Un año inolvidable para la Academia Cultura Inglesa: emoción, aprendizajes y un camino que sigue creciendo
La voz de Noemí Polla siempre transmite algo más que información: transmite calidez, historia y el amor profundo por un proyecto que cumplió 51 años y que sigue vivo gracias a ella, a sus hijas y a una comunidad que abraza cada etapa. En los estudios de la Radio, Noemí compartió la felicidad por un año pleno en la Academia Cultura Inglesa, con cierres cargados de emoción y la certeza de que la actividad no se detiene.
Con la serenidad que da la experiencia, pero también con la frescura de quien sigue aprendiendo cada día, Noemí expresó su gratitud hacia esa “gran familia” que la acompaña desde hace cinco décadas: “Hoy tengo la dicha de recibir a los hijos de mis exalumnos. Nuestra familia sigue creciendo, sigue estando. Eso nos llena de orgullo.”
Un cierre compartido, un abrazo colectivo
El acto de fin de año se realizó en la quinta donde vive la familia Polla, un espacio que se abre de par en par para estudiantes, padres, abuelos y tíos. Allí, los más grandes entregaron simbólicamente una luz a los más pequeños, una forma de transmitirles el mensaje de que sí se puede. En ese gesto, sencillo y profundo, se resume la filosofía de la Academia: acompañar procesos, sostener, iluminar.
Noemí destacó también el rol de las docentes, quienes cada día se paran frente al aula para ofrecer contención, escucha y afecto. “No es fácil hoy. Los chicos llegan con historias, con angustias. Las profesoras dan mucho más que inglés: dan un abrazo que muchas veces es necesario”.
El idioma como puente y como futuro
Con orgullo, Noemí compartió uno de los mensajes que más la conmovió en los últimos días: el de un alumno que hoy vive becado en un país lejano, aprendiendo turco gracias al inglés que lo sostuvo en los momentos más difíciles de su adolescencia. “Me dijo gracias, que en un momento quiso dejar todo y que nosotros lo acompañamos. Esas palabras llenan el alma”.
Para Noemí, el inglés es una herramienta que abre puertas: en la universidad, en el trabajo, en los viajes. Pero insiste en que lo académico es apenas una parte: “Que ellos se vayan con la capacidad de comunicarse en el mundo es maravilloso, pero más maravilloso es que se vayan con valores humanos, con confianza y con afecto”.
El aprendizaje que vuelve
Cuando se le pregunta qué aprende de los chicos, Noemí se emociona. Habla de generaciones distintas, más veloces, atravesadas por la tecnología, pero también profundamente necesitadas de contención. “Sigo estudiando, sigo haciendo cursos, porque ellos me enseñan que todo cambia y que tengo que aggiornarme”.
Entre lágrimas, compartió una de las anécdotas más conmovedoras del cierre: una alumna que se acercó y le dijo: “Perdí a mi abuela, ¿querés ser mi abuela?”. “Abuela de corazón”, repite Noemí, conmovida. “Esas cosas no se explican. Las aprendés. Te transforman”.
Lo que viene: exámenes, campamentos y un 2026 lleno de proyectos
La actividad continúa con exámenes internos, exámenes Cambridge, un campamento para los más grandes y la planificación del 2026, que ya tiene incluso fecha tentativa para el tradicional teatro educativo en inglés. “A veces el cansancio aparece, pero enseguida llega un mensaje, un abrazo, una sonrisa… y seguimos”.
En esa mezcla de entrega, amor por enseñar y agradecimiento profundo, define su vocación: “Mientras mi cabeza lo dé, ahí estaré. Y cuando no, seguirán mis hijas, mis profesoras y toda esta hermosa comunidad” expresó Noemí Polla, directora de la Academia Cultura Inglesa, al cierre de un año lleno de logros, emociones y esperanza.
El 2026 ya se asoma y la Academia está lista para seguir acompañando a nuevas generaciones que encuentran en el inglés —y en el afecto— un camino hacia el futuro.
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