28/09/2020CIUDAD

Como se Pide. Por el Dr. Daniel Alberto Vilariño.

"La necesidad de aislamiento, Sixto Rodríguez y la creación del Hospital Municipal de Coronel Suárez"

"Mucho me preocupó la idea de construir un hospital público donde poder alojar a tantos desvalidos... para aislar los atacados de enfermedades contagiosas, evitando su propagación, que pueden dañar a todo un vecindario en el menor descuido... a diario se me presentaban casos de hospital que tenían que resolverse a fuerza de dinero, aislando enfermos en fondas y hoteles donde ellos se encontraban o enviándolos a la Capital Federal..." 

 Don Sixto Rodríguez al resumir en un informe de gestión municipal del ejercicio 1899 refiriéndose al proyecto de creación del Hospital ante el Concejo Deliberante marzo del 1900.

Las enfermedades infectocontagiosas existieron siempre, pero no hubo siempre lugares para su aislamiento o asistencia.

Corría el año 1902., Don Sixto Rodríguez, seis veces intendente de Coronel Suárez entre 1894 y 1917 fue un gran impulsor del progreso de Coronel Suárez.  Se le debe el avance edilicio de la ciudad entre esos años pudiendo reconocerse 6 obras que hablan por sí mismas: la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (1901),  la Escuela Sarmiento (1906),  el Palacio Municipal (1910), el monumento al Coronel Isidoro Suárez (1904) y... el Hospital de Caridad (1902). Cabe aclarar que en el caso de la Iglesia y del Hospital también se contó con la colaboración de los vecinos y en que para el edificio y de la Escuela Sarmiento y el Consejo Escolar con fondos que la comuna le adeudaba a  rentas de de la Dirección General de Escuelas.  Estas obras configuran e identifican al Coronel Suárez fundacional. 

Me voy a detener  en lo que respecta a la creación del Hospital de Caridad y intentaré recrear aquellos años.  Para el año 1902 el distrito llevaba 20 años de su creación. . En el censo de 1895 el partido tenía 4800 repartidas entre lo urbano y rural, para 1902 posiblemente el doble de habitantes por la llegada de inmigrantes.  No había luz eléctrica (1906),  gas,  radio (década del 20), teléfono (1915) ni telégrafo (1907). Hacía poco que se contaba con un semanario (El Fiscal). No había autos ni camiones. Tampoco había cloacas ni agua de red (1975).

Imaginemos el ambiente, el agua que se consumía era de pozo - aljibe, o proveniente de napa a la que se llegaba perforando y de la cual se extraía mediante bombeo manual o con molino. La iluminación la proporcionaba algún farol usando sobre todo kerosene como combustible.  Los desechos se vertían a pozo ciego, los baños tipo letrina, no había duchas, sólo fuentones o bañaderas y jarras para lavarse.  Las viviendas,  las pensiones, las fondas y los hoteles disponían de lo mismo con distinto grado de refinamiento y comodidad.

La población  "susceptible" en general  y  la más vulnerable en particular la conformaban sobre todo trabajadores rurales.  En ese entonces la principal actividad económica era la agrícola-ganadera ,  las cosechas requerían muchísima mano de obra dado el escaso desarrollo tecnológico.. En tiempos de cosecha no eran suficientes los trabajadores locales de manera que el tren (Ferrocarril del Sud), se ocupaba de traer la que faltaba. Llegaban muchísimas personas,  los llamados "peones golondrina" llegaban masivamente y la mayoría acampaba en los terrenos del ferrocarril donde  aguardaban que acudieran los productores para contratar sus servicios. Se alojaban en fondas o pensiones. La mayoría de ellas próximas a la estación del ferrocarril sobre la Avenida  Casey o sobre calles perpendiculares  (Villegas, Brandsen, Sarmiento, Alsina, Rivadavia, Lavalle, Junín, etc.). Dichos lugares, con las condiciones antes descriptas, albergaban mucha gente. Todas daban de comer,  según testimonio de descendientes de gente de esa actividad, el menú estaba conformado por  sopa o fiambre,  y el plato fuerte generalmente guiso, puchero o carne a la plancha y finalmente fruta o queso y dulce como postre.  Según cuentan, previo a la cena se reunían y compartían charla, tragos de grapa, caña o vino y  los sonidos guitarra daban marco al encuentro. En ése clima más de una vez algún entrecruzamiento de miradas terminaba en pelea  con alguna apuñalada.  Había muchas heridas de arma blanca por aquel entonces. El analfabetismo en la Provincia de Bs. As era del 45% y el de las provincias de la cuales provenían algunos peones aún mayor. Actualmente el analfabetismo es de un 4% por lo menos hasta antes de la cuarentena.

En cuanto a los recursos sanitarios, había pocos médicos, déficit que se acentuaba ante la llegada de los peones golondrinas. Hacía pocos años que la medicina había aceptado que había que lavarse las manos después de tocar un paciente y antes de tocar otro (En 1847, Semmelweis propuso a sus colegas lavarse las manos antes de atender a las pacientes). La higiene era un valor que la medicina de fines del Siglo XIX recién empezaba a tener en cuenta. Las farmacias tenían poco para ofrecer, preparaban fórmulas magistrales con sustancias provenientes en su mayoría de la botánica (en 1898 aparece la primera edición de la farmacopea Argentina). No existían los antibióticos, recién se estaba afianzando la teoría microbiana en el origen de enfermedades. Los antibióticos fueron uno de los grandes descubrimientos del siglo XX. Se usaban mercuriales para el tratamiento de la sífilis y opioides para el tratamiento del dolor. No podemos dejar pasar que parte de la población recurría a curanderas y que estaban muy presentes las creencias mágico religiosas para la sanación.  Respecto a lo recursos económicos para financiar la salud  no había seguros,  leyes laborales, ni sistema público de salud.  La cobertura para costear el aislamiento en fondas, medicamentos,  consulta y práctica médica estaba a cargo del paciente. La beneficencia,  alguna sociedad de socorros mutuos,  el empleador en algunos casos o  la comuna . A esta última recurrían creciente y recurrentemente  los enfermos.

En cuanto a las enfermedades más comunes en aquella época eran el sarampión, la varicela, la rubéola, la escarlatina y la viruela.  Los gérmenes viajaban con humanos en tren, carro o a caballo, Hoy lo hacen en avión, barco o transporte terrestre.

Concluyendo, estaban dadas todas las condiciones y criterios epidemiológicos  para que se dieran brotes: el medio ambiente con baja salubridad, escasos recursos sanitarios,  el agente (que viajaba en humanos en tren o carros) y finalmente el huésped (población susceptible). No había barbijo ni distancia social, tampoco gel ni hábitos higiénicos, y el quedate en la fonda salía caro. .

De esta manera surge la necesidad que desemboca en la decisión de construir un hospital.

Con esta semblanza pretendo describir aquella época fundacional y las condiciones que precipitaron la creación del Hospital. De ahí en más se adquieren los terrenos, los fondos y se contrata a un constructor. La foto del hospital fue tomada desde Garibaldi casi esquina Avellaneda. Se observa el área de ingreso y a la izquierda el primer pabellón que se construye. Sigue la tipología pabellonal de arquitectura hospitalaria. El acceso estaba rodeado por un pórtico de columnas.

 Estaba planeada la construcción en etapas. Ese plan se modifica en los años 40 y luego en los años 80.

El contexto actual también propulsó la ampliación, remodelación y adecuación del Hospital previendo la necesidad de internaciones con criterio social o médico.

Dr. Daniel Alberto Vilariño

DNI 13323229

MN 64348

MP 418

 

Referencias

Álbum centenario Coronel Suárez (1810-1910): FOTOS

120 años (1882-2002) en la Historia de Coronel Suárez. Héctor Dos Santos

Google: Farmacopea Argentina A.N.M.A.T 1893, Los sistemas de agua potable en Argentina y Salud y Enfermedad en la Buenos Aires del siglo XlX

Crónica de la Medicina: 

Evolución del Analfabetismo en Argentina: Periodo 1869-2001 nexos cippec . Org

Wikipedia Partido de Coronel Suárez evolución poblacional de partido

No escritas. Información de charlas con colegas, amigos, conocidos y vecinos de Suárez y la región.