22/05/2022EDUCACION

“Cuando hablamos de ESI hablamos de las relaciones entre personas, de valorar la afectividad y de cuidar el cuerpo”

La semana pasada, en la Escuela Secundaria N° 8, se desarrollaron charlas sobre ESI (Educación Sexual Integral). Fueron en el turno mañana y en el vespertino, bajo la organización de la bibliotecaria Ana Morante y de la integrante del Equipo de Orientación Escolar Sabina Calvo. Estuvieron a cargo de la licenciada en Obstetricia María José Prieto.

La Nueva Radio Suárez entrevistó a quien estuvo a cargo de la disertación para conocer y aprender sobre ESI, la forma integral de cómo abordar la educación sexual, en su concepto más amplio, en un insumo útil sobre todo para padres y educadores. 

“Me encanta cuando la gente se compromete con esto y les da a los chicos una educación necesaria. Más allá que la ESI es ley, y debe estar instituida en todos los colegios, de todos los niveles, necesitamos que la gente se comprometa y tenga ganas de poder ofrecerle a los chicos este tipo de actividades, conocimientos y espacios. Para construir entre todos una sexualidad segura, que podamos hablar de la empatía” dijo en el comienzo de la entrevista. 

Explicó que cuando se habla de sexualidad “no hablamos solamente de que los chicos se deben cuidar, y hablamos solo de la genitalidad. Lo que hablamos es de las relaciones entre ellos, de valorar la afectividad, cuidar el cuerpo”. Agrega Majo Prieto que hablar de estos temas es “necesario”, y aclara que “no toda la gente tiene la posibilidad de tener en sus casas este tipo de charlas. Por eso, que se la ofrezca la escuela es genial”. 

Consultada en torno a cómo se plantea qué hablar en cada encuentro con los estudiantes, explica que “primero, pregunto si surgió algo, por qué me están llamando. Si hay algo en particular que haya sucedido. A partir de ahí, hago un lineamiento. Después, la charla va para donde los chicos y las chicas quieren”. 

Para los adultos, aclara: “Con los chicos se puede hablar de todo. Esto que está tan instituido entre los adultos, que con los adolescentes no se puede hablar, estar todo el día con el teléfono, no es verdad. Los adolescentes tienen sus tiempos. Uno pide el respeto de los hijos. Pero si nosotros no respetamos a los hijos, no podemos pedir la reválida de esto. Así como a nosotros no nos gusta hablar de cualquier cosa, en cualquier momento, los chicos también te pueden decir eso”. Insiste en que “para hablar temas que son importantes para los chicos tiene que tener un contexto, unas ganas. No podemos llegar de la calle y pensar en querer hablar con el hijo/hija, y que te va a contestar”. Por eso se pregunta, implícitamente indica la necesidad de respeto: “¿Y los tiempos del otro? Si no lo hacemos con otro adulto”. 

Agrega la Lic. Prieto que no está diciendo que no haya que poner reglas, “que los chicos no necesitan una estructura sólida para poder consolidar muchas. Porque la estructura cuida. Tampoco que el padre pase a tener el rol del amigo, nada de eso. Los padres somos padres, las madres somos madres. Porque eso no sirve. Porque entonces, ¿quién cuida de este hijo/a? ¿Cuándo este hijo/a se siente que está protegido por estos padres? Siempre hay que dar contención”. 

Propone “hablar mucho. No puede estar habilitado que los chicos tomen alcohol como si no sucediera nada; que fumen en cualquier momento; que fumen porro antes de ir al colegio. No puede estar habilitado, porque los chicos tienen capacidades distintas si no están lúcidos”. 

“Cuando me meto en la droga y el alcohol, no solo tiene que ver con la familia” aclara, “sino con un Estado que tiene que estar cuidando esto. Esto no puede estar pasando en la calle, abiertamente y que nosotros digamos que esto sucede en Suárez o en cualquier ciudad. Es parte de cuidar a nuestros adolescentes. Que salgan a bailar y vuelvan a casa sanos”. 

Sobre la importancia del respeto entre pares, entre docentes y estudiantes, remarca la Lic. Majo Prieto que “esto es valorar la afectividad, que es uno de los ejes de la ESI. La pandemia, así como nos dejó a todos adentro, luego fue el desafío, especialmente para los chicos, de aprender a vincularse nuevamente. No es lo mismo el mensajito que te digo cualquier cosa, a verte cara a cara y poder interactuar. La vuelta de esta pandemia nos deja en un lugar en donde los chicos y las chicas no saben bien cómo relacionarse, más siendo adolescentes. Se les corrió dos años de vivencias, de relación con el otro. Nuestros chicos tienen dos años menos en muchísimas situaciones relacionales”. 

En el final de la entrevista, indicó que “es fundamental que entiendan que el consentimiento tiene que estar en todas las cosas que vamos haciendo”. A los adultos, les dice que hablen: “No se pierdan la posibilidad de hablar con sus hijos e hijas, porque es genial. Para poder hablar con ellos hay que saber por dónde van. Hay que escucharlos. No solo tenemos que decir, hay que escuchar”.