07/03/2020CIUDAD

Visitó Coronel Suárez Oscar Ledesma, Veterano de Malvinas.

Dejó sus palabras y su mensaje en una concurrida e interesantísima charla en la Biblioteca Sarmiento. “No vengo a malvinizar, vengo a argentinizar”. “Malvinas es el horizonte que debemos tener para rescatar los valores de Nación, de Patria, de Amor, de Sacrificio”.

El acto contó con la organización y el acompañamiento de la Asociación de Veteranos de Malvinas de Coronel Suárez.

Cuando sucedió la guerra tenía 18 años, ahora tiene 56. Ha transcurrido tiempo suficiente para el análisis, para encontrarse y para cuestionar como soldado argentino y como Veterano de Guerra.

Su palabra se fue autorizando en los combates en las islas, y se consolidó luego, con el transcurso de los años, reconociéndose como orgulloso soldado que defendió nuestra bandera.

Es muy interesante escucharlo en sus recuerdos. Y no debe engañar, en algún momento mezcla el humor cordobés en sus relatos. Porque pasa del humor a la argumentación certera sin advertir a quien lo oye que pasó a hablar en serio.

Y puede concluir fluidamente con algunos versos improvisados en ese momento, creados tiempo antes. No hace mucho que ha salido a dar conferencias. Lo suyo, primero, fue escribir en prosa y en poesía.

El ex Combatiente Oscar Ledesma llevó a cabo una charla pública en la Biblioteca Sarmiento. El día anterior había hecho lo propio en Pigüé. Y hoy estará en Bahía Blanca.

En Coronel Suárez estuvo reunido compartiendo gratos momentos con los ex Combatientes. Entre ellos, con Rubén Brodsky, de quien dice es su “Brou”, término norteamericano que indica que se es hermano, amigo, de armas.

“Este es mi brou, uno de mis brou. A Rubén lo quiero muchísimo. Nos hemos buscado, nos encontramos, nos extrañamos. Y puedo decir que hay veces, hasta me parece raro no cruzar una palabra con él. Siempre necesitamos estar en contacto. Ahora más que nunca, la visita que le debía”.

Tienen una amistad basada en el respeto, de orgullosos soldados conscriptos, “porque los soldados conscriptos de Malvinas fuimos los gauchos del Siglo XX. Porque fue el aporte patriótico del pueblo argentino con Malvinas”.

Enfatiza: “soy un orgulloso soldado conscripto. A mí no me sirve andar llorando ni victimizándome. Pero tengan en cuenta un principio básico: yo tampoco avalo el gobierno de facto. Yo separo las cosas. Vincular el gobierno de facto, u otras cosas que sucedieron, con la gesta de Malvinas cambia el concepto.

Malvinas es intocable. Es el horizonte que debemos tener como nación, para rescatar los valores de Nación, de Patria, de Sacrificio, de Amor a la Patria.

Porque, sino, estamos condenados a ser una colonia, definitivamente”.

Dice que, en sus recorridas, sus charlas, no tiene el ánimo de malvinizar, “vengo a argentinizar. Ese concepto me aleja de todas las chapas y de todas las credenciales que pueden llegar a aportarme. Las cuales no me interesan. Como tampoco me interesa mostrar todo un historial de escritorio o que puede servir sólo en una foto. Lo mío es más simple: esto a mí me cura el alma, me hace sanar las heridas. Soy especialista en luchar contra fantasmas”.

Luego de aclarar “que no hay guerras románticas, ni revoluciones sin el costo de sangre inocente”, dice que “la guerra es guerra. Es esencialmente comunista en el sentido que no hace distinciones. Es un infierno en el cual cada uno se sumerge en él y va saliendo como puede”.

Por supuesto, deja bien claro que “lo peor de todo es la pos guerra. Es más cruel, es más sanguinaria. Y es eterna”.

Hace unos pocos años atrás Oscar Ledesma mostró a través de los medios y las redes sociales con organismos de derechos humanos del país. Al preguntarle el porqué de esto, en la conferencia de prensa indicó que “yo me enojo cuando los derechos humanos no son ni derechos, ni humanos. Yo dije que eran una organización ilícita de retorcidos humanos. Si uno habla de derechos humanos, habla sobre todas las personas, sobre los seres humanos. Pongo un ejemplo: ¿dónde están los derechos humanos cuando la pobre madre que aparte de violarla le mataron un hijo? Creo que tiene más derecho que ningún a tener una asistencia, un acompañamiento. Entonces, son panfletarios. ¿Y qué quieren? Es un organismo que está utilizando el sistema de venganza. Es una ruin venganza en contra de quienes fueron sus adversarios o quienes fueron los que los combatieron”.

Oscar Ledesma es el soldado argentino que batió en combate al Tte. Cnel. Herber Jones, Jefe del cuerpo de paracaidistas ingleses, en el combate de Puerto Darwin, en la zona conocida como Pradera del Ganso.

Como ya se ha dicho, Oscar Ledesma hace unos años atrás escribió una sentida carta abierta dirigida a la viuda del inglés, Sara.

En la misma explica que no sintió odio al apretar el gatillo, con lo cual ¿no hay margen para exhibir este hecho como un resarcimiento triunfalista? “Jamás lo hubo, lo mío no es la jactancia. Lo mío es como siempre dije, una circunstancia eventual, en la cual no tuve opciones. Simple y llanamente. La guerra en sí misma no te da opciones. Es tan cruel que no te da opciones. Yo tuve que elegir entre los soldados del Regimiento 12 y otro ser humano. No tuve opciones. Si me preguntan qué haría … volvería a elegir a mis hermanos. No hay revanchismo. No hay un exhibicionismo. Porque si vamos al resumen de ese combate, mueren los dos jefes, no hay ganadores”.

Los argentinos, dice este Veterano de Guerra de Malvinas, “tenemos algunos pecadillos. Somos muy futboleros, muy exitistas. De manera que, si nosotros volvíamos triunfales de la guerra, no nos hubieran escondido y nos llevaban en andas a correr por el obelisco. ¿Qué pasó? No lo culpo al pueblo. La gran tarea, y sanguinaria tarea de desmalvinización, comenzó el 14 de julio y prosiguió durante diez más demenciales, infernales, años, donde el veterano fue negado, tapado, escondido, defenestrado, irrespetuosamente tratado. Pero no culpo al pueblo. Soy puntual en que quienes tenían que tomar las decisiones no las hicieron. Mi forma de enfrentar esa realidad fue transformarme en un sobreviviente. Yo soy un sobreviviente, y como tal aprendí que hay muchos mecanismos de defensa y muchas formas de sobrevivir a una pos guerra. El mío fue la escritura, la poesía. Creo que la poesía me salvó de la locura".