San Martín de Santa Trinidad y el sueño de su cancha sintética de bochas

Después de meses de trabajo y con un fuerte respaldo de la comunidad, la subcomisión de bochas del Club San Martín de Santa Trinidad concreta la construcción de su primera cancha sintética, en reemplazo de la tradicional de tierra. La obra marca un antes y un después para la institución, que ahora podrá competir en igualdad de condiciones con otros clubes que ya habían dado este paso.

“Fueron cuatro meses y medio de trabajo intenso. Con la ayuda de José, mi señora y Carlos Hubert pudimos encarar este proyecto que parecía imposible. Hoy podemos decir que la cancha sintética ya es una realidad, solo restan detalles técnicos que realizará una empresa de Bahía Blanca”, señaló Julio Uruñuela, visiblemente emocionado.

La inversión rondó los 9 millones de pesos, aunque gran parte del esfuerzo se alivianó gracias a la colaboración de vecinos y profesionales que trabajaron de manera desinteresada. “Desde quienes hicieron el hormigón hasta carpinteros que se ofrecieron a colocar las maderas, todos nos dieron una mano. Fue un verdadero trabajo colectivo”, destacó Uruñuela.

Por su parte, José Adam resaltó el apoyo de la comisión directiva y de la comunidad de Santa Trinidad. “Al principio parecía una locura pensar en hacer la cancha en tan poco tiempo, pero gracias a las rifas, al acompañamiento de los chicos del fútbol que trabajaron mucho en la cantina y al aporte de la comisión, lo logramos”.

La expectativa ahora está puesta en la formación de nuevos jugadores para sumarse a la Asociación. “Hay muchos chicos interesados y con talento, sobre todo del fútbol, que se acercaron a probar y están jugando muy bien. El año que viene queremos entrar a la Asociación con un equipo propio”, adelantaron los dirigentes.

Con esta obra, San Martín se suma al grupo de clubes que modernizaron sus instalaciones, asegurando la continuidad de una disciplina histórica en el distrito y abriendo la puerta a nuevas generaciones que encuentran en las bochas una oportunidad de encuentro y competencia.