03/07/2017TURISMO

D´Orbigny, el pueblo de 20 habitantes que tiene un parque ecológico educativo

Viajamos para conocer D´Orbigny, un pequeño pueblo de veinte habitantes en el partido de Coronel Suárez, las maestras de la escuela (tienen 14 alumnos) hicieron un parque ecológico educativo. "Es el pueblo más lindo de la provincia, vengan a visitarnos, serán bienvenidos", nos dice una de las docentes.

¿Cómo poner en imágenes el silencio, la soledad y la belleza, y a la vez magnificar la alegría y el bienestar? La respuesta está en darse una vuelta por D´Orbigny, un pequeño, típico y colorido pueblo de la pampa gringa bonaerense situado en el Partido de Coronel Suárez. Allí viven veinte habitantes alrededor de los pastizales. Sueñan con ser visitados, y lo hicimos. Encontramos una sorpresa: en la escuela están por inaugurar un Parque Ecológico Educativo.

La Escuela del pueblo, llamada “Dr. Angel Gallardo” parece estar dentro de un cuadro, en el fondo el horizonte se recorta en forma medulosa con el cordón serrano de la Ventania, más acá, el edificio con tejas anarajandas, rodeado de cortaderas y juegos infantiles. No es difícil creer que aquí los niños no sólo aprenden, sino que tienen una infancia plena y completa. Sus risas se pierden en el viento. Subir a los árboles, jugar a la pelota, la payana o abrir el silencio con charlas sobre chanchos que quieren entrar a comer a la escuela. Ocurre una vida sencilla en D´Orbigny.

Karina Graff y Mariana Rovai son las maestras que atienden el jardín y la primaria, respectivamente. “Acá trabajamos de un modo especial, en forma individual con los chicos”, aclara la primera, quien es la que se encarga de describir la vida en el pueblo y los proyectos en la escuela.

“Tenemos 14 alumnos, 10 en primaria y 4 en jardín. Estamos bien este año”, se refiere a la matricula. Los hubo con dos o tres alumnos. La realidad del campo es cambiante, el trabajo escasea, y los servicios son pocos, las familias deben irse, pero de a poco las cosas parecen cambiar. “D´Orbigny está creciendo, algunos quieren venirse a vivir, tenemos tranquilidad y paz”, dice al pasar Karina, como quien ofrece agua y pan. Los sentimientos son esenciales y puros en pueblos así. Lo que es evidente, lo que abunda, es el tesoro de todos.

El pueblo a la tarde tiene mucha actividad porque la escuela da clases en este horario. En las comunidades pequeñas la escuela es el eje de todo el movimiento. La familia rural va y viene, se acercan los padres o hermanos de los alumnos, siempre hay algo que hacer en un lugar en donde todo está por hacer. El campo ofrece actividades en forma permanentes.

Las maestras, que son madres, tías, cocineras, consejeras y mujeres de tiempo completo, tuvieron la idea de hacer un Parque Ecológico Educativo a un costado de la escuela.

“Es una manera de valorizar lo que tenemos, salimos con los chicos y es una forma diferente de ver las plantas que ellos miran todos los días. Caminamos por el pueblo e individualizamos especies, con la ayuda del Lic. Braian Estevez, un especialista de Casbas (Guaminí), una vez que tenemos la planta, investigamos y ahora sabemos que tenemos especies con muchas propiedades medicinales”, detalla con alegría Karina. La respuesta de los niños fue inmediata. Enseñar en una escuela rural es un trabajo muy grato para una maestra, los niños siempre tienen ganas de progresar. Para hacer el Parque Ecológico, como no podía ser de otra manera, recibieron la ayuda de las familias de los alumnos. Lo llamarán Karriwe, que significa espacio verde en lengua mapuche y cuando lo inauguren miembros de la comunidad Milla Cura de Sierra de la Ventana vendrán a bendecirlo.

“Ellos van descubriendo lo que es nativo, valorizan la vegetación que tenemos” Karina nació acá, así que trabajar dando clases en su pueblo es una pequeña gloria que la enorgullece.

D´Orbigny se llama así en honor al naturalista francés Alcides Dessalines D´Orbigny quien visitó nuestro país durante el siglo XIX, fue fundado en 1910 y el tren le sopló vida. Sus habitantes siempre trabajaron del campo. Hoy son veinte, la estación ya no recibe trenes, pero una escultura de un bolsero hecha con material reciclado recuerda la gesta de quienes trabajaron de sol a sol para engrandecer nuestro país. Una capilla es contenida por la soledad, y una esquina que fue un almacén es hoy la sede de la Cooperativa Agrícola Ganadera, en la entrada al pueblo está el Club Social y Deportivo D´Orbigny, un puñado de casas halaga el paisaje único, atractivo y simple. El mayor problema son los chanchos, que a veces se escapan y hacen lío.

Coronel Suárez es un Distrito salpicado por estaciones pintorescas y pueblos que conservan tradiciones que trajeron los inmigrantes, el INTA, a través de Cambio Rural, trabaja en grupos asociativos para crear redes que potencian estos atractivos que cada vez atraen a más gente.

El sol ya quiere darle la posta al atardecer, es tiempo de ir cerrando el día, cargar la salamandra y abrazar el poncho.

El invierno está del otro lado de las sierras, las horas del día se achican y se asoman las heladas. Karina Graff junto a Mariana Rovai nos despiden con una sonrisa, hacen 45 kilómetros todos los días con sus autos para llegar hasta este generoso rincón del mapa, donde abunda la paz y la tranquilidad. El viento fresco arrulla las correderas, cuando les pregunto qué necesita el pueblo, Karina responde: “Que nos vengan a visitar, D´Orbigny es el pueblo más lindo de la provincia, serán bienvenidos”

Fuente: Revista El Federal.