“Suárez es Hockey”. Estefanía Cascallares: “Mi etapa en River fue una bisagra en mi vida”

Estefanía Cascallares, referente del hockey suarense a nivel nacional e internacional, dialogó en nuestro último programa con Suárez es Hockey. ¡Muchas gracias Estefi por contarnos todo sobre tu trayectoria dentro del alto rendimiento tanto en Argentina, como en España, Australia y Países Bajos! Es un orgullo para nosotros que nos hayas representado en cada club por los que pasaste.
Marina: Hola, Estefi. Muchas gracias por venir al programa Suárez es Hockey. Para comenzar, me gustaría que nos cuentes sobre cómo fue tu llegada al Club Atlético River Plate en Buenos Aires: ¿qué aprendiste y qué te llevaste de esa experiencia?
Estefanía: Hola, Maru, ¿cómo estás? Bueno, primero quería decirte que me encanta el nombre del programa, porque sí: Suárez es Hockey.
En River yo jugué 8 años, desde el 2011 al 2018. Fue un gran cambio en mi vida, si bien venía jugando en los seleccionados de Bahía Blanca y los torneos nacionales, el metropolitano no tiene nada que ver con ninguna otra liga porque es una competencia constante de todos los fines de semana, es un gran desafío. Y también, además del nivel de la competencia, tuve la suerte de que mi entrenador sea Sergio “Cacho” Vigil. Él me ayudó un montón a crecer como jugadora y como persona. Creo que fue un gran cambio en mi vida que me desafió mucho, sobre todo por vivir lejos de mi ciudad natal, lejos de mi familia. Ese fue un gran desapego que tuve que hacer. Pero hoy en día, mirándolo, me dio grandes amistades, que algunas ya son familia como Vicky Sauze, Macarena Rodríguez, Bianca Donatti y otras grandes personas que conocí. Creo que para mí esa etapa en River fue como una bisagra en mi vida, de ahí pude irme a otros países. Mi paso por River fue fundamental, tanto como persona y a nivel deportivo, porque me preparó para sentirme segura de jugar en cualquier liga. Tengo un muy buen recuerdo de esos años.
Marina: Mientras jugabas también estudiabas: ¿cómo te organizabas?
Estefanía: Sí, estudiaba, hice en paralelo la Licenciatura en administración. A pesar de que en Buenos Aires las distancias son mucho más largas, o sea, que todo demanda más tiempo, se puede jugar y estudiar. Yo, en lo personal, siempre prioricé jugar al hockey y siempre prioricé los torneos que teníamos, las ligas que jugábamos con River o los seleccionados. Esa era mi prioridad. Creo que eso es fundamental para todo: saber cuáles son tus prioridades, para no volverse loco. Muchas veces no podía con todo y en esos casos tenía que elegir. Por suerte mi carrera me permitía no llevarla al día, podía hacer, en vez de tres materias por cuatrimestre, dos y quizás alguna en febrero o intensiva en invierno, que yo igualmente tenía que estar en Buenos Aires por el deporte, entonces así iba compensando. La verdad es que sí se puede, por momentos parece que se complica, pero hay que saber elegir, y eso creo que fue la llave para poder hacerlo. La realidad es que disfruté un montón de hacer mi carrera porque nunca fue una presión y siempre tuve mi cable a tierra, que era el deporte que tanto me gustaba hacer.
Marina: Luego de River jugaste en otros países: ¿en cuáles? ¿qué no podés contar de esa experiencia?
Estefanía: Después de River surgieron varias propuestas. Ya desde años anteriores me habían ofrecido jugar en otros países, pero yo quería recibirme y después viajar, y es lo que hice. De las opciones que tenía, elegí San Sebastián para ir a vivir, que queda en el norte de España, en el País Vasco. Hermosísimo lugar. Jugué en el club Real Sociedad, que es un club bastante conocido, porque también tiene fútbol y juegan en la mejor liga de España. La verdad es que fue un cambio tremendo, porque en Europa los clubes se manejan de otra manera. De un día para otro tenía ropa, cosas que estaban buenísimas que hoy en día sigo usando porque son súper cómodas. También el hecho de jugar en otra liga, que si bien se habla en español es distinta la manera de hablar, fue una gran experiencia. Renové el contrato con Real Sociedad para jugar la siguiente temporada 2019-2020 y luego me fui a jugar a Australia, a Perth. Fue un gran desafío porque yo no hablaba inglés, tuve que aprenderlo a los ponchazos. Pude descubrir otra cultura, otro país también, una ciudad hermosa, unas playas increíbles, otra liga. Todo me asombraba, todo me generaba curiosidad y estuvieron geniales esos cuatro meses en Australia. La pandemia me agarró en España, lo cual también fue bastante bisagra en mi vida porque me ayudó a bajar un poco a tierra y empecé a pensar a dónde quería jugar, y la verdad es que yo quería jugar en Holanda porque para mí era de las mejores ligas. Así que me puse a buscar, a contactar a gente de Holanda, que esté interesada en que yo vaya a jugar. Conseguí un par de pruebas en equipos allá, viajé, me probé y quedé en uno de esos clubes. Fue un choque muy brusco por la cultura, pero estuvo bueno para aprender también que hay otras maneras de vivir. Sin dudas, la mejor liga la tienen ellos, por el juego, por la infraestructura, por un montón de cosas. Después de esa experiencia me di cuenta que yo no quería jugar más al hockey de alto nivel, quería buscar otras, otras experiencias. Viajé un poco en Europa, visité unas amigas y después hice un voluntariado en África, en Kenia, y me volví a Argentina.
Marina: Ahora estás jugando para Deportivo Sarmiento de Pigüé, nos podés contar un poquito cómo fue esa vuelta al hockey del interior.
Estefanía: La realidad es que, si bien fueron todas experiencias súper lindas, me costaba bastante estar lejos, tanto tiempo. En ese momento, yo ya estaba en pareja con Maxi Pecoche y ya quería volver, vivir cerca de mis papás, cerca de mis hermanos, convivir con Maxi. Entonces tomé la decisión de volver para Argentina y radicarme acá. La realidad es que, en un principio, no tenía pensado jugar al hockey. De hecho, di unas clases para chicas de técnica individual, pero empecé jugando al fútbol, y fue una gran experiencia, porque fue un gran desafío para mí, otro deporte, que se juega parecido, pero que se usa el cuerpo de otra manera. Conocí un grupo de chicas muy lindo, con el que todavía tengo muy buena relación. Después quedé embarazada, y cuando pasó un tiempo, me escribió Sergio Nasso, que él estaba en el seleccionado, que me quería convocar, y ahí como que me dieron ganas de volver al hockey. Me había llegado una propuesta del Club Sarmiento, si me interesaba, agarrar categorías allá, en Pigüé. En un principio fue como parte de un trabajo y cuando empecé, pensé bueno también puedo jugar. Los chicos me recibieron súper bien en todo sentido como profe, como jugadora y como persona. Era el club de mi papá cuando era joven, y hacía medio año que mi papá había fallecido, entonces me generaba algo positivo, algo lindo que me conectaba con él. Este es el segundo año que estoy trabajando allá. Si bien la gente me trata súper bien y estoy súper cómoda, es otra ciudad y se hace cuesta arriba viajar. En la liga del Sudoeste yo prácticamente no había jugado, porque cuando éramos chicas jugábamos en Bahía, vos lo sabes, entonces es todo un desafío, que está muy bueno. No sé cuánto tiempo más jugaré, por el momento intento disfrutarlo.
Marina: ¿Qué opinas del formato que tiene el torneo actualmente en la Federación del Sudoeste Bonaerense donde para la primera división de damas el formato actual solamente apela a 9-10 partidos en todo el año, antes de llegar a los play-offs?
Estefanía: La verdad es que en muchas cosas el formato tiene fallas, tiene falencias, esta creo que es la más notoria porque claramente cualquier jugador y cualquier equipo para mejorar necesita jugar, y el hecho de tener solo 10 partidos en todo el año es realmente muy poco, creo que en algunas cosas es una asociación muy nueva que está desarrollándose, y en cosas se equivocan, como todos. Será cuestión de que el año que viene se organice otro tipo de formato. Se vea y se consulte también a entrenadores, a jugadoras, creo que eso le falta bastante a la asociación, para que el sudoeste sea lo mejor posible y que juguemos cada vez mejor, que cada vez el nivel de la asociación sea mejor. Pero sí, la realidad es que 10 partidos es muy poco, que no era así el año pasado, el año pasado habíamos jugado bastante, pero bueno, van probando diferentes formatos, van intentando que todos los clubes estén cómodos y a veces se equivocan. El año que viene tendríamos que trabajar todos para que sea mejor, pero para que podamos trabajar todos, hay que abrirse a escuchar y a preguntar a personas que han jugado más torneos.
Marina: Por último, Estefi, ¿qué es el hockey para vos?
Estefanía: Es muy difícil describir qué es el hockey para mí. Siento que por un montón de años el hockey fue mi escudo, mi bandera, mi herramienta para abrirme al mundo, para conocer lugares, personas, generar amistades, aprender, crecer, no bajar los brazos. Hoy en día, que soy más grande, que soy mamá, que ya lo veo desde otro lugar, me gustaría poder aprender a hacerlo desde otro lugar. No tan competitivo, no tan intenso, pero siento que también es parte de mí hacerlo así, vivirlo así. No sé si aprenderé a hacerlo de otra manera. Pero bueno, el hockey, lo pienso en la palabra y me genera un montón de cosas, un montón de buenos recuerdos. Creo que fue y es mi gran pasión, algo que hago sin pensar y que me genera cosas muy profundas. Siento que está conectado con toda mi familia, con mi hermana, con mi papá, con mis sobrinas. El hockey es mucho en mi vida y le voy a estar eternamente agradecida por haberme dado tantas posibilidades y por haberme abierto tantas puertas.