pasó con mi mamá yo me fui acercando mas a él y el vínculo se afianzó muchísimo más”.

- ¿De qué trabajaste para sustentarte?

- De lo que pude. Laburé en la parte de Cultura del Gobierno de la Ciudad haciendo difusión en medios barriales para promover las actividades culturales del gobierno, también hice de delivery de sushi en bici por Recoleta. Por suerte siempre pude hacer mi laburo de actor y llevo años trabajando de esto”.

- “Cuando se despertó el bichito actoral?

- “Se dio todo muy espontáneo. A los 12 mandé unas fotos mías en la playa a una agencia, me llamaron de un casting para Consentidos y quedé. Fue la primera novela que hice para Canal 9 con Claribel Medina, Natalie Perez, Michel Noher y Marcelo De Bellis. El personaje era chiquito, fue creciendo y me quedé todo el año”.

- ¿Y después que siguió?

- “Una participación en la película Las Viudas de los Jueves con Pablo Echarri y Leonardo Sbaraglia, y después hice un bolo en Malparida, la novela de Juanita Viale en la que hice de Raúl Taibo de chiquito.
Participé en Solamente Vos como el novio de Ángela Torres y el que se le rebelaba a Adrián Suar, y en Esperanza Mía tuve laburo todo el año: era uno de los chicos del colegio. Hoy tengo la suerte de trabajar otra vez con Mariano Martinez y Franco Masini –que estaban en Esperanza Mía- en Amar Después de Amar”.

- ¿De chico tu mamá cobraba tu cachet?

- “Claro porque yo era menor de edad. Jamás vi un peso de eso pero no me puedo quejar porque no me faltó nada. No me pagaba mi sueldo pero en aquel momento yo pensaba que ella me lo guardaba. Cuando cumplí los 18 creí que tenía mi dinero ahorrado por todos mis laburos. Pero no había nada, me hizo el cuento del tío”.

- ¿Se lo reclamaste?

- “Cuando hablé con ella fue lo último que me porque la estafa moral fue más dolorosa que la económica. Además nunca me faltó nada y de eso soy re agradecido. Sí me molesta la mentira y que haya hecho sufrir a tanta gente. Manchó mi nombre y eso no lo paga con plata”.

- ¿Quién te contuvo?

“Mi novia y su familia. Con Sofía estamos hace cuatro años y es fundamental en mi vida. Nos conocimos en el colegio, ella es un año más chica que yo y me fui a vivir a su casa, con su familia cuando dejé la mía. Tengo recién 20 años y siento que viví mucho mas de los años que tengo”.

- ¿Con quien vivís hoy?

- “Solo y me llevo re bien: cocino, limpio, sé hacer de todo. Mi novia me ayuda también y aunque ella sigue viviendo con su familia algunas noches se queda a dormir conmigo en mi departamento. Sofi estudia Artes Visuales y es grosa haciendo artesanías en porcelana”.

- Estuviste en la boda de Macedo con Urtubey. ¿Sos amigo?

- “Con Isabel, que hace de mi mamá en la novela pegamos la mejor onda. Fuimos a su boda con Mariano Martinez y Franco Masini. Estuvo muy bueno, ¡me divertí muchísimo! Fue un casamiento sencillo y tranquilo. Con Isa seguimos hablando y hace poquito nos juntamos a comer un asado en la casa de Mariano. Isabel me hizo sentir cómodo en todo momento para trabajar, charlábamos mucho y eso fue fundamental para que el laburo saliera como salió”.

- La novela se grabó el año pasado. ¿En que andás?

- “Estoy estudiando Periodismo Deportivo en la Universidad de La Plata, que tiene un anexo acá en Capital y arranqué con un programa en la radio online Ypunto. El ciclo se llama Alto Flash y es re divertido. Sale los viernes, dura dos horas y hablamos un poco de todo. Ahí tengo una sección de deportes”.

- ¿Sos futbolero?

- “Soy un hincha enfermo de Racing. Voy a la cancha, a la popular y es mi mejor plan. Racing en mi vida es tan indispensable como el agua. Mi viejo me hizo hincha de ese club y siempre le digo que es la herencia mas linda que me pudo haber dejado”.

- ¿Jugás al fútbol?

- “Sí, mínimo una vez por semana juego con amigos. Vamos por todo, es a ganar o ganar en ese fútbol 5. De chico jugué en las inferiores de Atlético Rafaela pero cuando nos mudamos a Capital tuve que dejar. Acá las distancias son jodidas y no podía ir a entrenar. Igual el fútbol es un hobby, mi pasión es actuar”.

Fuente: Revista Pronto.