22/08/2019CIUDAD

Elsa Gardiner, es quien comanda la cocción de los tallarines en cada tallarinada que organiza la Comparsa de los Adultos Mayores.

“Todo en la vida, si no lo haces con placer, no haces nada. Uno tiene que tener el placer de hacer, colaborar, ayudar y poder contribuir con los demás”.

Tiene 75 años, muchas vivencias a lo largo de su vida y las cuenta rapidito, como en un resumen corto. Tiene seis hijos, tuvo depresión a los treinta y pico, y ser mamá otra vez, a los 43, la ayudó a salir de ese pozo.

Dice que cuidó a muchas personas enfermas, y con un dejo de emoción apunta que la última persona que cuidó fue a su mamá.

Hace dos años, en un accidente sobre la Avenida Casey, falleció su hija. La vida le había enseñado varias cosas para entonces. Para no volver a caer en la depresión, empezó a hacer muchas actividades con la Comparsa. A quien atropelló a su hija lo perdonó, es que sabe que el rencor enferma a la persona que lo siente.

Fue el punto de partida para decidir perdonar a quien causó ese daño, sabiendo que, a la otra persona, ese peso lo acompañará toda su vida. Vale la pena escucharla, porque con cada frase, sin quererlo, deja una enseñanza.

¿Cómo hace para sacar los tallarines sin que se pasen, que queden justo a punto?

Cuenta que tiene una técnica, y no aclara más. Indicando que la ayudan “las otras chicas, Serafina, Rosita y otras. Somos un conjunto. Todo lo hacemos en conjunto. Algunas más viejitas, menos, pero todas trabajamos”.

Dice que las salsas les gustan a todos, y cuando le preguntan ¿cómo haces?, responde “no es lo que uno hace, sino cómo lo hace. Con el amor que haces las cosas. Cuando uno cocina con ganas y con amor salen las cosas bien. Si no se hace con amor no sale bien. Tengo una nuera que dice que los mejores canelones que come son los que hago yo. Y le digo que los cocino con amor. Todo en la vida, si no lo haces con placer, no haces nada. Uno tiene que tener el placer de hacer, colaborar, ayudar y poder contribuir con los demás”.

Dice que trabajó mucho en su vida: “estuve cuidando enfermos muchos años, mi última enferma fue mi madre. Ahí mi hija me pidió que no trabajara más, que ya estaba jubilada, que dejara. Me pregunté, ¿qué hacía? Cuidar nietos. Los cuidé y sigo haciéndolo. Tengo 17 nietos y 5 bisnietos, y otro más que viene en camino. Así es la vida, uno sigue adelante, proyectando cosas. Salió esto. Primero vine a ayudarle a Adriana a coser y después me sumé a la Comparsa. Esto, y mis hijos, me sacaron a la vida. Perdí una hija. Y todo esto me ayudó a superarlo. Sí que puse fuerzas yo para superarlo, pero también salí adelante. Estoy haciéndolo hace dos años, cuando nos pasó eso”.

Elsa concluye señalando que “pero yo digo que la vida te da y te quita. Te da la posibilidad de que te lleva algo y te trae otras cosas. Porque nació un nieto, que es una delicia, es ¡abuelazo! Esa es la vida, la posibilidad de estar con gente que te ayuda, te acompaña. Yo creo que toda la gente grande tendríamos que estar más juntos, comunicarnos más, poder proyectar cosas para el hoy. Mañana no se sabe” finaliza Elsa Gardiner.