Este abuelo pasó de tener en sus manos una cuchara de albañil a usar un pincel para pintar cuadros
Oscar Buczek es el rey de la Comparsa y así se presenta cada vez que hay oportunidad. Es uno de los residentes del Hogar “Domingo Goñi”. Es simpático, sociable, le gusta mostrar lo que hace, lo que logra y las cosas nuevas que va aprendiendo.
Cuenta, en una entrevista, que “hace rato que yo pinto (cuadros), también dibujo. En el Hogar, gracias a Dios, estoy muy contento. Hace 12 años que estoy”.
El cuadro que presentó para la muestra que se realizó en el hall de la Municipalidad, de las producciones logradas en los talleres de dibujo, pintura y manualidades que conduce la profesora Graciela Herlein, es el segundo realizado, dice.
Se lo regaló a la directora del Hogar, Guillermina Alebuena, como una forma de agradecimiento por lo que recibe en la institución, que es su lugar desde hace 12 años.
Dice que nunca había pintado cuadros, antes de esta experiencia. “Empecé a hacerlo en el Hogar. También hago en un cuaderno actividades”, relata, contando las actividades que lleva a cabo para mantener activo el cerebro. Expresó que pintar le gusta mucho. Antes “trabajé muchos años de peón de albañil, en los barrios”.
Increíble ¿no?, lo maravilloso de estos nuevos tiempos. ¿Quién hubiera dicho que Oscar iba a pasar de manejar los implementos de albañil a la motricidad fina, delicada, de manejar un lápiz para dibujar o los pinceles para pintar? El resultado en un cuadro, el segundo realizado por este hombre.