Como se Pide. Agradecimiento de la familia de Ricardo Oscar Wagner

Como familia de Ricardo Oscar Wagner, el Negro, queremos hacer llegar al pueblo de Coronel Suárez nuestro más profundo y sentido agradecimiento por todas y cada una de las muestras de afecto, reconocimiento y respeto con las que nos han acompañado muy de cerca en todos estos duros días.
Siempre tendremos presente la dedicación, alegría y compromiso que le brindó Ramiro Lemos, enfermero que asistió a papá en nuestra casa durante largos meses, en cuanto su salud comenzó a deteriorarse con mayor celeridad. Ramiro no solo representó una referencia de cuidado y cariño para nuestro padre, sino también una escucha y respaldo importante para nuestra madre.
Luego llegó el tiempo de contar con el apoyo incondicional de Alicia Torres, anfitriona de la Residencia “Mis Abuelos”, quien nos conmovió siempre por conjugar capacidades profesionales con valores y cualidades humanas que pudimos ver reflejadas en la mirada agradecida que le prodigaba papá, y las excelentes condiciones en las que siempre lo encontramos durante su paso por la institución.
Cuando se complicó su salud aún más, y debió ser internado en el Hospital Municipal, valoramos muy especialmente la actitud atenta de las enfermeras y profesionales de guardia, quienes en todo momento se mostraron predispuestos para que papá recibiera atención y cuidado, en un contexto que entendemos sumamente complejo para los trabajadores de salud, tal como lo es la emergencia sanitaria por pandemia.
Finalmente, tuvimos la oportunidad de que pudiera salir del Hospital local y contara con los cuidados especializados que su delicada situación requería, alojándose en la Residencia CS dirigida por la Dra. Virginia Alarcia, su médica de cabecera, quien nos mantuvo informados día a día sobre su evolución, sus necesidades y perspectivas. También pudimos contar con la excelente disposición de la enfermera Ana de Luca, y la valiosa atención del personal de la institución que lo cobijó hasta su partida.
Tras su fallecimiento, conmocionados por la tristeza, comenzamos a recibir un caudal inagotable de declaraciones, mensajes, llamados, presencias e historias que nos hicieron sentir inmensamente abrazados y queridos. Las notas afectuosas en los medios de comunicación suarenses, los saludos de autoridades municipales, de sus compañeros de militancia y de gran parte de la dirigencia política local; la emoción de sus amistades de ayer y de hoy, nuestros vecinos, ex empleados del negocio familiar, personas que compartieron responsabilidades durante su gestión, conocidos y allegados de cada uno de nosotros, nos ayudaron a recordar y a ensamblar las muchas cualidades y valores que supo honrar nuestro padre.
A todos ustedes, a quienes lo acompañaron en cada uno de sus sueños y desafíos, a quienes también estuvieron en las malas, a quienes lo atendieron y cuidaron en distintos momentos en los que su salud se encontró en riesgo, a quienes lo quisieron y compartieron con él esos momentos de su vida que nos marcaron a fuego como familia, queremos decirles: ¡GRACIAS!
Hoy nos quedan, entre tantas otras cosas, la memoria de los años compartidos, la admiración por su trayectoria llena de andanzas y desafíos, su intensa vocación de servicio y su pasión por la política, las charlas inolvidables, su sonrisa franca, la ternura infinita de su mirada y la certeza de que, sin duda alguna, fuimos afortunados de tenerlo con nosotros hasta sus ‘casi’ 86 años.