25/04/2018SERVICIOS

Tarifas de electricidad. Avisos de cortes, quejas de la gente, búsqueda de información a ver si pueden estar comprendidos en la tarifa social y otras cuestiones.

Esto es lo que viven las cooperativas eléctricas frente a los aumentos de las tarifas. “La gente viene a consultar a ver si están bien sus consumos, ver cómo pueden hacer para bajarlos”, dijo Diego Schmidt, Gerente de la Cooperativa Eléctrica San José.

¿Qué se le dice a la gente que puede estar preguntándose si los aumentos que son evidentes en el servicio de energía eléctrica son mayores en la Cooperativa? Fue la pregunta inicial para Diego Schmidt, quien respondió que “nosotros nos regimos por un cuadro tarifario que lo envía el OCEBA, que es el organismo de control. La Provincia de Buenos Aires distribuye al territorio en cuatro sectores, sector Norte, sector Sur, área Atlántica y lo que es Capital y Gran Buenos Aires. En el caso nuestro, nosotros estamos en la región Sur. De hecho, se puede entrar a la página de OCEBA y ver los cuadros tarifarios. Son esos los que tenemos que aplicar. Estamos obligados a aplicar eso, al contrario, podríamos tener muchísimos inconvenientes de no aplicarlos. Es el mismo valor que tienen todas las cooperativas y distribuidoras de la zona”.

Agrega que “son totalmente transparentes los valores que se manejan, y son los que están regidos por el OCEBA y el Ministerio de Infraestructura, que es quien lo dictamina”.

¿Qué es lo que dice la gente? Respondió Diego Schmidt que “la realidad es que, en estos últimos años, en la ecuación de lo que han sido los servicios públicos, ha sido muy grande, entonces genera preocupación en la gente, porque se han visto incrementados los valores de las tarifas y de lo que son las facturas de energía en forma considerable. La gente viene a consultar, a ver si están bien sus consumos, ver cómo pueden hacer para bajarlos, si están con posibilidades de acceder a la tarifa social, que tiene un menor valor a la tarifa común”.

Bajar el consumo, dice, “pasa mucho por la educación dentro del hogar. Tratar de cuidar, de ir apagando luces, pero también regular el uso de los electrodomésticos. Las heladeras, que es lo que más consume, el termotanque eléctrico, en las casas en las que no hay gas. Todos los artefactos que son de alta resistencia en general son de gran consumo. También los equipos de aire acondicionado, que sirven para calefaccionar. En eso hay que tener mucho cuidado”.

¿Cómo hacer para bajar el consumo de las heladeras?, responde el Gerente de la Cooperativa Eléctrica San José que “pasa más que nada por la cantidad de veces que uno abre la heladera, porque cada vez que uno lo hace, y la deja abierta mucho tiempo, va perdiendo frío y tiene que volver a recuperarlo. Son detalles que hacen a la vida diaria”.

Consultado en torno al consumo de los electrodomésticos que quedan enchufados, sin ser usados, como el televisor, microondas, etc., explica que “no hace la gran diferencia, pero sí, obviamente, que consumen. Tener una luz prendida, aunque chiquita, hace que algún consumo tenga, es mínimo, pero tal vez, en la sumatoria, de todos los artefactos, seguramente suma algunos kvs”.

Más adelante, en la entrevista, Diego Schmidt dijo que “venimos de una realidad donde la energía era muy barata y se hacía un uso desmedido. Lo hemos visto que eso no se cuidaba. Es un elemento escaso, la energía en época de verano es compleja para las distribuidoras, frente a consumos muy grandes, y no se podía seguir adelante con las inversiones, producto que era una tarifa muy baja. Me refiero a años anteriores, 2014, 2015, donde había una resolución donde se aplicaba un cuadro tarifario y esas tarifas se mantuvieron durante dos años. Fueron dos años en los que la inflación se incrementó en un 35% y en un 25%. Fueron dos años de mucho consumo, y muy complicados para la Cooperativa, porque los costos habían aumentado prácticamente entre en un 60 y un 70 por ciento y la facturación estaba planchada. Así que los dos extremos son malos. Eso hace que por ahí haya un uso excesivo y en este caso, ahora, es un poco más dificultoso, por el costo”. Agregó que “nosotros, por la suerte de contar con otros servicios, pudimos mantener un equilibrio. Pero hubo cooperativas que tuvieron grandes inconvenientes, tuvieron que recurrir a capitalización, a pedir colaboración de los asociados para poder sostener el momento. Porque estaban con las cuentas en rojo y no lo podían superar”.

Ahora, la realidad ha dado un giro inocultable. Con los aumentos desmedidos de las tarifas “se dificulta un poco más el tema de la cobranza. Es una realidad. Lo que pasa es que hubo un cambio muy brusco.

Estamos hablando que, en dos años, un usuario residencial con un consumo promedio de 180 kv por mes casi que le aumentó un 500% el valor, es mucho. También nos ha pasado a nosotros, como distribuidora, en la compra, nos aumentó un 1000 por ciento, casi, el valor de compra. Eso hace que se dificulte mucho, estar recalculando permanentemente el ingreso y el egreso para cada cosa”.

Por supuesto, que hayan aumentado las notificaciones de corte, “no lo tenemos exactamente calculado, pero puede ser que haya un 20% más de gente que antes no recibía aviso de corte y hoy los está recibiendo. Más que nada es un aviso de deuda, que un aviso de corte. Nosotros tratamos siempre de mantener ese trato personalizado, que es lo que caracteriza a las cooperativas, que es el trato con el cliente, el asociado es parte de la cooperativa, por lo que tratamos de no llegar nunca a tener que hacer el corte, buscando que el asociado pueda llegar al pago. Es una situación compleja para todos, es un cambio en la economía muy importante y muy brusco. Pero es una realidad, y hay que afrontarla de alguna manera”.

“COOPERAR, que es la Confederación que nuclea a las Federaciones, ha elevado un petitorio a las autoridades nacionales pidiendo que tengan un poco más de precaución por el tema de los incrementos, porque se estaban generando muchos problemas en los cuales las cooperativas quedábamos en el medio, porque en este caso nosotros somos como el mensajero, nada más”.

Un componente importante de la factura son los impuestos. Al respecto, el Gerente Diego Schmidt indicó que “está comenzando a hablarse este tema. Un usuario residencial, sobre lo que es el valor de la energía, está pagando casi el 70% de impuestos. Si yo pago $100 de energía tengo $70 de impuestos, nacionales, provinciales y municipales. Si uno hace el desglose de la factura el costo de la energía en sí no es tan grande, lo que pasa es que tiene una carga impositiva muy elevada que hace que se dificulte su pago”.