26/11/2022CIUDAD

Una propuesta intimista, con el enfoque de la inclusión y la participación: el mural de Barro en Colectivo en Blanco y Negro

La propuesta partió de la Subcomisión de Arte de Blanco y Negro, convocando a instituciones, organismos, talleres artísticos para que intervengan con obras todo el tapial perimetral del parque Felisa Igartúa de Alberdi, del Centro Blanco y Negro. 

El colectivo, denominado Barro en Colectivo, que tiene centro en el taller de la artista plástica Verónica Kenig, se prendió en la propuesta. Fue un año de ideación, debate y trabajo concreto, transformando las ideas en obras tridimensionales: obras en cerámica que conforman un mural de 8 metros completos. 

Verónica Kenig, acompañada de Mariana Riesgo y Cecilia Arroyo visitaron La Nueva Radio Suárez en la mañana de ayer, contando la obra realizada. “Hace casi un año que estamos trabajando con la idea. Hemos tenido momentos de mucho pensamiento y otros, de mucha acción”, dijo Verónica Kenig, indicando que al final, “llegó el momento del montaje, que es lo que estamos haciendo, hace aproximadamente un mes”.  

El mural, de 8 metros, llevó alrededor de 24 horas de montaje, según contaron. “Es un mural como orgánico. Cuando digo esto, es que nosotros tenemos ideas en la cabeza, pero no nos basamos en un boceto previo, para después llevar a la pared en forma estructurada. Es decir, van pasando cosas en el hacer, en el montaje, que las vamos hablando y resolviendo en el momento”. 

“La idea inicial estaba, pero a medida que vamos trabajando en conjunto y en grupo, van surgiendo nuevas propuestas, dentro de la propuesta”, suma Mariana Riesgo, así, “van surgiendo cosas que quedaron plasmadas en el mural final”. 

Cecilia Arroyo explica que iniciaron con ideas de lo que iban a hacer: “Formas de personas, plasmar deportes, incorporar el color y después, en la pared, ir armando. Fue lo que surgió y lo que quedó”. Es decir, no solamente hay imágenes en blanco y  negro, en honor al club que hace la convocatoria. También hay rojos, amarillos y otros colores. En cuando al carácter intimista, tiene que ver con la participación de la gente que acercó fotos, que cuentan historias en relación al club, que quedaron incorporadas a la obra. 

“Trabajamos con la gama blanco y negro, como para generar un discurso dentro del mural desde el color, pero también nos tomamos muchas libertades, porque era una propuesta abierta. Así que pensamos en el público destinatario, que necesita encontrar un montón de cosas en un mural, que está cercano a todos los que transitan. Lo van a ver los que vayan a jugar deportes, el que vaya a alentar al equipo, y el que transita lo va a ver también”, dice Verónica Kenig, dando cuenta del carácter democrático del arte urbano. “Por eso, nosotros nos tomamos con tanto compromiso el trabajo. Fue un año de elaboración, porque trabajamos en colectivo, en equipo, porque nos gustó hacer la propuesta y la hicimos en un tiempo prolongado, lo que cuesta también, en tiempos de inmediatez, donde todo es rápido. Estoy contenta desde ese lugar, y con el resultado”, dijo Kenig. 

El proceso de elaboración se inició en febrero. “Uno se va incentivando a más, se va abriendo en el proceso. Tuvimos que seguir modelando, armando otras cosas que surgieron a medida que íbamos trabajando con la idea original. La cerámica es un proceso que lleva tiempo, entre el trabajo con la arcilla, el secado posterior, el horneado, y el acabado en las piezas que es un esmaltado, que lleva otro proceso más”, explicó Mariana Riesgo. La idea empezó en diciembre del año pasado y empezaron a trabajar en febrero. 

Consultadas en torno a cómo se cuidan, se preservan las piezas que conforman la obra, explican que la cerámica es súper resistente. Hay culturas de miles de años, cuyas piezas de cerámica se preservaron. Es una parte del suelo, horneado, que tiene mucha durabilidad. 

En el final, consultadas en torno a lo que quisieron expresar con la obra, responden que fue,  “la idea de una inclusión, de un estar todos volcados dentro de un mural. Y darle visibilidad a través de un mural cerámico que permita, que todas las miradas estén”, dijo Mariana Riesgo. “Que no se pierda el deporte, y todo lo que está dentro de un club, que es la diversidad”. 

Por su parte Cecilia Arroyo, coincidió que “más allá de los deportes, se trató de acercarse al club de una forma artística, que Blanco y Negro lo representa muy bien. El tema de las mujeres, de los niños, del público, de todas las actividades. Creo que quedó bien representado, estamos contentas con el resultado final de la obra”. 

“También tiene algo el mural que es una propuesta intimista. Porque la gente que pasaba mientras nosotros trabajábamos, se acercaba, y hay transferencias fotográficas. Nosotras tomamos una serie de fotos, pero también invitamos un sábado a participar a quien quiera, para que traigan su foto y puedan dejar plasmada la imagen de un familiar o de alguien, dentro del mural. No es una propuesta personal, de cada uno de los representados, sino que intenta tener esa mirada histórica. Usamos mucho el libro del centenario de Blanco y Negro como archivo histórico. Como resultado,  la gente se acerca a mirar quien está o qué dice, qué está escrito. Este mural, tiene, un discurso de acercamiento”, dice Verónica Kenig.