El arquitecto Fernando Azcona respondió a algunas de las cosas que dijo el concejal Salerno sobre la inconclusa obra de la terminal de ómnibus
Fue quien desde la titularidad de la empresa que ganó la licitación dirigió la obra de la terminal de ómnibus que se inició hace varios años atrás y que permanece sin terminar.
En su momento los concejales de Juntos por el Cambio habían hecho público un documento poniendo énfasis en todas las cuestiones que rodearon a esa obra, las que consideran irregularidades. Sobre el particular, hace unos días atrás el concejal Ricardo Salerno, integrante de ese bloque, en una entrevista con La Nueva Radio Suárez, dijo que esta obra “es el compendio de todo lo que no hay que hacer con la obra pública”.
Frente a estos dichos el arquitecto Fernando Azcona pidió el derecho a réplica.
“Quiero hacer algunas aclaraciones con respecto a la nota que salió publicada hace unos días atrás. Por ahí por el nombre mío no me tiene pero sí por las obras que nosotros hicimos. Los mismos que hicimos la terminal fuimos los que hicimos el edificio Roma; el edificio Villegas, el condominio de Ameghino y Lamadrid; el edificio Alsina. Esas son algunas de las obras que nosotros tenemos hechas aquí en Suárez”.
“El edificio Alsina es una de las obras que nosotros presentamos como garantía de trabajos similares antes de la terminal. Por eso no entendemos cuando el señor Salerno sale a decir que no teníamos antecedentes, cuando teníamos una obra a 300 metros del municipio terminada en el 2008. Ese fue un antecedente, presentamos tres obras más”.
“No entendemos cuando decía que no teníamos antecedentes cuando, tranquilamente, asomándose por la ventana, veía una obra de 4 mil metros cuadrados, la mitad de tamaño que la obra de la terminal”.
Consultado si se formó una empresa específicamente para esta obra indicó que sí, “es de común usos y costumbres cuando se hace una licitación formar una UTE (Unión Transitoria de Empresas), y en nuestro caso, formamos una SRL con el Sr. Soule, porque nosotros necesitábamos la maquinaria pesada para poder hacer la obra. Y nos parecía que era la forma jurídica y legal para presentarnos a la licitación. Y en eso, no hay nada ilegal”.
Sobre el reclamo de Salerno, que a la empresa no le cobraron las multas por los trabajos retrasados, dice el Arq. Azcona que “esa es una visión parcial del problema. No contaron la parte importante que es que los certificados de obra se pagaron con considerables retrasos. El primero se pagó 66 días tardes; el segundo, 60; el tercero, 53 días tarde; el 5to, 100 días tarde; el sexto, 134 días tarde, casi 5 meses. El séptimo, 10 meses tarde, 279 días; el 8vo certificado se pagó 365 días tarde. O sea, esa parte, la obviaron contar. Cómo va a cobrar una multa el municipio cuando es el municipio el primero en estar en falta, cuando paga los certificados de obra con casi un año tarde, y sin intereses. Ni hablar que la obra se licita en el 2009; se inicia en el 2011; no tiene reajustes de precios. Se maneja en el 2011 con los precios del 2009 y con un año de atraso en los pagos. O sea le quiero informar al Sr. Salerno cómo hace para hacer una obra, privada o pública, sin fondos. Es imposible”.
Insistió en que hay “una visión parcial de las cosas y no se cuenta la totalidad”.
Dice que “la obra debería haberse pagado antes. El interés en la obra fue del 30%, cuando la inflación en 5 años (del 2009 al 2014 cuando se terminó de pagar el último certificado), fue no menos del 180%. Le quiero preguntar a Salerno, no sé si ha hecho obras o no, ¿cómo hace para hacer una obra, de esa manera?”
Además, dice Salerno “habla de dólares cuando nosotros cobrábamos en pesos. Y sacan como que el dólar estaba a $4 pero cuando nos pagan en el 2014, la diferencia era de 14. Fue del 300% la devaluación. Nosotros cobramos el 30. Dígame como se hace para llevar adelante una obra”.
Consultado en torno a la polémica caída de dos vigas de la estructura indicó que fue “por un error en el montaje que tuvimos nosotros. No fue error estructural. Tuvimos una rotación de esas dos vigas; se volvieron a hacer, se volvieron a izar, se pusieron los anclajes nuevos, se colocaron los puntos y las fijaciones nuevas. El ingeniero que trabaja con nosotros vino acá a Suárez, hizo un informe técnico, se le presentó al municipio, el que los aprobó. Se hicieron los anclajes nuevos, se terminó la estructura, el año que viene va a cumplir 10 años la estructura, con el abandono total en el que la tienen. ¿Sabe cuál fue el costo financiero para el municipio, de todo ese problema que se nos generó a nosotros? Cero; el municipio no pagó ningún peso adicional por el problema que se nos generó en esa obra. Lo que estoy demostrando con esto es la capacidad financiera y técnica de la empresa para resolver el problema y no generarle ningún costo adicional al municipio. Fue una respuesta al problema que tuvimos nosotros y que lo resolvimos en forma privada, nosotros”.
Consultado en torno a si se puede dar garantías de lo que está construido es sólido –recuérdese que el municipio anunció la continuidad de esta obra inconclusa, con una nuevo llamado a licitación-, indicó el Arq. Azcona que “cualquier ingeniero que vaya a ver la obra lo va a ratificar. No sé por qué no lo dicen. Nosotros tenemos hecha una demanda al municipio desde el 2018, porque nos deben las pólizas de caución más los intereses al día de hoy. Cuando él (Salerno) dice que las aseguradoras nos quitaron los avales. Eso es mentira. Al día de hoy ellos tienen las pólizas en el municipio; siguen la obra garantizada con las pólizas de caución a nuestro nombre. En el 2018 yo hablé con el Colegio de Arquitectos de Bahía Blanca, pedí que envíen un perito para que verifique el estado de la estructura y certifique el avance de obra que había hasta el momento. Se hizo ese informe y está en la demanda que nosotros ingresamos al municipio. Ahí dice que no tiene ningún problema la estructura. Así que no se cual otro motivo tienen. Yo entiendo la parte política. Lo que quiero que quede claro y dejen ajeno es a la obra y a nosotros que trabajamos en base a esto. Que digan cosas que no son a mí me molesta”.
En el cierre, dice que “en diez años la obra no la mantuvieron. No costaba mucho mandar a una persona a hacer mantenimiento. La verdad que no entiendo cuáles son los motivos. No somos distintos trabajando en la obra privada que en la obra pública somos los mismos. Eso es lo que quería dejar claro”.