05/04/2020CIUDAD

La mayor concentración de jubilados y pensionados en Coronel Suárez se produjo el viernes.

Tal es así, que al mediodía del viernes el Banco Provincia comenzó a pagar los cheques emitidos por la Municipalidad para las familias asistidas. Se estima que durante todo este fin de semana se ha terminado de solucionar el problema para aquellos que no tenían la tarjeta de débito, o la tenían desactivada.

Fue el tema dominante en los grandes medios de comunicación nacionales. Las aglomeraciones que se produjeron frente a las entidades bancarias, sobre todo en ciudades del Conurbano bonaerense, donde se vieron imágenes tristísimas y que afortunadamente no pertenecen a la realidad de Coronel Suárez.

Si bien las filas de ciudadanos eran extensas, sobre todo antes de las 10 de la mañana, rápidamente se fue diluyendo y para el mediodía quedaban vecinos que concurrían a los cajeros automáticos a retirar efectivo, o bien otros que cobran las ayudas sociales.

Con lo cual es de estimar que durante todo el fin de semana quienes no manejan la tarjeta de débito o la tienen desactivada por falta de uso ya habrían percibido su haber a través de la ventanilla, recibiendo además el asesoramiento del personal bancario, tanto en las reparticiones oficiales como privadas.

El viernes, día de la mayor concurrencia de los jubilados, fue muy importante la presencia policial que ordenó las filas, el ingreso al interior de las instituciones bancarias, y brindaron información a la gente para evitar una concentración o una presencia fuera del día fijado, de acuerdo al número de documento.

Lo que sí es una voz que se reitera, la necesidad de contar con toda la operatoria de los bancos, sobre todo para el comercio, la industria, las pequeñas y medianas empresas, que viven una situación económica desoladora, con el corte de la cadena de pagos, las obligaciones salariales y otros temas que tienen que ver con el desenvolvimiento económico tan golpeado.

Hay voces que se levantan sobre el particular ante la necesidad de flexibilizar, pero están las opiniones de los profesionales que insisten con toda rigurosidad en la necesidad de respetar las instrucciones de la emergencia sanitaria, cuidándose y permaneciendo adentro.

Muchos de ellos están horrorizados porque la franja más vulnerable a las enfermedades respiratorias y ciudadanos de riesgo, como son los adultos mayores, han salido a la calle masivamente, con todo lo que eso implica.

Sigamos cuidándonos y quedándonos en casa, es la predica desesperada de la política de salud.