Chocolates Baum, ahora también en Tres Arroyos

En diálogo con La Nueva Radio Suárez, el empresario gastronómico contó detalles de este emprendimiento que inició durante la pandemia en 2020 y que ahora se encuentra impulsando una sucursal en la ciudad de Tres Arroyos.

“La apertura del local comercial de Chocolates Baum, ubicado en Lamadrid y Sarmiento, fue en pandemia, el día 1 de julio del 2020, exactamente hace dos años que está abierto. Un poco no sabíamos qué iba a pasar cuando arrancamos, lógicamente, como todo emprendimiento, pero después está la gente de Suárez que ya había probado el chocolate, entonces se definió como bueno el producto, primero y principal, y eso me da mucha confianza para poder vender chocolates en cualquier parte. También está en uno cuan jugado sea en las decisiones que tome, si se quiere quedar cómodo en el lugar que está o si quiere expandirse, eso depende de cada uno”. 

En referencia al negocio del chocolate, Javier Graff expresó que “realmente creo que este negocio no tiene techo porque está bastante virgen en todo el país, en muchas ciudades del interior no hay chocolaterías y uno asocia siempre el chocolate a Bariloche, Buenos Aires, de pronto la posibilidad de crecimiento es muy amplia”. 

Haciendo referencia a su emprendimiento, dijo que “somos una empresa familiar, seguimos siendo una empresa familiar, si bien hemos invertido en maquinarias que nos permiten acelerar el proceso de producción, de templado de chocolate, la ideología de la empresa es familiar”.

Señaló Javier Graff que “es un modelo de negocio en el cual yo fabrico solo, hay una persona que es la que atiende en el local, que es la que despacha los chocolates, en Suárez está María José y aquí habrá otra, de esta forma no tengo un costo muy elevado de mantenimiento”.

En relación a si existen otros puntos de venta en la zona, señaló que “se consiguen en Huanguelén, en Bahía Blanca hay una heladería que hace tiempo los vende, en Pigüé, algo en Pringles, y con algunos distribuidores llegan a otros lugares”.

En torno a la elaboración de los chocolates y sus variedades, Javier Graff expresó que “la fabricación es sólo en Santa María, donde antes estaba el restaurant, se ha remodelado, se instalaron las máquinas ahí con la habilitación correspondiente para tal fin, lo que se llama RNE (Registro Nacional de Establecimiento), después todos nuestros productos, cada sabor de chocolate, está registrado en lo que se llama RNPA (Registro Nacional de Productos Alimenticios), dentro del código alimentario nacional, digamos que estamos con la posibilidad de competir con cualquier chocolate de primer marca del país, de cualquier marca que conozcas. No es un producto que quedó en lo artesanal, empezamos a profundizar en la legalidad”.

“Cada sabor se registra porque cada ingrediente que tiene cada chocolate es un producto distinto que altera la receta original y, por ende, tiene que estar registrado. Andamos entre 50 y 70 sabores distintos, los voy rotando, muchos se definen por sabores de licores; voy rotando el fruto de estación, depende lo que se encuentre, de esa forma voy armando los sabores. Más o menos siempre andamos dentro de la misma cantidad, más sería, según creo yo, marear a la gente” dijo Graff.

“Elegí Tres Arroyos por el movimiento industrial y comercial que tiene, otra ciudad que recorrí era Tandil y Bahía Blanca, todas relativamente cerca en donde yo pueda abastecer de chocolate desde Santa María. Voy a seguir fabricando desde ahí, es posible que ahora la próxima chocolatería se abra en Bahía Blanca y alguna tal vez en Tandil, es una proyección al futuro”.

Consultado en torno a si aumentará la variedad de productos, dijo que “en cuanto a la variedad de chocolates no está previsto nada nuevo, pero a mí la industria alimenticia me apasiona y siempre estoy pensando en eso, tal vez una producción a escala como esto, pero con harinas”.

Sobre sus gustos personales de la gran variedad de chocolates que fabrica, Javier Graff señaló que “a mí me gusta mucho un sabor que hago que es similar al relleno del chocolate de Dos Corazones, es prácticamente igual. Ese me apasiona, me encanta, y uno que hago como sabores extraños que se alejan un poco del chocolate, son unas trufas de chocolate ahumado que realmente son para disfrutar con un trago o una copa de vino. Son excelentes, es una experiencia distinta”.