03/08/2018SALUD

Semana de la Lactancia Materna

Entrevista a Ana Inés Urruti, del Lactario.

La Semana de la Lactancia Materna, que va del 1ero de agosto al día 7 de este mes, es un tiempo pensado para la promoción bien fuerte de la alimentación natural de los recién nacidos y para sus primeros meses de vida.

En Coronel Suárez un grupo de más de 20 mujeres trabajan firmemente para que esto sea realidad.

Son las voluntarias del Lactario. Aunque la mamá haya tenido una cesárea. Aunque su bebé nacido antes de tiempo está en una incubadora en la Neonatología, y sea alimentado a través de una sondita, o si es posible a través de una mínima jeringa donde le pasan las enfermeras pequeñísimas gotitas de leche. Lo importante es que esa leche sea de su madre.

Por eso todos los días del año, a todas horas, funcionan las cinco bombas extractoras de leche, que permiten que, desde la teta de la mamá, la leche pase a una bolsita, la que es debidamente rotulada para identificarla.

Y se guarda en heladera o en el freezer, para que pueda ser suministrada al bebé cuando tiene hambre. A través de esta increíble ingeniería es posible la alimentación con leche materna de los bebés que están en la Neo.

Consultada Ana Inés Urruti, que es una de las tres coordinadoras del Lactario, las otras dos son Adriana Caccavo y Gabriela Guyot, comentó que “somos en total 22 voluntarias. Somos tantas porque tenemos que acompañar a las mamás que están en la Neo, con sus bebitos internados, cinco turnos diarios, los 365 días del año. Sábado, domingo, Navidad, Año Nuevo. Nosotras no tenemos descanso. Siempre hay una voluntaria acompañando a las mamás. No están solas en el proceso de extraerse la leche, no por una cuestión de sanidad, que la hay –procuramos que todo se haga lo más limpito posible para que esa leche llegue impecable al bebé-, sino para contener y acompañar a las mamás”.

“Tenemos compradas cinco bombas, que fueron adquiridas por Suárez Da Vida, con la colaboración de toda la comunidad. La verdad que es impresionante el respaldo. Cuando uno sale a hacer una campaña hay gente que dona sin que se lo pidamos. Tenemos cinco bombas en el Lactario y otra que es una mochila. Cuando la mamá está en terapia intensiva o en el cuarto, que no se puede levantar, por la cesárea, está con presión o le pasa algo, vamos al cuarto a estimularla. Se trata de tener la leche para el bebé lo antes posible en la Neo”.

En cada bolsita se anota el nombre del bebé, la hora y la cantidad de leche que se extrae.

“Si el bebé está en condiciones de tomar esa leche se guarda en la heladera y las enfermeras la fraccionan y después se lo pasan por jeringa o por sonda, según el estado del bebé. Y cuando no esté en condiciones de recibirla, porque esté ayunado o por algún motivo, se guarda en el freezer y se descongela para pasárselo en el momento en que el bebé lo necesita”.

La leche, en la heladera, dura 48 horas, en el freezer hasta 6 meses: “lo ideal, para bebitos prematuros como los que están en la Neo, es un máximo de tres meses. En la casa, con todas las medidas de higiene que una mamá puede tomar, puede guardarlo hasta seis meses. Eso es lo que nosotras tratamos de divulgar para las mamás que trabajan. Mientras las mamás están de licencia, además de darle la teta, todos los días pueden sacarse un poquito. La mamá lo guarda en el freezer, tomando todas las medidas, y tiene en reserva para cuando ella esté trabajando.

El secreto es lavarse bien las manos; si tenes bien lavadas las manos para todo, incluido al tocar al bebé, se puede ir haciendo esta reserva de leche materna. Se trata de estar por lo menos 30 segundos, con jabón en las manos, restregándose las manos, entre los dedos. La leche se guarda en unos rollitos de nylon que vienen o en los frasquitos que vienen para los análisis. Rotulada y guardada en el freezer se puede utilizar esta leche de la mamá para cuando ella esté trabajando”.