17/09/2022EDUCACION

Escuela Especial: alegre celebración de un Servicio que surgió hace 30 años

La Escuela Especial N° 501 fue creciendo y mutando, según las necesidades y demandas de la población, a lo largo de todos estos años de tarea educativa. Hace 30 años inició el Servicio de Ciegos y Disminuidos Visuales por impulso de una docente especialista en el tema: Adriana Feres, que contó prontamente con la colaboración de otra docente, Marcela Kraft. 

El viernes último la Escuela se coloreó con globos que anunciaban la celebración. Fue emotiva, alegre, hermosa la reunión de toda la comunidad educativa para celebrar uno de sus servicios con más historia, el que se dedica a las personas que han perdido o tienen disminuido el sentido de la vista. 

La Escuela Especial fue creada en el año 1969 para dar respuestas a las necesidades educativas derivadas de la discapacidad, como una realidad existente en la comunidad. Comenzó el 8 de septiembre con 19 estudiantes, en lo que eran aulas prefabricadas, en la sede de Avellaneda, entre Garibaldi y Villegas. Recién en el año 1980 pasarían a su actual edificio. 

En el año 1991 la docente Adriana Feres, ahora jubilada de la institución educativa, realizó un precenso con la finalidad de conocer cuánta población había en Suárez de personas ciegas y disminuidas visuales. Ese fue el puntapié para motivar la creación del Servicio que acaba de cumplir 30 años. Entonces estaban como directora Stella Fahei, y como vice Susana D´Estéfano. 

Gestionaron Adriana Feres y Marcela Kraft la primera máquina Perkins para escritura en Braille. 

Para los años 2008 y 2009 comenzaban a solicitar intervención de este Servicio desde toda la región de influencia. Hasta que Adriana Feres propuso que se capacitara a los maestros de inclusión de toda la zona para que tuviesen los conocimientos necesarios para la intervención.  

En el año 2009 se comenzó a atender en la Escuela Especial a los adultos ciegos y disminuidos visuales de toda la zona, para que pudiesen adquirir lecto escritura Braille y aprendieran a usar el bastón blanco o verde, según necesidad. Así se hicieron trabajos en red con diferentes instituciones, como el Centro Luis Braille de Bahía Blanca o el Hogar de Ancianos de Coronel Suárez, más otras actividades, como taller de cerámica o taller de la memoria.  

Actualmente, se atiende en el Servicio a ocho estudiantes ciegos y disminuidos visuales, incluidos en diferentes niveles, y concurren a contraturno a la sede de la Escuela Especial para recibir los apoyos específicos. También se atiende a estudiantes de toda la zona, como Pasman, Guaminí, Huanguelén, Pigüé, y sigue brindando asesoramiento a docentes de las zonas aledañas que lo soliciten.

En el acto que se cumplió el último viernes hubo mucha emoción, a través de la colocación de placas, de escuchar las palabras de la docente impulsora del Servicio, Adriana Feres, y de la vicedirectora Gladys Hall. 

Y hubo momentos de mucha alegría: cuando una de las estudiantes del Servicio, Clara, bailó con su grupo de danza; cuando Silvia Matitti bailó y cantó; cuando Omar Alebuena, con su guitarra, cantó algunos temas e hizo que lo presentes batieran palmas acompañándolo en su interpretación. 

Fue una celebración muy hermosa. Justas las palabras de la vicedirectora Hall, cuando al final de su discurso dejó “un ‘gracias’ gigante a todos los que iniciaron el camino que hemos ido construyendo al andar, y que de uno u otro modo nos hicieron crecer como personas comprometidas, queriendo soñar con un mundo donde estemos incluidos todos los diversos desde la igualdad de oportunidades”.