01/12/2020CIUDAD

Tres actas labradas por juntadas que exceden ampliamente el número permitido y el horario

Entrevista a Gastón Duarte, Secretario de Gobierno y Seguridad “El mensaje sigue siendo que tenemos que seguir cuidándonos, hasta que aparezca la vacuna, tenemos que continuar con las medidas de distanciamiento, el uso de tapabocas. Estamos empezando a ver con cierta preocupación que cada vez son más las fiestas que se están realizando los fines de semana”

Se incrementaron las fiestas clandestinas, privadas, que sortean las disposiciones en vigencia. 

El fin de semana pasado, más que nunca, la Policía respondió a denuncias de este tipo por parte de vecinos, y como resultado también de la recorrida de los patrulleros, se encontró que, en diferentes lugares de la ciudad, zonas de quintas, etc., había reuniones masivas. 

Consultado el Secretario de Gobierno y Seguridad dijo que “el que acaba de pasar fue un fin de semana movido, por fiestas clandestinas, juntadas, principalmente de jóvenes y adolescentes. Hemos tenido bastantes denuncias y labramos tres actas. Sabíamos que esto iba a suceder. Estamos notando un cierto relajamiento de parte de la población respecto a la pandemia”. 

El funcionario expresa que este año “se ha hecho muy largo para todos. Entendemos que hay un cierto cansancio generalizado de parte de la sociedad. No somos ajenos a ese sentimiento, lo conocemos y nos pasa en nuestra vida privada. Pero el mensaje sigue siendo que tenemos que seguir cuidándonos, hasta que aparezca la vacuna, tenemos que continuar con las medidas de distanciamiento, el uso de tapabocas. Estamos empezando a ver con cierta preocupación que cada vez son más las fiestas que se están realizando los fines de semana”. 

Explica Gastón Duarte que en lo que se labró actas “fue en una juntada que la Policía desarmó a las 3 y media de la mañana, en el Balneario de Pueblo Santa María. También labramos actas a dos fiestas, en casas particulares de vecinos de Coronel Suárez. La responsabilidad no quiero que recaiga siempre sobre el adolescente. Particularmente para el adolescente y para los que están en el último año de secundaria sabemos que fue un año complicado, por el hecho de la significancia que tiene para un joven terminar el secundario. Una etapa tan linda, la fiesta de fin de año, la juntada con sus compañeros de fin de año. Pero, también, hay una gran responsabilidad de parte de los padres. Porque un pibe de 17, 18 años, no te organiza una juntada en un domicilio particular si el padre no está en conocimiento de esto. Principalmente lo que pedimos es responsabilidad de parte de los adultos responsables de sus hijos”. 

Desvinculó Duarte al Club El Progreso (el predio que tiene en el Balneario), “por lo que entendemos empezó a llegar gente, y terminaron siendo casi 200 personas bailando y disfrutando una noche que estaba muy linda. Pero, en el marco de la pandemia, trae complicaciones. Han bajado drásticamente los números de contagios. Eso sí es una noticia que nos alegra. No así la cantidad de camas ocupadas en terapia intensiva. No quiero ser muy duro, pero llevamos 21 personas fallecidas en el marco de la pandemia. Los adultos mayores siguen siendo un grupo de riesgo, por lo tanto, si el adolescente se contagia es de mucho riesgo para los adultos o las personas que tengan alguna patología previa”. 

Respecto a las acciones que puede hacer la Policía, en este marco, cuando descubre que hay reuniones que exceden en número a la cantidad permitida, indica Gastón Duarte que “se labra una infracción, en el marco de la ordenanza 7030, que es una ordenanza que se promulgó hace unos dos meses. Obviamente, cada uno se tiene que retirar a su domicilio. Pasa al Juzgado de Faltas y es el juez el que dictamina si la infracción es acorde a la ordenanza y cabe algún tipo de multa. Si hay multa son responsablemente solidarios tanto el organizador de la fiesta como el dueño del inmueble en el que se realiza la fiesta o la juntada”. 

Es una multa “abultada, son seis sueldos de una categoría 8 municipal, de 32 horas y media semanales. Así que es una multa que ronda los 80 o 100 mil pesos”. 

Agrega el funcionario consultado que "lo que se hizo, en el Balneario de Santa María, es que se les pidió a los jóvenes que por favor se vayan a su domicilio. Esto se realizó de forma ordenada, no sucedió lo que pasó en el balneario de Pigüé, donde se produjo un descontrol. Acá se dio la desconcentración de manera más ordenada. No hemos tenido ningún tipo de inconveniente y los adolescentes o los jóvenes se retiran a sus domicilios sin mayores problemas".