10/06/2021CULTURA

“Quimey”, un espacio creativo y literario para la inclusión infantil y adolescente

Roberto Aliberti es un docente de nuestra ciudad y si bien se retiró en 2019 como inspector de Primaria, no detuvo su labor, sino que siguió aportando a la educación, aunque, actualmente, abocado a la Educación Superior en el Instituto N° 160 y en el N° 48 Anexo Huanguelén. Además, días atrás, presentó un espacio cultural y literario que tiene sus raíces en experiencias personales de la infancia y en el abordaje, a través de la literatura, de las infancias y adolescencias diversas.

“Es un proyecto que vengo pensando desde hace muchísimos años” comenzó contando sobre esta iniciativa y remarcó que “la idea de este espacio es volver al libro físico, a la lectura y a promoverla; volver al contacto con el libro y entre las personas, porque estamos sobresaturados de tecnologías y pantallas”. 

De todos modos, reconoció la importancia de la utilidad de los mismos que permitieron, entre otras cosas, el dictado de clases virtual en tiempo de pandemia. 

Más allá de eso, Aliberti apuntó a que “los chicos, sobre todo los niños más pequeños, están bastante cansados de la virtualidad y de las pantallas. Entonces hay que volver a la lectura, a ese encuentro especial que se da cuando alguien lee para otro”. 

Quimey se trata de un espacio pensado con libros diferentes y literatura de calidad en cuanto a lo físico, es decir, la encuadernación, el papel, las tapas e ilustraciones, pero, sobre todo, en calidad en cuanto a las temáticas.

Roberto Aliberti explicó que “estos no son libros que uno puede encontrar en una librería grande porque son sobre otras temáticas” y profundizó enlistando que las mismas abordan “la inclusión, los escritos en braille, así como para niños y niñas disléxicos, el trabajo sobre el respeto al propio cuerpo y al cuerpo de los demás, el respeto a la diversidad de todo tipo y la perspectiva de género”. 

“La propuesta es diferente y de calidad. Un proyecto bastante ambicioso” describió Roberto Aliberti, quien especificó que, en esta primera etapa, se ofrecerá literatura, pero la idea es que, en algún tiempo, se sumen otras propuestas que incluirán la realización de talleres de lectura y escritura creativa”. Anticipó, además, que está manteniendo conversaciones con algunos profesionales locales y de la zona para armar jornadas de capacitación y reflexión para docentes y no docentes. 

Por otro lado, Aliberti remarcó que se trata de “una literatura que en Suárez no hay y en la zona tampoco” y explicó que son libros que compra en un espacio de Buenos Aires. Además, se mostró contento ante la pronta recepción y buena repercusión que este proyecto tuvo en nuestra ciudad, con la consulta de muchas personas que se han acercado a mirar, analizar y hasta comprar la bibliografía ofrecida.

Vale destacar que se trata de literatura que excede las infancias y se extiende, incluso, a los intereses de los adolescentes: “Por ejemplo, en el marco del ‘Ni Una Menos’, vinieron docentes y llevaron materiales para trabajar sobre eso” contó Aliberti. 

De ese modo, el impulsor de esta propuesta relató que decidió contar la historia de su infancia y sus propias experiencias para presentar este proyecto en las redes sociales, a través de un relato que se difundió y recibió numerosas muestras de afecto: “Fue una historia que es real. Me crié en el campo, en una familia que nos daba mucho amor y cuidado, pero era gente que trabajaba en el campo y no había libros ni adultos que leyeran” recordó, y contó una anécdota relativa a ‘Pedro y su pequeño tesoro’, un cuento que escribió de niño, a partir del que reflejó su alegría tras la compra de su primer libro: un diccionario que atesoró días y noches, durante mucho tiempo.

“Yo fui un chico muy diferente y recibí mucho acoso y discriminación de todo tipo. A mis 52 años, ya jubilado de la docencia, pero trabajando, no voy a cambiar el mundo, pero sí a aportar un granito de arena para que no sigan pasando estas cosas porque no puede ser que haya chicos que se depriman o se sientan mal porque no les gusta el fútbol, porque les gusta leer o dibujar. A mí me pasó y yo lo sufrí” repasó Aliberti, e hizo hincapié en que la idea es tratar de aportar desde Quimey para generar consciencia y difundir a los escritores locales.

Vale destacar que quienes tengan interés pueden contactarse vía Instagram o Facebook a Quimey ECL.