09/09/2020CULTURA

50 años del Coro Héctor David Long.

“Estoy segura que papá estaría muy orgulloso”.

El Coro de Mayores Héctor David Long cumplió este año 50 años desde su fundación. Lo dirige, desde el año 1989, la hija de Héctor, Blanca Long. Con ella conversamos, para poner en evidencia estas Bodas de Oro.

La fecha fue en el mes de julio. Por eso, las autoridades municipales les entregaron una plaqueta celebrando los 50 años de actividad ininterrumpida. 

A la entrega de esa plaqueta Blanca Long fue con Raquel Gonnet de Ullman, que es la única coreuta que no dejó el Coro en estos 50 años. 

“Mucho tiempo cantando, y es una maravilla cómo mantiene su voz. Realmente es un gusto tenerla en el Coro. A ella y a otros integrantes que también estuvieron muchos años, como Mario Álvarez, Daniel Gantus, Susana Noceres, Celia Chávez, Marta Beriain. Gente que viene estando muchos años”.

Recordó las circunstancias de la creación del Coro: “en el año 1970 el entonces Rector del Colegio Nacional, Dr. Julio Cesar Lovecchio, le pide a la recordada profesora de música Carmencita Marcos que formara un coro en el establecimiento. Lo que pasa es que ella estaba acostumbrada a los coros escolares, totalmente distinto a lo que pretendía el Dr. Lovecchio, que quería un coro de adultos, que cantara a varias voces. Carmencita dijo que no estaba capacitada para eso; entonces lo llama el Rector a mi papá, Héctor Long”.

Cuenta que “por una herencia familiar religiosa -los Long somos protestantes-, y en nuestros hogares, desde muy pequeños, cuando íbamos a la iglesia a nuestros cultos, cantábamos a cuatro voces, aún pequeños. Hacíamos armonía sin saber un pentagrama, lo que era una nota. Como lo hizo mi padre, que, sin saber música, tenía un oído tan impresionante que se daba cuenta enseguida cuando había un pequeño error”.

Así comenzaron: “en el Colegio Nacional. Éramos muy poquitos, nuestros parientes y algunas personas más, como Oscar Ciancio, que trabajaba en el Colegio. Carmencita lo dirigió muy poquito tiempo, y después lo tomó mi papá. Yo ya tenía conocimientos musicales porque había terminado el Conservatorio. Lo ayudaba con la parte netamente musical y él dirigía. Así estuvo diez años”.

Los ensayos eran en el Centro de Comercio, donde fuera el Salón de la Amistad, “nos lo prestaba el Sr. Julio Marcos, y hasta nos compró un piano, para que pudiéramos ensayar. Ahí estuvimos diez años, con mi padre. Después vino otra etapa con otros directores”.

Hasta que, en el año 1989, le ofrecen la dirección a quien era una muy entusiasta coreuta, Blanca Long.

“En aquel entonces, de dirección nada”, dice Blanca, y agrega: “en aquellos años traté de mirar a los que más sabían, tratando de aprender cómo se hacía. Y ya no paré. Desde 1989 hasta ahora, van a hacer 32 años”.

“Son 50 años y ha pasado tanta gente. Es mucho tiempo. Ahora somos coro de cámara, alrededor de 20 personas, pero antes éramos muchísimo. Durante 10 años formamos parte de los encuentros corales bonaerenses, recorriendo toda la provincia de Buenos Aires, también La Pampa, Río Negro, estuvimos en Córdoba, en Mendoza. Fue muchísimo tiempo. A veces miro para atrás y me parece mentira que hicimos tantas cosas”.

Fueron anfitriones de entre dos y tres encuentros de coros en Coronel Suárez, en propuesta no competitiva, sino participativa. 

¿Qué le parece a Blanca, qué diría su padre, de ver toda la trayectoria que ha tenido el coro que dirigió con tanta dedicación? La respuesta de Blanca Long está plagada de mucha emoción. 

“Yo creo que papá está, porque está muy presente en mí, muy orgulloso. Muy orgulloso, porque él estaba muy orgulloso de sus hijos, no solamente en el canto, sino en todo en la vida. Mi padre no sabía música académica, tenía la música del alma, la familia de mi padre y mi madre eran muy cantantes, personas de cantar todo el día, con felicidad, con alegría. Los encuentros de las familias Long y Gonnet siempre giran en torno a la música, al canto, a una canción, una guitarreada. Papá estaría o está muy orgulloso de nosotros, sus hijos y de los nietos, que para él serían sus bisnietos. Porque los hijos de Gabriela (hija de Blanca), y Gabriela misma, están con la música. Ella es profesora de guitarra, sus hijos también. Fernando, el mayor, estudió con Goyo Freitas, toca la guitarra muy bien y canta también muy bien. Lo mismo Guillermo. O sea, estoy segura que papá está con todos, y muy orgulloso”.

Copiando a una prestigiosa periodista, la pregunta final para la entrevista con Blanca Long fue, ¿qué le parece que le diría la directora de hoy, a esa directora de 1989, que empezaba con tantos miedos a dirigir el Coro?: “¿qué le diría? Que siga aprendiendo. Que siga aprendiendo. Ahora cumplo 79 años y te puedo asegurar que cada cosa que hago cada día, con relación a la música o no, que me despierte los sentidos, agradezco a Dios que me da un día más de vida, para seguir aprendiendo. Con la facilidad de internet, voy a la web, trato de leer y de enriquecerme, musicalmente. Le diría eso, que siga aprendiendo y disfrutando, porque todo el arte es disfrute absoluto. Que siga investigando, estudiando y, sobre todo, disfrutando. Y ya no tengo los miedos que tenía entonces”.