100 años de la Cooperativa Obrera
“Se trata, como siempre, de trabajar el presente, construyendo el futuro”
Más asociados y más empleados, con objetivo de cada año. Esto lo dijo el Gerente General de la Cooperativa Obrera, Héctor Jacquet, en diálogo con La Nueva Radio Suárez.
134 sucursales, 66 ciudades y presencia en cuatro provincias. Esos son los números que dan cuenta de cuánto ha crecido la Cooperativa Obrera en estos 100 años, sorteando crisis y superando todas las pruebas que el país plantea desde lo económico-financiero para las empresas.
“Es una alegría compartir un evento, un acontecimiento tan importante como los 100 años. Y con todos. Porque la Cooperativa es de sus asociados, es un acontecimiento muy grato para todos”, dijo en el principio de la entrevista.
“Esto es una experiencia cooperativa, como hubo muchas, sobre todo en esos años, las primeras dos o tres décadas del Siglo XX en nuestro país. Esto arrancó en 1905 en Buenos Aires, con la fundación por parte del Dr. Juan B. Justo, como pionero de la Cooperativa El Hogar Obrero, y con el correr de los años se diseminó la idea por el resto de las ciudades del país”, historió Héctor Jacquet.
En el cooperativismo urbano hubo muchas experiencias cooperativas, “esta ha sido una experiencia exitosa, que pudo resistir los embates de una historia cargada de dificultades que ha tenido nuestro país. Nuestro país ha sido un calendario de dificultades, de golpes de Estado, crisis sociales, económicas, políticas. Y la Cooperativa Obrera ha seguido”.
Se preguntó, ¿por qué? Y la respuesta: “porque desde el primer día, desde la primera reunión, hay algo que quedó muy en claro en la Cooperativa, y es que hay que trabajar el presente, siempre construyendo el futuro, lo que está por venir. Los 173 pioneros se juntaron para poder producir pan a bajo precio, en 1920. La primera discusión fue si alquilaban una panadería, producían pan barato; o esperaban un poco, hacemos crecer la cooperativa, sumamos más voluntades, más capital, que aportó cada uno de lo que no tenían (eran todos obreros en su mayoría, ferroviarios, también de la construcción, carpinteros, etc.), y la discusión se zanjó por el lado de esperar un poco y hacer una panadería propia. Con eso ellos tomaron una decisión muy importante, porque alquilar una panadería podía significar operar dos, tres, cuatro años, hasta que el contrato ese terminara, o que no se pudiera renovar. Había mil alternativas. El hecho de hacer un esfuerzo tan grande, para esas economías tan pobres de esos trabajadores, comprar un terreno y construir la propia panadería, significaba otra cosa. Ya no era solo producir pan, era una idea de permanecer en el tiempo. Nadie hace algo así para una aventura. Eso les permitió dos cosas, una, tener una panadería moderna, con una cuadra grande y cómoda, produciendo el pan a más bajo precio. Y segundo, les dio mucha autonomía: no importaba qué pasara con los alquileres y otras cuestiones. Lo importante eran los asociados. Esa enseñanza quedó en la Cooperativa, para siempre. Todas las generaciones posteriores fueron trabajando en ese sentido”.
Cuenta que el día 30 de octubre, cuando se celebraron los 100 años de la fundación, “la mitad del día nos llevó no solamente en la gerencia, gerencia de obras y demás, sino en el trabajo que estamos haciendo para el futuro edificio de sistemas, que estaremos inaugurando el año que viene; tres sucursales que tenemos proyectadas. Es decir, no solamente teníamos un día para celebrar, sino que tenemos que seguir trabajando. Y los consejos de administración son siempre conscientes que se trabaja para el futuro, que hay que desarrollarse para generar empleo. Tenemos dos objetivos en la Cooperativa, desde siempre: cada año tenemos que llegar a mayor cantidad de asociados. Eso significa que tenemos que abrir más sucursales. Más asociados y más empleados son objetivos desde hace muchos años”.
Desde hace unos años es evidente al recorrer las góndolas que cada vez hay más productos que pertenecen a la marca Cooperativa. Consultado si eso tiene que ver con la Cooperativa Obrera como regulador de precios indica Héctor Jacquet que “absolutamente tiene que ver con los precios. Hay distintos modos de regularlo. Cuando la Cooperativa llega a un lugar, la gente comenta que hay diferencia de precios. Cuando pasan algunos años, la gente a veces dice que no está tan barata, como antes. Lo que se pierde de vista es que es reguladora de precios. La Cooperativa Obrera no tiene una política de precios para arrasar con el mercado, de ninguna manera. Todos tienen que vivir. Con la Cooperativa se puede convivir. Una cosa que pasa es que el resto acomoda sus precios. Lo más reciente nosotros lo vivimos, por ejemplo, en Monte Hermoso, donde los precios de los productos bajaron fuertemente. Ahora hay competencia, que es un beneficio en general. El socio se beneficia cuando compra dentro de la Cooperativa, o fuera, si hay algunos productos más baratos, producto, seguramente, de nuestra presencia. Esa es la función reguladora de precios”.
Sobre las marcas propias, dice que “tiene que ver con eso, de otro modo. Ya no es la competencia entre el supermercado de la Cooperativa Obrera y los otros comercios, sino dentro de la góndola de la Cooperativa, la competencia que se produce contra las marcas. Entonces la yerba de la Cooperativa contra las otras yerbas. Se logra con una marca propia, donde hay un ahorro importante en lo que nosotros denominamos los costos superfluos. Cuando una compañía gasta tanto en publicidad, para convencerme que compre su producto, me lo cobra en el precio del producto. Ese ahorro que hay compensa una diferencia de precios. Entonces, cuando empieza a aparecer el producto marca Cooperativa, Primer Precio, E-Coop, con un arroz, que es el mismo que está en otra caja, o en un aceite de girasol, y es más barato, lo que se logra es que el resto de las marcas también se acomodan dentro de la góndola. Hay un poder de regulación de precios hacia adentro”.
Dice Héctor Jacquet que hubo un momento muy importante de las marcas de Cooperativa Obrera: uno, entre el 2001 y 2005, y otro, desde hace dos años, en el marco de la crisis, “donde la Cooperativa intensificó el desarrollo de las marcas propias. En total tenemos más de 1.400 productos, y le agregamos los artículos del hogar, como heladera, cocina, bicicletas. Buscamos ser reguladores de precios, de las puertas de la Cooperativa hacia adentro” finalizó el Gerente General de la Cooperativa Obrera.