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21/01/2020 • CIUDAD
Darío Salotti: 3175 kilómetros recorridos en diez provincias argentinas en bicicleta.
Ahora, empezando a recorrer Bolivia.
El lunes por la mañana, un poco antes de las 9 de la mañana, en momentos en que se encontraba en La Quiaca, a punto de cruzar la frontera hacia Bolivia, La Nueva Radio Suárez volvió a hablar con el suarense Darío Salotti, quien está pedaleando –literalmente- hacia Machu Pichu.
Había llegado a las 14 horas del domingo a La Quiaca. Se había hospedado en el famoso Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento, polideportivo municipal donde se preparan atletas de alto rendimiento como Georgina Bardach –nadadora argentina que obtuvo la medalla de Bronce en los JJOO de Atenas, en el año 2004-.
“Es un lugar precioso, ahí me hospedaron, me recibieron muy bien. Hice noche ahí y hoy (por ayer, lunes), me levanté tempranito para ir a Migraciones y cruzar al país vecino”.
Diez provincias argentinas en lo que recorrió cuando salió de Coronel Suárez el pasado 8 de diciembre. Cuenta, con entusiasmo en la voz, los lugares que recorrió desde la última entrevista (la semana pasada cuando había llegado a San Salvador de Jujuy): “De ahí pasé por Purmamarca, Tilcara, lugares preciosos, donde están el cerro de los 7 calores; son lugares preciosos, muy antiguos, donde se mantiene toda la parte colonial; calles de tierra, calles de piedras. Inclusive en Tilcara, no dejan entrar vehículos, es todo peatonal. El paisaje es increíble. En esos lugares me fui quedando dos noches. El trayecto fue duro, por la altura. Hice 70 u 80 kilómetros por día, porque iba subiendo de a mil metros”.
Esta recorrida en bicicleta a puro pedaleo, le permite a Darío tomar contacto con la gente y con los lugares. Con el paisaje, la geografía… “con el aire, los aromas, las hierbas aromáticas. Todos los te que uno consume, los vas sintiendo en el camino, ¡es increíble!”
Llevaba recorridos hasta ayer lunes, 3175 km. “Los últimos diez días bajando un poquito el promedio, pero disfrutando lo que son los lugares, que era la idea”.
Y con emoción en la voz, dice que termina de recorrer la Argentina en bicicleta, por ahora: “es la décima provincia, ya está. Le damos punto final por ahora a la Argentina. Ahora, cruzo a Bolivia y empiezo a transitar ese país. Digamos –reflexiona- que ya es un poquito del sueño cumplido. Llegar a La Quiaca, es fuertísimo. Me emociona ver el cartel que señala La Quiaca – Ushuaia 5121 kilómetros. Este es un lugar emblemático para todo viajero. Tanto el que hace la Ruta 40, el que va a Alaska, el que va para donde sea. Es un punto neurálgico. Entonces, es como que acabo de cumplir un cachito de sueño… es fuerte”, dice con emoción en la voz.
Un año antes de cumplir los 50 años, fue el momento en que comenzó a planear este viaje. Le dijo a su mujer y a toda su familia que pensaba hacer esta experiencia.
“Es un viaje cultural, sentimental, emocional. Es un viaje de 6, 7, u 8 mil kilómetros. No sé cuantos porque vengo haciendo kilómetros a lo loco.
Cuando terminen los seis meses voy a ver con cuántos kilómetros voy a terminar. Recién me acaban de hacer una nota en un medio de La Quiaca, y les digo lo que dije ahí: ¡el que tiene algún sueño por cumplir, háganlo! Busquen la manera, las alternativas, porque los sueños hay que cumplirlos. El trabajo, la vida cotidiana, la vida de confort, se puede acomodar. Hoy estoy viviendo seis meses de sueño. Prácticamente todos los días viviendo en carpa, en la calle. Antes de ayer dormí debajo de un techo en la estación de tren, frente a la plaza principal, en un pueblito, Abra Pampa, muy chiquito. Llegué me presenté, hablé con la policía y ellos mismos te dicen. ¡Esas experiencias, son increíbles!”.
Había llegado a las 14 horas del domingo a La Quiaca. Se había hospedado en el famoso Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento, polideportivo municipal donde se preparan atletas de alto rendimiento como Georgina Bardach –nadadora argentina que obtuvo la medalla de Bronce en los JJOO de Atenas, en el año 2004-.
“Es un lugar precioso, ahí me hospedaron, me recibieron muy bien. Hice noche ahí y hoy (por ayer, lunes), me levanté tempranito para ir a Migraciones y cruzar al país vecino”.
Diez provincias argentinas en lo que recorrió cuando salió de Coronel Suárez el pasado 8 de diciembre. Cuenta, con entusiasmo en la voz, los lugares que recorrió desde la última entrevista (la semana pasada cuando había llegado a San Salvador de Jujuy): “De ahí pasé por Purmamarca, Tilcara, lugares preciosos, donde están el cerro de los 7 calores; son lugares preciosos, muy antiguos, donde se mantiene toda la parte colonial; calles de tierra, calles de piedras. Inclusive en Tilcara, no dejan entrar vehículos, es todo peatonal. El paisaje es increíble. En esos lugares me fui quedando dos noches. El trayecto fue duro, por la altura. Hice 70 u 80 kilómetros por día, porque iba subiendo de a mil metros”.
Esta recorrida en bicicleta a puro pedaleo, le permite a Darío tomar contacto con la gente y con los lugares. Con el paisaje, la geografía… “con el aire, los aromas, las hierbas aromáticas. Todos los te que uno consume, los vas sintiendo en el camino, ¡es increíble!”
Llevaba recorridos hasta ayer lunes, 3175 km. “Los últimos diez días bajando un poquito el promedio, pero disfrutando lo que son los lugares, que era la idea”.
Y con emoción en la voz, dice que termina de recorrer la Argentina en bicicleta, por ahora: “es la décima provincia, ya está. Le damos punto final por ahora a la Argentina. Ahora, cruzo a Bolivia y empiezo a transitar ese país. Digamos –reflexiona- que ya es un poquito del sueño cumplido. Llegar a La Quiaca, es fuertísimo. Me emociona ver el cartel que señala La Quiaca – Ushuaia 5121 kilómetros. Este es un lugar emblemático para todo viajero. Tanto el que hace la Ruta 40, el que va a Alaska, el que va para donde sea. Es un punto neurálgico. Entonces, es como que acabo de cumplir un cachito de sueño… es fuerte”, dice con emoción en la voz.
Un año antes de cumplir los 50 años, fue el momento en que comenzó a planear este viaje. Le dijo a su mujer y a toda su familia que pensaba hacer esta experiencia.
“Es un viaje cultural, sentimental, emocional. Es un viaje de 6, 7, u 8 mil kilómetros. No sé cuantos porque vengo haciendo kilómetros a lo loco.
Cuando terminen los seis meses voy a ver con cuántos kilómetros voy a terminar. Recién me acaban de hacer una nota en un medio de La Quiaca, y les digo lo que dije ahí: ¡el que tiene algún sueño por cumplir, háganlo! Busquen la manera, las alternativas, porque los sueños hay que cumplirlos. El trabajo, la vida cotidiana, la vida de confort, se puede acomodar. Hoy estoy viviendo seis meses de sueño. Prácticamente todos los días viviendo en carpa, en la calle. Antes de ayer dormí debajo de un techo en la estación de tren, frente a la plaza principal, en un pueblito, Abra Pampa, muy chiquito. Llegué me presenté, hablé con la policía y ellos mismos te dicen. ¡Esas experiencias, son increíbles!”.
