HOYCULTURA

Epecuén volvió a ser memoria y arte: se presentó el aniversario del Proyecto Habitantes en un emotivo encuentro en las ruinas

Las ruinas de Villa Epecuén volvieron a encender su propia luz el sábado pasado, cuando se realizó una nueva presentación del Proyecto Habitantes, un trabajo artístico y testimonial que desde hace más de una década homenajea a las mujeres que atravesaron la inundación y reconstruyeron sus vidas entre dolor, memoria y resiliencia. Ante un público que acompañó el anochecer del paisaje lacustre, la creadora del proyecto abrió la jornada con un discurso profundamente emotivo de la artista plástica Guillermina Victoria que conectó historia personal, memoria colectiva y el poder transformador del arte.

El relato inicial recorrió la imagen de un Epecuén que ya no está, ese “camino de árboles” que desapareció bajo el agua y que quedó grabado en la memoria de quienes vivieron allí. “Parte de mi infancia quedó ahí también, como suspendida”, expresó la artista, relatando cómo el regreso al lugar, tantas veces postergado, se convirtió con los años en un encuentro entre el dolor y la luz: aquello que duele, también puede iluminar.

Frente al público, recordó que Habitantes nació hace 12 años a partir de entrevistas realizadas a las mujeres afectadas por la inundación. Sus testimonios —compartidos con enorme generosidad— se transformaron en obras de arte que dieron origen a un proyecto que buscó siempre acompañar la verdad de quienes vivieron aquella tragedia, sin ilustrarla ni simplificarla. “Acá, en este paisaje que permanece, su memoria vuelve a ser hogar”, sostuvo.

La presentación incluyó música en vivo con Melina Salman y Ariel Pichini, la interpretación escénica de Melina Jacob representando las fotografías de Patricio Calut —fotógrafo principal del proyecto recientemente fallecido, a quien se rindió un sentido homenaje—, y la lectura de textos a cargo de Claudia Toledano y Susana De Velezia. El registro audiovisual incorporó también el trabajo de los artistas que intervinieron en las distintas etapas de la propuesta.

Como parte del encuentro, se leyó un texto que sintetiza la esencia de Habitantes: un homenaje a las mujeres que supieron regresar a casa aun cuando el hogar había desaparecido, que respiraron bajo el agua, que reconstruyeron su identidad en medio de la pérdida, que cuidaron, protegieron y sanaron. “Son mujeres habitadas que simbolizan la pasión, que siguen construyendo desde su propia historia. Hoy emerge un paisaje insondable y sagrado.”

La jornada continuó con canciones que exploraron la fortaleza, el desgarro y la esperanza, seguidas de otro texto poético que evocó el renacer desde el agua, la memoria líquida, el pulso que retorna aun en ausencia de testigos. La fuerza del viento sur, las lluvias del paisaje pampeano y las imágenes del renacimiento se entrelazaron con la sensibilidad de la puesta en escena.

En el cierre, se compartió el detrás de escena del proyecto, especialmente aquel momento en que las mujeres participantes llevaron objetos que representaban su vida en Epecuén. Objetos cargados de memoria, dolor y amor, convertidos en símbolos de identidad y de permanencia.

El Proyecto Habitantes, nacido como un abrazo artístico a quienes perdieron tanto, creado por Guillermina Victoria, Patricio Calut y Josi de Lusarreta, reafirmó una vez más su vigencia como obra colectiva, sensible y necesaria. En las ruinas de Epecuén, la memoria volvió a hablar, a cantar, a respirar. Y lo hizo con la fuerza de la comunidad que recuerda, resiste y sigue reconstruyéndose desde el arte.