24/07/2020CIUDAD

Malvinas. Los sueños y las pesadillas.

Por el Veterano de Guerra de Malvinas Dr. Ruben Brodsky.

Hace varios años atrás escribí esta narración y quise traerla al presente como una forma de asegurar que los resultados de la guerra no son gratis.

Pensé y me transporté en el tiempo.

Navegué hacia atrás y empecé a escudriñar en lo profundo de mis sueños.Aquellos sueños que habían dejado de serlo para transformarse en tortuosas pesadillas.

La silueta amenazadora aparece en medio de la oscuridad, de la neblina, debajo del viento y de la lluvia o de la nevisca. 

Las torres giran y apuntan... la voluta, el sonido del silbido y el ruido ensordecedor.

-Pasó, eso pasó cerca!

Se repite, se repite hasta que el silbido no se escucha.Ese no pasó, está pasando cerca, tanto que cae ahí nomás y todo estalla, vuela, se rompe y lastima...

Y se repite y sigue haciéndolo.

Se traslada a través del tiempo y se hace carne y duele porque se repite y ocurre lo mismo que siempre.Y se hace carne y se padece y comienzan las pesadillas, y se hacen recurrentes.

Así fue y así siguió siéndolo y no sólo se trató de los sueños,

se trató de los demonios.

Así fue.

Alguna vez escribí sobre los demonios y la lucha contra ellos.

Despertarme con sudor y a veces con gritos, me contaba mi hermana, quien se bancó mis principios de posguerra.

Eran recurrentes.Me encontraba hablando solo, conmigo mismo. Decidiendo que iba a hacer con ellos.

Todavía me acuerdo cuando tuve enfrente a un psicólogo que querìa ayudarme y yo me pasaba todo el tiempo pensando en como me iba a ir de ahí.

Seis meses pasaron y lo logré, me fui de ahí.

Pero llegaba a mi casa y tenía que dormir y temía dormirme porque veía caerse sobre nosotros el avión ametrallando durísimo contra nuestras posiciones y nosotros, demencialmente y a los gritos respondiendo con la misma intensidad.

"Viva la Patria carajo!! y así seguíamos...

La descarga de adrenalina al máximo... y eso soñaba ,y eso recordaba y eso me perturbaba.

Por suerte terminó y sólo fue al comienzo.

El tiempo curó las heridas y los hermanos de la guerra comenzaron a aparecer y a ayudarnos.