06/12/2019CIUDAD

Un notable desafío de Darío Salotti.

El domingo inicia un viaje que viene soñando hace un año: en bicicleta a Machu Picchu.

Hace unos días atrás cumplió 50 años. Y hace un año atrás había sacado la cuenta –lleva cerca de 40 años trabajando, empezó repartiendo leche con su abuelo los sábados, su madre lo despertaba a las 5 de la mañana para esta tarea- y le había dicho entonces a su esposa que se iba a tomar unos meses de vacaciones para concretar el sueño de ir a Perú, en bicicleta.

Tuvo que bajar varios kilos, 20 en total, y hacer un entrenamiento intensivo. Porque, aunque ciclista de toda la vida, hay que hacer una preparación especial para esta experiencia que será de una alta exigencia.

“Tengo una pasión por la bicicleta… allá por los 11, 12 años empecé a competir en bicicleta y nunca me bajé. La bicicleta es mi pasión, en principio”.

Y cuenta Salotti: “hace un año atrás le dije a mi señora que cuando cumpliera 50 años iba a hacer un impasse en mi vida. Quiero tener un descanso. Hacer un viaje. Me dije, ‘¿por qué no en bicicleta?’. Me propuse ir a Machu Picchu, dicen que es un lugar de mucha fuerza, mucha energía positiva. Me propuse llegar ahí”.

La familia, al principio le dijo, “¡vos estás loco!”. Ahora, viendo todo el proceso, e inmersos todos en este desafío, lo acompañan y lo apoyan.

“Empecé a prepararme en lo físico, porque estaba excedido en peso. Hice un trabajo intenso los primeros seis meses, de entrenamiento, para bajar 20 kilos de peso. Y después, los otros seis meses antes de la partida hice un entrenamiento normal, de mantenimiento, en la bicicleta”, comenta.

Quería comenzar en bicicleta desde la plaza principal de la ciudad. Por eso, este domingo, estará partiendo alrededor de las 8 de la mañana.

“Tengo muchos ciclistas amigos, conocidos, que me van a seguir unos kilómetros en bicicleta. Se va a armar una especie de caravana”, dice Darío, emocionado. Y cómo no, si este viaje está tan soñado que en estos últimos días va ganando en ansiedad, nerviosismo, emoción.

El primer destino es cerquita, en Cochicó. Adonde proyecta llegar un poco después del mediodía, para comer un asado con los amigos muy cercanos, que le harán allí la despedida.

“Cada vez que hablo me emociono. Porque lo que me está pasando ahora es muy fuerte. Emociones muy fuertes, que nunca me había pasado”.

En estos días le llueven solicitudes de amistad por las redes sociales, de gente que quiere saber cómo preparó el viaje, cómo se preparó él, cómo hizo el proyecto de recorrido.

Promete ir publicando en Facebook e Instagram parte de esta experiencia única de recorrido, que le servirá también para ir conociendo la gente, con sus costumbres y tradiciones, del interior de Argentina, y de otros tres países que estarán en su recorrido: Bolivia, Perú y Chile.

Darío cuenta que “el viaje en sí es también conocer gente, comidas, costumbres, tradiciones. Por lo que también es un viaje cultural, además de deportivo”.

Sobre el recorrido comenta que “lo voy a hacer desde acá, en bicicleta, rumbeando hacia el oeste, hasta llegar a la Ruta 40. Voy a hacer toda la 40 norte, hasta La Quiaca. Ahí cruzo a Bolivia, para hacer todo lo que es el desierto de Uyuni, el Lago Titicaca, lugares muy paradisíacos. De ahí apunto hacia Perú. El viaje inicial son 4 mil kms de ida. Y la idea, después, es viajar otros 2 mil kms., viniendo por el Pacífico, todo lo que es el desierto de Atacama, norte de Chile y por el paso San Francisco cruzar la cordillera. Me tengo que apurar un poquito, porque para mayo, junio, ya va a hacer mucho frío. Y después me tomo otro medio para llegar a Suárez. Voy a andar 6 meses, 6 mil kms en 6 meses”, cuenta sobre su recorrido.

Y si bien no tiene fechas específicas, calcula llegar a Machu Picchu hacia febrero o marzo. Proyecta andar en zonas muy altas, unos 5 mil metros de altura, aproximadamente.

En cuanto a la bicicleta que utilizará, y que ha venido preparando, cuenta que “es una de cicloturismo, estándar, universal. Se adaptó especialmente para el viaje. Porque yo llevo mi carpa ahí arriba, llevo mi carpa, el agua, la cocina, los insumos, mi ropa. Todo lo que es elementos de comunicación, paneles solares para abastecerme. Todavía no pesé la bicicleta, pero calculo que voy a estar llevando entre 40 y 45 kilos de peso. Más unos 15 kilos que pesa una bicicleta estándar, más mi peso. Voy a estar transportando entre 150 y 160 kilos. Entre lo que está previsto llevar, son 8 litros de agua, de emergencia -4 botellones de 2 litros-, que en los primeros tramos irán vacíos porque el agua está asegurada en toda la zona.

¿Cuánto investigó para hacer el viaje? Responde Darío que “hoy día está muy de moda esto, hay mucha gente que se mueve en bicicleta, con mochilas, en moto, motor home. Hoy las redes sociales brindan toda esa información, tenes al alcance de la mano las preguntas y las respuestas. Está muy fácil este tema. Lo fundamental es lo físico y lo mental, porque uno se sube a la bicicleta y va a estar 5, 6 horas pedaleando, con la adversidad del clima. Es un sacrificio, pero, a su vez, satisfactorio, cada día llegar a destino”.

Se vuelve a emocionar ante la pregunta de cómo vive este proceso su familia: “están todos emocionados, gracias a Dios tengo el apoyo de mi señora, mis hijos”.

Dice que “a la noche se duerme cada vez menos –en estos días previos-, esperando el momento de oficialmente subirme a la bici y salir. La verdad que es muy fuerte todo esto”.

¡Buen viaje suarense, en este recorrido que venís soñando hace un año! Y el deseo de todo el Equipo de La Nueva Radio Suárez es que en cada trayecto te encuentres con gente buena, amable, que enriquezcan esta experiencia de vida.

¡Hasta el regreso y a cada momento en esta recorrida estaremos siguiendo por las redes sociales!