03/12/2021DEPORTES

“Loly” Díaz: “Tenemos mucha hambre de gloria”

Javier “Loly” Díaz no sólo es técnico de Blanco y Negro, sino que alzó la copa de campeón como jugador en 1998, 1999 y en dos oportunidades más; de subcampeones en 1987, 1992 y 1994. Y es que lleva el amor y la pasión por el club en las venas: su papá, Manuel Díaz, había resultado campeón en 1980, como técnico.

La Nueva Radio Suárez entrevistó a Javier Díaz para profundizar en sus experiencias, pero también en qué le representa jugar la final de este año: “Son muchos recuerdos. Toda una vida en el Club” dijo, recordando que, con su hermano, integraron equipos de natación y también jugaron al básquet. Siempre con la albinegra a la cabeza.

Su papá fue técnico y jugador, del mismo modo que su tío Adolfo, que también fue dirigente: “El apellido Díaz es muy tradicional en Blanco y Negro” afirmó, anticipando que “vienen los gurrumines atrás. Mi hijo jugando al básquet, mi sobrino que salió campeón en reserva en 2019”.

Consultado sobre el campeonato en que su padre alzó la copa de campeones, en el rol de Director Técnico, Díaz contó que “había soñado durante años con el campeonato”, y tras un bache de 16 años sin salir campeón su papá, que asumió en 1978 como técnico, salió subcampeón, perdiendo la final con Sarmiento, y finalmente en 1980 “se le da de campeón”.

Actualmente hace 16 años que Blanco y Negro no es campeón y resulta que el hijo de aquel Díaz es técnico, y espera que “la historia se repita”. 

Por otro lado, sobre la cuestión más técnica, consultado respecto de la agilidad y rapidez que ha adoptado el fútbol argentino en los últimos años, “Loly” Díaz sostuvo que, en Coronel Suárez, también se ve más rápido: “Los jugadores ahora son atletas. Ha variado mucho el tema de la preparación física que, en los años de mi padre, entrenaban dos veces por semana. Hoy en día son entre cuatro y cinco días por semana”. 

Agregó que también “hay mucha más información, por lo que los profes van copiando lo que viene de Europa, y se trabaja distinto. Todo va evolucionando, entonces al jugador se le va sacando lo mayor que tiene”.

De todos modos, reconoció que, “hoy en día, vemos un fútbol no tan vistoso en lo técnico, pero que se hace atractivo porque se hacen partidos de ida y vuelta”. 

Sobre qué se enfrentan al jugar contra San Martín de Carhué, Díaz describió: “Nos enfrentamos a un equipo que fue el último campeón, y no es fácil salir campeón. Tienen la posibilidad de salir bicampeones, así que seguramente tengan mucha ansiedad. Pero nosotros tenemos mucha hambre de gloria”.

En esa línea, lo que el entrevistado destacó fue que “Blanco y Negro tiene jugadores que han mamado el amor por el Club durante muchos años, y familias tradicionales que, si no fueron dirigentes, fueron jugadores o colaboradores. Como la mía, hay muchas que vienen de generaciones. Una camada de familias que vienen trabajando en el Club y tienen un sentido de pertenencia”.

Sobre el partido que disputarán el próximo domingo, si bien no reveló detalles de cómo armará el equipo, Díaz anticipó que “los recaudos siempre están” y señaló su poderío: “Si bien tomamos nuestros recaudos, yo soy muy motivador en que el jugador no tiene techo y no tenemos que conformarnos con el lugar al que llegamos. Al jugador siempre se le puede exigir un poco más. El rival tiene su mérito, pero nosotros también”. 

Sobre todo, resaltó lo que fue el último tiempo, con pausas e intermitencias, consecuencia de la pandemia de Coronavirus: “Fue difícil” dijo, recordando que se habían propuesto, a inicios de este 2021, que éste debía ser su año.