“Tengo oficio de palabrera. Me gusta mucho ejercer éste oficio y contagiar la necesidad de escuchar una historia”

La escritora, actriz y narradora Verónica Álvarez asegura que tiene el oficio de “palabrera” y en La Nueva Radio Suárez habló sobre el desarrollo de un taller en instalaciones del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 160.
La profesora de la institución Sandra Acebal fue quien le dio la bienvenida a la narradora infantil que llegó a Coronel Suárez con el fin de promover la lectura a partir de su capacitación orientada a los distintos Profesorados: “Formar en el libro como un objeto lúdico para aprender y disfrutar es esencial. Quiero contagiar las ganas de tener un libro en la mano desde la cuna y hasta las canas” dijo Álvarez, quien sostuvo que “la pandemia llevó a un exceso de exposición en las pantallas”. En consecuencia, refirió que en los niveles vinculados a las primeras infancias y adolescencias “se notó la necesidad de tener un contacto con un medio que no sea la pantalla, que da todo resuelto”.
De esa manera, señaló que “los libros no necesitan conexión a wifi ni se dejan de usar si se corta la luz”, motivo por el que genera fascinación entre los más chicos: “Llama mucho la atención y no están (los chicos) conectados a algo que los bombardea de información sin permitir la observación e imaginación, obligándose a pensar qué quiere decir el ilustrador o el escritor”.
En ese sentido, invitó a promover que siempre haya “libros a mano”, lo que describió como “una maravilla”, insistiendo en que es necesario que esté presente.
Por otro lado, sobre el taller per sé, la entrevistada compartió cuáles son las cosas a las que debe prestarse atención a la hora de narrar: “Tengo oficio de palabrera. Me gusta mucho ejercer éste oficio y contagiar la necesidad que tenemos todos los seres humanos de escuchar una historia” dijo, retomando una escritura de Graciela Aguilar sobre una niña que escuchaba historias de adultos que, como no se había inventado la palabra escrita, dibujaba en cueros para transmitir las historias.
De esa manera, la escritora expresó que suele apropiarse de los textos, siempre teniendo en cuenta las características de cada historia: “A veces a los textos cortos les pongo música y los transformo en canción. Así, las personas que los escuchan piden otros o que vuelva a repetir la historia”, asegurando que ella misma tiene un clásico que es “El perro Roberto”, que siempre es aclamado por su público.
De modo concluyente, Verónica Álvarez sostuvo que “uno siempre escribe para el público al que le interesa y nos dan material para hacerlo los chicos y adolescentes” dijo en relación a su propio trabajo.