21/02/2020CIUDAD

Restauración del busto del General Manuel Belgrano en el año en que se cumplen 200 años de su fallecimiento.

Está emplazado sobre la Avenida Alsina esquina Belgrano frente a la Parroquia. La tarea la está ejecutando un restaurador de oficio, muy comprometido con su labor, Mauro Ferreyra.

Y la labor estará lista para el 27 de febrero, día en que se conmemorará el primer izamiento de la enseña patria, a orillas del río Paraná, en el año 1812.

En momentos en que estaba en plena labor, Mauro Ferreyra dijo a La Nueva Radio Suárez que el busto instalado en la intersección de Alsina y Belgrano, “era un busto genérico, por lo que hubo que darle la forma”. Explica que “es muy habitual, que se hacen por sistema de moldeado y volcado. Un busto con una determinada característica se los emplaza y se pone la placa del homenajeado. Lo que hay que hacer, cuando eso sucede, es darle las formas o características principales del prócer al que se está homenajeando. Eso no se había hecho en su momento, lo estamos haciendo ahora, parte de recuperar toda la obra”.

¿Cómo se logra? Explica Mauro que “generalmente estas obras traen excesos, o sea, tratan de abarcar todas las características que solían tener los hombres de la época. Con técnicas de esculpido y de remoldeado, al puesto, se le da la forma”.

Basado en una copia del óleo oficial de Belgrano fue sacando los rasgos más distintivos del general: “un poco la vista, la cuadratura del rostro.

En este caso que era un rostro más bien alargado, se lo redondeó un poco, se le quitaron las patillas –que no usaba- se corrigió el pelo, se dio la forma a los ojos”. Como se hicieron esos arreglos: “cincelándolos, y con material de restauro se va corrigiendo y agregando cosas”.

También se restauró la base. Agrega Mauro Ferreyra que “en general toda la obra está muy buena, en sonido, estructura, presión. Lo único que tenía era una gruesa capa de detritus por la polución y demás. Todo eso se quitó, se limpió convenientemente. Aclaro, que en estas obras nunca hay que usar hidrolavado, el agua a presión las destroza. La limpieza fue con agua, cepillos, en este caso de bronce, y también algunas espátulas. Agua y remoción mecánica. Químicos nunca. Si eso no funciona se le agrega el detergente neutro. Y después, se lava con una solución con vinagre, para equilibrar el PH”.

Todo esto lo aprendió trabajando, “soy una persona de oficios. Los oficios los fui volcando al ámbito de la restauración”.

Estará listo, para el 27 de febrero cuando se lleve a cabo un acto que ponga en evidencia cuando la bandera argentina fue izada por su creador, en el año 1812, y dejando inaugurado el año de homenaje al general Manuel Belgrano.