05/01/2021CULTURA

Karina Schwerdt y Guillermina Victoria exponen en México, en la ciudad Dolores Hidalgo, cuna de la independencia mexicana

Invitadas por el gobierno de México y el Lic. Maximiliano Grego La exposición fue inaugurada en Navidad y permanecerá hasta el 4 de febrero

Plaza de la Independencia. Con el concepto de ideas y proyectos abiertos para ser interpelados, el jardín principal muestra las obras de 16 artistas plásticos de Argentina, Chile y México, dando la oportunidad para reflexionar sobre nuestro propio tiempo, a través de una obra de la literatura universal.

El gobierno de Dolores Hidalgo, el Studio de Maximiliano Grego y Editorial Junco, han sumado esfuerzos para gestionar esta exposición que fue inaugurada en Navidad y que permanecerá hasta el 4 de febrero.

El principal hilo conductor de la muestra es el cuento de E.T.A. Hoffmann “El cascanueces”, una obra que ha trascendido la literatura para adentrarse a las demás artes, con diferentes visiones de un entorno que sigue buscando lo mismo en una época como la Navidad, evocando la igualdad, el amor, la esperanza y los principios de unión entre los seres humanos.

Cada obra mide 2 x 2 metros. Como muestra colectiva propone una búsqueda que, a través de diferentes técnicas empleadas para representar los doce capítulos de la obra, respeta la interpretación e identidad de cada artista que participa.

Sobre mi obra, “Abierto el juego” - Guillermina Victoria.

Una Aproximación a la Ciencia y el Arte: El Cascanueces, literatura, música y ballet fundiendo fronteras entre el presente y lo trascendente.

Alexandre Dumas realizó una adaptación, especialmente dirigida a los niños, del cuento “El Cascanueces y el rey de los ratones”, escrito por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Fue esta versión la que sirvió a Marius Petipa para concebir el ballet “El Cascanueces”, cuya música fue compuesta por Tchaikovsky.

En una acción colectiva, donde intervenciones y adaptaciones multidisciplinarias construyen nuevas comunidades y discursos sin desconocer la existencia del origen, los autores, aunque distantes en su tiempo, co-crean un registro visible de ese diálogo genuino que, involucrando y combinando sus dones, hacen del conflicto y el romance de los personajes ilustrados la genialidad reflejada en una sola obra que denota el exitoso resultado del pensamiento creativo cuando es colaborativo.

La traducción de letras en sonidos, imágenes y danzas es, como dice Hoffmann, atreverse a caminar por el mundo de los sueños para llegar a la verdad. 

Grandes pasiones humanas, idealizadas por el romanticismo, abren un juego que nos involucra cuando la función comienza.

En la obra de Karina, “El Cascanueces” se presenta como una fábula sobre la añoranza perpetua por la infancia perdida, en contraste con la realidad del mundo adulto.

La artista logra, a través de la mirada de la protagonista, invitarnos a su juego en un mundo fantástico y prodigioso, involucrándonos en la fantasía, mientras que, cada personaje impecablemente ejecutado, realza las características que construyen su historia individual y su interacción colectiva.

Creando una atmósfera magnética, invita a explorar cada espacio íntimo de la obra para la construcción del cuento, mientras que su composición conduce la mirada produciendo estímulos sensoriales en complicidad, logrando así ubicarnos en la infancia, nuestro mejor lugar en el universo.

“Los niños son tan inteligentes que comprenden todo lo que sucede en el Reino de la Imaginación, y los elementos oníricos y maravillosos no tienen ningún secreto para ellos.”  -E. T. A. Hoffmann -