Como se pide. Por María Peña

Un pequeño homenaje a mi papá
“Tan joven y tan viejo”. Mi compañero y ángel de la guarda. “Quiso carnavales y encontró fatalidad. Porque todos los finales son el mismo repetido, y con tanto ruido, no escucharon el final”.
Voy a extrañar tus palabras, tus abrazos y tu incondicionalidad, que sé que no voy a volver a encontrar. Un pedazo de mi alma se va con vos. Te amo profundamente y no habrá día que no lamente los momentos que nos quedaron por compartir, los nietos que quizás te quedaron por conocer.
¡Cuántas lágrimas derramadas juntos! Cachetazos que nos dio la vida. Caminos recorridos juntos, a pesar de la distancia.
Valoro el amor por tu profesión y la garra que le pusiste, y que me enseñaste a poner para sostenerla (porque no fue fácil). Viviste de lo que amabas, cantaste y tocaste la guitarra cómo y cuándo quisiste. Hiciste de todo esto un estilo de vida.
Nunca faltó un “te quiero hijita” o un “te amo pá”. Peleas y reconciliaciones, tiempo y canciones compartidas y “al final, por fin el fin”.
Esta vez no pudiste pelearla.
No imagino un día que faltes en mis pensamientos. Ojalá un día nos volvamos a encontrar.
Volá alto pá.
¡Te amo!
María Peña